Porco Rosso
jueves, 18 de septiembre de 2014
LÍBRANOS DEL MAL de Scott Derrickson - 2014 - ("Deliver us from Evil")
El agente de policía Ralph Sarchie, de Nueva York, se topa con una investigación con unas características que nunca antes ha conocido: los horrendos y brutales asesinatos del caso parecen estar relacionados con extraños fenómenos paranormales. Pronto, empiezan a ocurrir delirantes y siniestros sucesos en su vida diaria... Ralph, sin embargo, va a tener una ayuda inesperada en todo esto: la del poco convencional sacerdote cristiano Mendoza, un hombre que parece saber qué es lo que está pasando.
Hace dos años Scott Derrickson entregó un filme de terror que fue, merecidamente, una de las cintas más dignas de aquel momento. Se llamaba "Sinister" y, sin ser especialmente innovador, era un ejemplo de buen hacer dentro de un género tan devaluado como es el mencionado. Ahora el director ha vuelto a las carteleras con "Líbranos del mal", una nueva película de terror ahora con rollo detectivesco que, la verdad, pasa sin pena ni gloria y es completamente olvidable. Un Eric Bana sin demasiado carisma en esta ocasión se mete a investigador de lo paranormal y se topa con una trama diabólica y de personas poseídas deslavazada, cogida con alfileres y con muchas lagunas de guión por todas partes (incluso el objetivo básico de los "antagonistas" de la historia está completamente diluido en un batiburrillo bastante liado y con sus causas y consecuencias mal explicadas y enlazadas). La acción se puede seguir bien, e incluso en los primeros momentos la obra mantiene el interés e incluso, y voy más allá, hay alguna escena de "mal rollo" bastante bien conseguida. Sin embargo, el conjunto se desinfla en su parte central y pierde el ritmo en la final gracias a una trama que deja de resultar atractiva al perderse en las habituales carreritas y sustitos de manual (y además estos sustitos son pocos y poco efectivos y, sobre todo, faltos de imaginación a estas alturas). Tampoco es atractivo el desenlace de la cinta y la posesión y el exorcismo que la coronan no tienen nada ni espectacular ni novedoso (una vez más, tenemos otro refrito de lo que hemos visto ya miles de veces).
Los personajes de "Líbranos del mal" tampoco resultan especialmente atractivos; son bastante planitos y predecibles y sus diálogos dicen bien poco, Ni siquiera un habitualmente buen actor como Eric Bana consigue aportar algo de relieve o de carisma a su papel. Tampoco me gusta el mensaje religioso de la obra; esta es una opinión ya bastante personal, pero no me gusta tener que chuparme por la cara la propaganda de un credo determinado en una película (y por cierto que Scott Derrickson ya hizo esto en 2005 con la ultracristiana y floja "El exorcismo de Emily Rose"). "Líbranos del mal" es una película que se puede ver si no se es muy exigente pero que no será recordada por nada especial, Una pena viniendo del director de aquella fantástica "Sinister". Esperemos que esto sólo haya sino un patinazo.
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