Porco Rosso

Porco Rosso

viernes, 15 de marzo de 2013

DENTRO DEL LABERINTO de Jim Henson - 1986 - ("Labyrinth")


Sarah es una adolescente con una imaginación desbordante que ha de quedarse una noche en casa a cuidar de su hermano pequeño Toby porque sus padres, dos adultos aburridos, van a salir. Hastiada de la situación, clama para que los duendes se lleven al bebé para que la deje tranquila... Y entonces Jareth, el malvado rey de estas criaturas, se le aparece, lo secuestra y le pone una prueba: si quiere rescatarlo, ha de cruzar su retorcido laberinto en tan sólo trece horas. Sarah, transportada a este lugar mágico, comienza su aventura... Va a encontrar multitud de peligros. Pero, contra todo pronóstico, también va a descubrir la verdadera amistad.


"Dentro del Laberinto" fue la segunda película que Jim Henson dirigió para la gran pantalla que se apartaba de su mundo de "Los Teleñecos" tras la genial "Cristal Oscuro" y, por desgracia, la última, ya que murió prematuramente de una neumonía en 1990 con tan sólo 54 años. Se repiten las constantes de la mencionada cinta de 1982: se narra un cuento de hadas en el que priman los valores de la amistad, la camaradería, la bondad y la valentía aunque se le otorga un toque ciertamente siniestro que lo aleja del cuento para niños al uso para emparentarlo con los cuentos clásicos más oscuros. El reparto vuelve a estar compuesto por marionetas, aunque se le suman en esta ocasión dos actores reales cuyas interpretaciones han quedado para los anales y son ya icónicas en el cine fantástico de todos los tiempos. La primera es una jovencísima Jennifer Connelly, que da vida a la ingenua pero valerosa protagonista; el segundo es David Bowie, que hace lo propio con el malvado de la función (y que además canta, baila y que creó cinco de las canciones de la película). "Dentro del Laberinto", inspirada claramente en clásicos como "Alicia en el País de las Maravillas", "El Mago de Oz" o "La Historia Interminable", es una joya en todos los aspectos: Jim Henson equilibra a la perfección el ritmo de la acción para combinar sin fisuras escenas de corte intimista (el inicio con Connelly sufriendo la soledad de la "diferente" en el mundo real es maravilloso), momentos de pura aventura, partes musicales, claves cómicas y hasta un toque con ecos de erotismo (la relación entre Sarah y Jareth está cargada de deseo y de repulsión a la vez y de tensión sexual y resulta tremendamente sugerente, sobre todo en momentos que tienen su cierta ambigüedad como el baile de máscaras) y regala una cinta que no ha envejecido en absoluto y que es disfrutable tanto por los más pequeños como por los mayores de todas las generaciones.


Por supuesto, no olvido comentar lo que la ha hecho sobre todo maravillosa. En primer lugar, sus personajes, porque a los mencionados Connelly y Bowie hay que sumar un plantel maravilloso de marionetas que desbordan carisma, personalidad y buen hacer por los cuatro costados: desde el ambiguo pero finalmente bondadoso enano Hoggle hasta el tierno monstruo Ludo pasando por el caballeroso perro mosquetero Sir Didymus y su "caballo" Ambrosius o por la delirante corte de duendes del Rey Jareth (y quedan muchos, muchísimos más por mencionar, porque el plantel de criaturas que Henson se labró para esta película es sencillamente apabullante). En segundo lugar, no hay que olvidar los escenarios, que recrean toda clase de lugares tan pesadillescos como bucólicos con todo lujo de detalles evocadores. "Dentro del Laberinto" es, junto a "Cristal Oscuro", una absoluta obra maestra de culto y uno de los más grandes clásicos del cine de marionetas de todos los tiempos. Qué pena que Jim Henson nos dejase tan pronto.


3 comentarios:

  1. Absolutamente MARAVILLOSA. Paul.

    ResponderEliminar
  2. El Laberinto (así conocida en México) es sin duda una maravilla! Una de esas películas que uno siempre recordará con especial cariño.

    ResponderEliminar