1942. Steve Rogers es un joven estadounidense enclenque y débil que, horrorizado ante las barbaridades que los nazis están perpetrando en Europa, intenta alistarse en el ejército de su país para luchar contra ellos. Sin embargo, es rechazado por no ser fuerte. Su vida va a cambiar cuando la posibilidad de participar en un proyecto especial para hacer de hombres normales super soldados se le ponga por delante... Steve se va a transformar en un gran héroe de su tiempo... Y de más allá.
Tras aquel bodrio de 1990 de serie B que es mejor olvidar, el Capitán América tuvo su primera película seria y digna dentro del "Universo Cinematográfico de Marvel" en 2011, película que cerró la línea de apariciones de los cuatro grandes integrantes principales del grupo de Los Vengadores en la pantalla (Hulk, Iron Man, Thor y el mencionado Capitán América) y que fue la antesala de la propia "Los Vengadores", que llegaría ya en 2012. "Capitán América. El primer Vengador" vino dirigida por Joe Johnston, artesano habitualmente solvente que fabricó un filme con un fuerte olor a clásico retro (la ambientación es excelente) y bien rodado en líneas generales a pesar de echarse en falta en él, al igual que ocurre con "El Increíble Hulk", "Iron Man II" y "Thor", algún aura que vaya más allá de la simple artesanía cinematográfica. Chris Evans, que curiosamente ya fue la Antorcha Humana en la horrenda "Los Cuatro Fantásticos" (y en su igual de horrenda secuela), es el último héroe que faltaba en el cuarteto de marras y, además de dar físicamente el pego, realiza un papel destacado, interpretado con cariño. Hugo Weaving es un Cráneo Rojo con carisma, divertido, con su toque justo de villano de opereta (viva, viva y vida el aire pulpero bien entendido) y fiel al personaje de los cómics de Marvel al que da vida. Los secundarios acompañan todos también.
Joe Johnston dirige el filme con soltura en todo momento, equilibrando perfectamente la aventura y la acción (y las escenas de acción son además más que aceptables), el romance y el toque cómico, y sabiendo perfectamente desplegar una enorme "precuela" de la vida del héroe en los años cuarenta antes de su debut en la actualidad sin perder el ritmo y sin perderse en presentaciones largas e innecesarias. El hecho de que el filme no termine siendo una introducción alargada de la historia básica del personaje de esas que terminan pareciendo una suerte de episodio piloto de una serie es muy de agradecer. "Capitán América. El primer Vengador" es una película solvente en todo momento, divertida y que cumple. Se le podía haber pedido un toque autoral, desde luego, pero eso no quita lo bueno que tiene.
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