GRANDES ESPERANZAS de Mike Newell - 2012 - ("Great Expectations")

Pip, hijo adoptivo de un humilde herrero de un pequeño pueblo, sueña con convertirse en un caballero y con ascender en la escala social. La oportunidad le llega cuando un misterioso benefactor le envía a Londres y le otorga una gran cantidad de dinero para que viva en la capital como el caballero que él desea ser. Sin embargo, Pip se enfrenta a problemas con su nueva vida: se va a alejar de su padre adoptivo, que es su mejor amigo, y también de su amor de toda la vida, Estella, la bella pero vitalmente hastiada sobrina de una aristócrata loca venida a menos. Además, queda la identidad de su benefactor... ¿Quién le ha sacado de su vida humilde de un día para otro y por qué lo ha hecho?

Mike Newell es un director demasiadas veces irregular pero cada cierto tiempo entrega obras bastante destacadas y su última creación está entre ellas. "Grandes Esperanzas" ha sido adaptada, como casi todas las grandes novelas de Charles Dickens, en innumerables ocasiones tanto para la gran como para la pequeña pantalla (y para el teatro también), y la historia, pues como la de todas estas adaptaciones de historias (valga la redundancia) inmortales, nos la sabemos ya sea por las otras versiones o por la propia novela. Pero Newell, amparándose en un excelente reparto (el joven Jeremy Irvine lo hace bastante bien y lleva aceptablemente el peso de la trama) y en una factura técnica impecable sabe llevar el relato clásico a la pantalla una vez más manteniendo en todo momento el interés y desplegando sin perder el ritmo una combinación perfecta de romance, amistad, humor, intimismo delicado e inteligente, cierta aventura y algo de misterio y, sobre todo, crítica social. Newell respeta en este sentido y además escrupulosamente el ideario de Dickens: ataque a la jerarquía social de su tiempo, a la estupidez y altanería de las clases altas y exaltación de las personas comunes y sencillas, cuya bondad siempre prevalece sobre las retorcidas personas ricas y de moral hipócrita.

"Grandes Esperanzas" en su versión de 2012 (se ha estrenado aquí un poquito tarde) se apoya además como he dicho en un reparto excelente: no sólo el mencionado Jeremy Irvine, sino secundarios como su ambiguo interés amoroso Hollyday Grender, Helena Bonham Carter (un poco cansina en su papel de "freakie" loca de siempre, pero lo hace bien), Ralph Fiennes, Robbie Coltrane o Jason Flemyng están verdaderamente bien y gozan de mucho carisma. También, como en toda película de época que se precie, la factura técnica es importante, y Newell sabe aprovechar los escenarios con sabiduría, tanto los interiores como los preciosos exteriores, así como enriquecerlos con detalles y con el vestuario apropiado. La fotografía de John Mathieson es también maravillosa. "Grandes Esperanzas" de Mike Newell es una buena opción en la actual cartelera.