Porco Rosso
sábado, 22 de noviembre de 2014
HEAT de Michael Mann - 1995 - ("Heat")
Neil McCauley es un ladrón profesional de Los Angeles que lidera de una banda de expertos del robo como él. Vincent Hannah es uno de los mejores policías de la misma ciudad. Neil vive para robar y Vincent vive para atrapar a personas como Neil. Ambos se centran demasiado en sus trabajos. Tanto, que desatienden a sus familias aún sin proponérselo. Ambos va a encontrarse y van a sostener un duelo terrible.
"El último mohicano" fue el primer gran éxito de Michael Mann, pero la película que terminó de confirmarle como uno de los grandes del cine norteamericano de forma definitiva fue "Heat", un thriller (su género predilecto) de policías y de ladrones maravilloso en el que el director delinea todo un mundo basándose casi en una historia anecdótica con inmensa maestría. Protagonizada por unos soberbios Al Pacino y Robert De Niro a los que siguen un plantel de secundarios igualmente genial, el filme bucea en las vidas de los seres que viven al margen de la ley y de los que los persiguen con una lucidez sin par: retrata a ambos bandos sin ningún maniqueísmo, explorando los problemas personales que les suponen sus vidas peligrosas y apartadas de la sociedad "normal" y por ello, de una forma u otra, condenadas a la soledad. Michael Mann no se contenta con entregar un thriller excelente: entrega además uno de los mejores dramas de los noventa. Los personajes están finamente diseccionados y todos son conmovedores, los diálogos son una delicia y la trama es honda y remite a las mejores películas negras del mejor cine clásico de su etapa dorada, a las que, además de proponer una historia genial, analizaban la sociedad y los sentimientos de sus habitantes. "Heat" habla de ambición, de poder, de violencia, de venganza, pero también de soledad, de miedos, de redención, de respeto y humanidad y de amor y de amistad. "Heat" es una radiografía más del fracaso del Sueño Americano; una radiografía precisa y preciosa.
Quedan además sus escenas de acción, que ya de por sí justificarían a la película. Espectaculares, con una garra que nunca suelta al espectador, han llegado incluso a inspirar atracos reales (es cierto). La del atraco (valga la redundancia) al banco, la persecución y el posterior tiroteo en plena calle es una obra maestra que ha pasado, y más que merecidamente, a la historia. "Heat" es una película del todo imprescindible y un thriller irrepetible. Michael Mann es, desde ella, uno de los directores definitivos de este género. Como curiosidad, menciono que el mito de la rivalidad entre Al Pacino y Robert De Niro durante el rodaje del filme es falso: siempre se llevaron bien y desmintieron aquella historia que dijo en su día que no compartían juntos ninguna escena.
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