Tres universitarios noruegos se adentran en las profundidades de su país cámara en mano para grabar a supuestos cazadores furtivos de osos. Pero en los oscuros bosques encuentran algo que no esperaban encontrar: una noche, les ataca una criatura de leyenda.. Que no es la única de su especie. Asombrados, descubren que los trolls existen y que viven aislados y apartados del mundo en los parajes más solitarios de Noruega.
De todas las "Brujas de Blair" que en los últimos años se han producido adaptadas a diversas temáticas (zombies, fantasmas, alienígenas, posesiones diabólicas, niños con superpoderes, fiestas adolescentes...) "The Troll Hunter", sin ser perfecta, es una de las proposiciones más loables de todas. Tenemos lo de siempre: el falso documental de siempre con los jóvenes de siempre que acaban metidos en el lío de siempre. Sólo que esta vez tenemos a trolls como los objetivos que hay que grabar, y su hábitat natural son las profundidades de Noruega, el país del que proviene el filme y su director, André Ovredal, del que no he encontrado más filmografía más allá de esta obra (tal vez sea su debut, no lo sé). La premisa es interesante y nunca se ha llevado a cabo y, aunque "The Troll Hunter" tiene el eterno problema de este tipo de filmes (esa falta de ritmo en esa historia llena de tiempos muertos que no sirven para nada que ya tenía la propia "El Proyecto de la Bruja de Blair"), la originalidad y sus absolutamente maravillosos efectos especiales la hacen merecedora de por lo menos un visionado para todo buen fan del cine fantástico en general que se precie o para todo aquel que nunca diga que no a ver algo medianamente diferente.
"The Troll Hunter", como he dicho, tiene unos efectos especiales completamente geniales. Los trolls que aparecen en el filme, perfectamente integrados en los paisajes, son una delicia del diseño, de la animación y de la imaginación, y protagonizan muchas escenas de acción verdaderamente sorprendentes. El otro punto importante son sus escenarios: la naturaleza indómita noruega es retratada de forma magnífica y resulta tan bella como amenazadora y perturbadora. Este nuevo falso documental de terror y aventuras no es una obra perfecta y puede que en esencia no diga mucho más nuevo (aunque a estas alturas...), pero sí que tiene cualidades suficientes para que, poco a poco, vaya haciéndose con un lugar destacado dentro de un "género" que suele dar bastantes bodrios, lo cual seguro que esta cinta no es.
Una gran sorpresa y una película completamente fuera de cualquier prejuicio. Me parece que ha pasado más desapercibida de lo que merecía, pero es muy superior, por sentido del humor y del ritmo, a muchas papanatadas yanquis que seguramente cuentan con un mayor presupuesto.
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