Porco Rosso
martes, 6 de enero de 2015
BLACK MIRROR: WHITE CHRISTMAS de Charlie Brooker - 2014 - ("Black Mirror: White Christmas")
Joe Potter y Matt Trent son dos compañeros de trabajo que celebran juntos el Día de Navidad. Ambos se encuentran en un lugar apartado de la ciudad y asediado por la nieve. Ambos, mientras preparan el banquete, hablan de cómo eran sus vidas antes de estar destinados en este lugar... Unos descubrimientos terribles están a punto de asediarles.,.
Al parecer, según ha anunciado Charlie Brooker, va a haber dentro de un tiempo más o menos largo una tercera temporada de "Black Mirror", una de las series más exitosas de los últimos años, y con razón, porque sus dos primeras temporadas, valga la redundancia (y especialmente la primera) han creado algunas de las distopías más sobrecogedoras de lo que llevamos de siglo. Mientras llega esta tercera temporada hemos disfrutado esta navidad de este "Black Mirror: White Christmas", un especial navideño, valga la redundancia de nuevo, para ir abriendo boca y para que la gente no se olvide de la serie mientras toma forma su anunciada tercera entrega de historias. Tristemente, he de decir que aquí Brooker ha hilado un poco menos fino. Será porque los seis episodios anteriores de la obra son prácticamente todos magistrales, será porque él está más agotado ya, será porque está guardando las mejores tramas para el futuro... El caso es que "Black Mirror: White Christmas", sin ser una mala nueva entrega de esta saga, es hasta ahora la más flojita de todas. Una vez más, nos encontramos ante una distopía bastante cercana en el tiempo en el que las personas vuelven a ser presas de la tecnología punta más delirante muchas veces de forma voluntaria. En este mundo deshumanizado, dos personajes celebran una extraña Navidad... Y no cuento nada más para no hacer spoiler.
Los asuntos vuelven a ser los de siempre: la mencionada deshumanización, el dominio del individuo por parte de las redes sociales, la discusión sobre los implantes tecnológicos en el cuerpo de las personas, la inteligencia artificial y sus lados más oscuros, la manipulación, la realidad virtual, la sociedad de las apariencias y la hipocresía, la incomunicación en la era de la comunicación, la justicia brutal y despiadada y las relaciones personales variadas en estos ámbitos. Aquí, sin embargo, todo está bastante más visto y trillado, y el mundo de estas "Navidades blancas" es ya un refrito de los mundos que hemos visto en los otros capítulos de la serie. En definitiva: la originalidad se está empezando a ver resentida. Insisto igualmente: este especial navideño no es un episodio malo, pero ya no dice demasiado nuevo y, además. sus conceptos empiezan a sonar ya demasiado artificialmente rocambolescos (la técnica para "bloquear a las personas" tiene muchas lagunas, así como la inteligencia artificial "forzada" que no se rebela contra el hombre... ambos conceptos convencen mucho menos ya, suenan mucho menos reales, mucho menos posibles).
"Black Mirror: White Christmas" tiene muchos aciertos, de todas formas. El reparto está en estado de gracia, el humor cínico y cruel que destila el conjunto es genial, las escenas pesadillescas ponen de verdad los pelos de punta y la trama sigue teniendo momentos verdaderamente interesantes y con capacidad visionaria. Eso no se lo quita nadie a Brooker. A pesar de todo, y tal vez porque con "Black Mirror" estamos acostumbrados a tener sorpresas mayúsculas en cada capítulo, esta entrega a mi por lo menos me ha dejado mucho más frío que el resto y, desde luego, pienso que hasta la fecha es la peor de todas. Veremos cómo es la tercera temporada de esta gran creación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo vi hace poco y me resutló de lo más inquietante y curioso.
ResponderEliminar