Porco Rosso
domingo, 18 de enero de 2015
EL HOBBIT: UN VIAJE INESPERADO de Peter Jackson - 2012 - ("The Hobbit: An unexpected journey")
Bilbo Bolsón es un hobbit que lleva una existencia tranquila y sosegada en La Comarca, su tierra natal, dedicada a la buena mesa, la buena pipa y las buenas lecturas. Un día, recibe una visita inesperada... El mago Gandalf, conocido por ser uno de los más poderosos del mundo, y un grupo de valientes enanos, se presentan en su cálido hogar para proponerle algo: que les acompañe en una expedición que tiene como objetivo recuperar un gran y valiosísimo tesoro. La vida de Bilbo va a cambiar para siempre. La mayor y más peligrosa aventura que nunca había soñado está a punto de abrirse ante él.
En las últimas críticas, he alabado en general la versión para la pantalla que Peter Jackson realizó de la trilogía de "El Señor de los Anillos". Desgraciadamente, no puedo alabar, ni por asomo, su versión de "El Hobbit", una adaptación que abandonó Guillermo del Toro, el que originalmente iba a dirigirla, al parecer por problemas de agenda (se retrasó el rodaje y se le mezcló con el de otros proyectos). Jackson, después de su horrible versión de "King Kong" y de la mejorcita ya "Desde mi cielo" (las cuales ya comentaré en los próximos meses), aceptó volver a la Tierra Media para sacarse de la manga, de un libro que tiene unas 200 páginas, una trilogía (iban a ser dos películas, pero las ampliaron a tres... en fin) de cintas que para colmo pasan todas de las dos horas. Esta trilogía, por supuesto, se estrenó en tres años sucesivos (2012, 2013 y 2014) y en Navidad. Blanco y en botella. El éxito comercial ha sido claro. El artístico... No. ¿Cómo metemos en tres películas de más de dos horas 200 páginas de un librito? Pues alargando la cosa como un chicle, haciendo escenas de acción interminables y metiendo a personajes inventados o que no estaban originalmente en la novela y dándoles subtramas. El desaguisado es bestial, y no sólo para los fans de la obra de J. R. R. Tolkien. Las tres entregas de "El Hobbit" son más que una afrenta a la obra de su autor: son tres películas erráticas, deslavazadas, alargadas con el peor de los descaros y por ello bastante aburridas.
"El Hobbit: Un viaje inesperado", sin ser tan horrenda como es "El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos" (la peor de todas con mucha diferencia), maltrata a la novela original de mala manera metiendo a personajes con calzador que no estaban en dicha novela, recreando escenas innecesariamente alargadas con verborrea y parafernalia barata y montando escenas de acción todavía más alargadas que tienen ya más que ver con las de un videojuego que con las estéticamente perfectas y serias de "El Señor de los Anillos" (especialmente, la huida del antro de los trasgos es infumable). La película puede llegar a ser distraída; sí. Eso no se puede negar. Pero aquí de "El Hobbit" hay poco y Jackson se dedica a acumular más que a hacer un buen trabajo, dejando un conjunto vulgar y anodino. Los actores, tanto los nuevos como los que repiten de "El Señor de los Anillos", están bien interpretados, y la ambientación vuelve a ser excelente. También hay momentos fantásticamente rodados: los acertijos de Gollum están representados con fidelidad y sutileza y recuperan al mejor Peter Jackson, al que no está por ninguna otra parte. Eso es lo poco que se salva de esta infamia perpetrada contra "El Hobbit" por el mismo director que sorprendió diez años antes con la adaptación de su novela secuela. Una pena.
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Creo que Peter Jackson se equivocó a la hora de plantear El Hobbit como una trilogía, ya que el libro da para lo que da, es decir, para una buena película de dos horas largas como mucho. El meter relleno y paja solo sirve para hacer disminuir el producto final, una pena, porque es un libro muy aventurero (en línea con La Comunidad del Anillo) que seguro que podía convertirse en una cinta estupenda. Poderoso caballero es don dinero, ¡qué se le va a hacer!
ResponderEliminarSaludos