El joven Luke es piloto de motos en un circo ambulante. Lleva una vida itinerante sin ataduras. Un día, se entera de que ha dejado embaraza a Romina, una chica que vive en una pequeña población de las afueras de Nueva York, y decide abandonar su profesión para cuidar del bebé de ambos. Luke, sin embargo, sólo sabe hacer una cosa: conducir motos, y eso va a ser un problema a la hora de encontrar un trabajo. Luke no tarda en tener que aceptar una proposición un tanto arriesgada... Que va a cambiar su vida y la de otras personas que le rodean para siempre.
Derek Cianfrance retorna al drama en su siguiente filme de ficción tras "Blue Valentine" después de rodar el documental sobre artes marciales "Cagefighter" (que no he podido encontrar) con "Cruce de caminos", en donde repite su estilo escueto y pausado para entregar una nueva historia de individuos comunes marcada una vez más por la incontrolable y volátil fatalidad. Ryan Gosling (que repite con el director) y Bradley Cooper entregan dos geniales papeles muy distintos y complementarios en dos historias que retratan vidas de personajes a la deriva o marcados por circunstancias adversas y por ambientes opresivos que, de una forma u otra, no han elegido. Cianfrance articula perfectamente las tramas de ambos protagonistas para tratar, en 140 minutos que no se hacen largos (a mi por lo menos no se me han hecho), diversos asuntos universales como el amor, la familia, la muerte, la culpa, las relaciones entre padres e hijos, la amistad, la frustración vital, la pobreza y la falta de oportunidades o la corrupción policial y política que en ningún momento aparecen embrollados ni cortados de golpe.
El ritmo del filme es el justo y necesario para, por medio de planos directos, mostrar los sentimientos de los personajes que lo pueblan, entre los que además destacan los interpretados por excelentes secundarios como Eva Mendes, Ray Liotta o Rose Byrne. Cianfrance sabe entregar un drama además con el justo toque realista y el justo toque épico que, espléndidamente fotografiado, alcanza grandes y bien tratadas cotas de lirismo que en ningún momento resultan pretenciosas ni tampoco ñoñas. Los diálogos están también escrupulosamente cortados y las escenas de acción que estallan en la plena calma que destina el resto del metraje son dinámicas y atractivas y con la potencia justa. En definitiva: a mi me ha gustado "Cruce de caminos", una película que ha cosechado opiniones muy dispares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario