OPERACIÓN CICERÓN de Joseph L. Mankiewicz - 1952 - ("Five Fingers")

1944. Segunda Guerra Mundial. Turquía es una nación oficialmente neutral en el conflicto y en la que los embajadores de los diversos países enfrentados disfrutan de una cierta armonía y paz. Sin embargo, entre encuentros diplomáticos y fiestas de sociedad, se delinean planes y se habla de operaciones secretas. Allí trabaja Ulysses Diello, el simple mayordomo del embajador inglés Sir Frederic Taylor. El simple mayordomo es lo que todos creen que es... Ulysses, en realidad, es mucho más que eso. En sus manos están piezas clave para el devenir de la guerra tanto de los ingleses como de los alemanes, y él las maneja a su antojo para sacar dinero a ambos bandos, para los que trabaja simultáneamente. Sin embargo, su juego es peligroso, muy peligroso, y puede explotarle en la cara...

"Operación Cicerón" (otra traducción mala de un título fantástico como es "Five Fingers", "Cinco Dedos") es otra de las grandes obras maestras de ese genial maestro del cine que fue Joseph L. Mankiewicz, que tocó casi todos los palos durante su gloriosa carrera y que entregó con esta obra que comentamos, aunque no era su género predilecto, uno de los mejores filmes de espías de su tiempo y de la historia del cine en Hollywood. Todo encaja en la telaraña que el director teje en esta obra maestra de lo retorcido que, por supuesto, sirve para realizar un delicadísimo y mordaz estudio de la condición humana y para tratar numerosos asuntos relacionados con nuestro comportamiento en sociedad. Está basada en la historia real del albano Elyesa Bazna, uno de los espías más famosos de la historia, espía que llegó a trabajar a la vez durante la Segunda Guerra Mundial tanto para los británicos como para los nazis y que cambió con sus informaciones el rumbo de varios episodios de esta terrible guerra. James Mason le da vida y entrega uno de los más grandes papelones de su carrera: un individuo corriente, casi mediocre pero con un curioso "estilazo", ambicioso como pocos, muy cínico, diestro en su arte pero miserable como persona y finalmente hasta cobarde. Mankiewicz trata, a través de él y de los que le rodean, asuntos como la mencionada ambición, el ansia de poder, la avaricia, la hipocresía social, el clasismo, los desastres de la guerra (aún lejanos, ahí están y son el telón de fondo básico de la cinta), la soberbia de las clases militares, la manipulación polítca, el machismo incluso. El resto de los secundarios cumplen también, y de sobra.

Mankiewicz despliega la trama, perfectamente medida, sin ni una sola fisura a pesar de lo complicada y retorcida que es, con una limpieza y un estilo narrativo fino e inteligentes que ya quisieran muchos para sus thrillers. El espectador no para un segundo con sus giros inesperados y sus escenas de tensión. Sus diálogos, como siempre, son magistrales, soberbios, de escuela de guión: ayudan a analizar la condición humana con sus grandezas y sus miserias como sólo este director y pocos más supieron en su día. El estilo visual es precioso, realista y pulcro, pero con ese toque negro brillante que caracterizaba a las grandes producciones de este género de una época en la que se conjugaba perfectamente comercialidad con calidad en la que Hollywood nunca más ha vuelto a ingresar. El final del filme es absolutamente de infarto: uno de los mejores de toda la carrera del director. Y lo mejor es que... Ocurrió todo así, tal y como se cuenta. "Operación Cicerón" es una película que narra algo real. No se la pierdan.