Porco Rosso

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sábado, 20 de septiembre de 2014

LENINGRAD COWBOYS MEET MOSES de Aki Kaurismaki - 1994 - ("Leningrad Cowboys meet Moses")


Tras unos cuantos años viviendo en México, en donde han gozado de un relativo éxito, los Leningrad Cowboys han desarrollado un problema con el alcoholismo y algunos de ellos son absolutamente incapaces de dejar la tequila. Cuando el manager de la banda recibe un telegrama en el que se les convoca para tocar en el Surf Hotel de Conney Island, todos parten hacia los Estados Unidos una vez más. Y llega otro viaje delirante y lleno de caos...


En 1994, cuatro años después de "Leningrad Cowboys go America" y entre las películas "La vida de bohemia" y "Nubes pasajeras", Aki Kaurismaki presentó "Leningrad Cowboys meet Moses", la secuela de aquella rareza radical. Ese año además dirigió también otra película más "habitual", "Agárrate el pañuelo, Tatiana", y el documental sobre el concierto de los propios Leningrad Cowboys de Helsinki de ese mismo año. 1994 fue un ciclo completito para el director finlandés. "Leningrad Cowboys meet Moses" es lo mismo que "Leningrad Cowboys go America". Lo mismo. Mismo humor. Mismos gags. Mismo ritmo minimalista. Mismos personajes histriónicos e hieráticos. Y, sin embargo, funciona menos. Mucho menos. A mi de hecho se me antoja una película insufrible. Soy extremadamente fan de este director: se sabe al leer mi blog. Es uno de mis creadores europeos preferidos y espero cada nueva obra suya con avidez. Sin embargo, "Leningrad Cowboys go America" no es mi película preferida suya ni de lejos y ya una segunda parte de ésta repitiendo toooooooooooodo otra vez me resulta infumable. Infumable porque, como he dicho, todo es una repetición de su antecesora. Sí, hay crítica social (menos que en otras obras del director, pero la hay). Sí, hay humor freak. Sí, hay referencias y homenajes musicales (Kaurismaki es un melómano empedernido), Sí, hay ternura en sus personajes. Pero el humor, este humor, una segunda vez no funciona. ¿Que estoy siendo completamente subjetivo? Pues sí. Y no soy el único. "Leningrad Cowboys meet Moses" es una película que incluso a los fans acérrimos de su creador no gusta en líneas generales.


Los 94 minutos que dura esta cinta se hacen eternos. Verdaderamente eternos. Los Leningrad Cowboys se dedican a ir de un país a otro desplegando otra vez los gags que ya vimos en su película de 1989. Kaurismaki, tal vez por haber tenido un año de exceso de trabajo (tres películas, como he dicho, en aquel 1994), dirige de forma lineal y sin demasiada gracia además. Pone la cámara y graba y punto. Y la verdad es que de este director se espera mucho más que esto. "Leningrad Cowboys meet Moses" sobra. Es una película inaguantable y soporífera, un "deja vu" innecesario en una carrera repleta de maravillas. Y sí, la voy a poner en la etiqueta de Grandes Bodrios. A una película de Aki Kaurismaki, sí. Porque se lo merece, sea de él o de Michael Bay.


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