Jack, un joven granjero huérfano del reino de Cloister, viaja a la ciudad para vender a su caballo, ya que él y su tío viven en la pobreza y pasan muchas necesidades. Allí, de casualidad, un monje que es perseguido por la Guardia Real por razones que Jack desconoce le confía un saquito de habichuelas que debe llevar al monasterio del que él procede. Jack no lo imagina, pero está a punto de comenzar la gran aventura que va a cambiar su vida para siempre...
Al parecer Bryan Singer peleó bastante contra los productores de "Jack el Caza Gigantes", su nueva película y nueva versión del cuento clásico inglés "Jack y las habichuelas mágicas", por realizar un filme adulto y con personalidad que los mencionados productores querían dejar en un filme familiar del montón que fuese, a priori, más rentable en las taquillas. El caso es que la obra se ha quedado a medio camino de ambas opciones y, en lo referente a recaudación, ha pasado sin pena ni gloria y ha perdido dinero, según he leído. "Jack el Caza Gigantes" es una película visualmente muy bonita pero que no inspira nada y que se olvida al poco tiempo del primer visionado. Se nota la indefinición final del producto en el hecho de que, por una parte, tenemos en él escenas de cierta violencia (con unos gigantes antagonistas más brutales y sangrientos de lo que en un principio se puede esperar) y algún momento de humor adulto y, por otra, tenemos una historia lineal y simple hasta decir basta con unos personajes infantiles y llena de tópicos (mal tratados, porque es lógico que existan tópicos en la adaptación de un cuento de hadas, pero eso no es excusa para que todos sean gruesos sin excepción).
"Jack el Caza Gigantes" es un delicioso espectáculo visual (los escenarios son muy bonitos y la introducción animada también) y los gigantes que lo justifican están bien realizados, mientras que las escenas de acción son resultonas. Sin embargo, su historia es completamente impersonal y ni siquiera grandes actores como Ewan McGregor (un tanto perdido aquí y en un papel tambaleante) y Stanley Tucci pueden animar a un reparto en general bastante soso y sin alma (la pareja protagonista conformada por Nicholas Hoult y Eleanor Tomlinson no tiene química además). Ciertos giros de guión acertados pero escasos no impiden que el nuevo filme de Synger no pase de ser ese típico producto que, al terminar el año, nadie recordará ni por nada bueno ni por nada malo.
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