Porco Rosso
domingo, 28 de abril de 2013
IDENTIDAD de James Mangold - 2003 - ("Identity")
En un solitario motel de carretera se encuentran de pura casualidad, durante una noche de tormenta, una actriz de Hollywood con su chófer, un policía que escolta a un peligroso presidiario, una prostituta, una joven pareja, un matrimonio con un niño pequeño y el recepcionista del lugar. Algo comienza a ocurrir: alguien empieza a asesinarlos de uno en uno y todos habrán de colaborar para descubrir quién es y pararle los pies. Mientras, en otra parte del país, un grupo de jueces y abogados deciden la suerte final de un condenado a muerte...
"Identidad" es otra de las películas flojas del todoterreno James Mangold junto a "Inocencia interrumpida" o "Kate & Leopold". No se la puede llegar a considerar una mala película porque entretiene, porque los actores están bastante bien en sus papeles (sobre todo Alfred Molina y Pruitt Taylor Vince, muy muy bien ambos) y porque no tiene diálogos ni momentos de vergüenza, pero tampoco es buena porque todo lo que construye termina destrozado en un giro final bastante tramposo y para colmo pretencioso que, qué quieren que les diga, a mi no me vale. Homenaje a obras como "Diez negritos" de Agatha Christie (cierto es, lo he leído en otra crítica y no había caído en ello) y, por supuesto (y este sí es patente desde el inicio), a la "Psicosis" de Alfred Hitchcock (está ambientada en su mayor parte, además, en un motel apartado de la América profunda que hace referencia constante al que todos ya conocemos), "Identidad" comienza de una forma muy interesante: un grupo de personajes de muy diferente clase y condición se encuentra una noche lluviosa en el mencionado motel de carretera y empiezan a caer uno a uno asesinados por no se sabe quién. El retrato social que despliega Mangold es acertado: todos son hijos de su padre y de su madre y todos tienen prejuicios y traumas varios (destaca especialmente el retrato del miedo del ciudadano medio ante los presidiarios y de su desprecio de las prostitutas), mientras que la acción es interesante y las relaciones que se dan entre todos los personajes son muy fluidas y lógicas.
Es a partir de sus primeros 50 minutos aproximadamente cuando "Identidad" empieza a desvariar y a caer en la total mediocridad. Primero porque los personajes terminan de desarrollarse bruscamente para caer en el ya típico y cansino jueguecito de carreras por el motel persiguiendo al asesino de turno (o al que creen que es el asesino de turno) y dándose leches. Segundo, y más importante, por el inesperado pero como he dicho muy tramposo desenlace del filme: hay algunos que lo defienden; yo no... De hecho, me dejó cara de idiota y creo que es facilón y bastante tonto aunque intente ir de todo lo contrario y tenga pretensiones de thriller sesudo e innovador. No, no me convence el final de "Identidad", y por eso el filme se queda para mi en, simplemente, fallido.
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