TERMINATOR de James Cameron - 1984 - ("The Terminator")

En el año 2029, las máquinas dominan a la humanidad, a la que persiguen sin descanso buscando su eliminación. Sin embargo, entre las ruinas de la civilización ha surgido un ejército rebelde, el capitaneado por el joven John Connor, que enseña a luchar a los hombres y que está plantando una durísima resistencia a las fuerzas de los androides. Por ello, Skynet, la inteligencia suprema que domina a las máquinas, envía al pasado a uno de sus mejores guerreros, a un Terminator, un cyborg asesino casi perfecto, con una sola misión: asesinar a Sarah Connor, la madre de John, que a su vez envía a Kyle Reese, su mejor general, para que acabe con el Terminator y la rescate. La lucha por el futuro de la humanidad va a comenzar... En 1984.

James Cameron soñó una vez, estando enfermo con fiebre, con un robot asesino prácticamente indestructible que le perseguía para matarle de forma incansable. Inspirado por esta pesadilla, por varias ideas del gran escritor Harlan Ellison (que no se acreditaron hasta mucho tiempo después) y por algún episodio de la mítica serie de los sesenta "Más allá del límite", escribió un guión que vendió por un dólar (un dólar) con la condición de que le dejaran dirigirlo con libertad, que era lo que buscaba tras el escarmiento de "Piraña II. Vampiros del mar", su primera película y de la que él reniega (fue despedido del rodaje a las tres semanas y el filme es un completo desastre). Lo que surgió de este guión fue "Terminator" (en su día llamada "The Terminator"), una de las más grandes obras maestras de la ciencia ficción y una de las películas clave de la década de los ochenta. "Terminator" propuso en su momento una horrible pesadilla tecnológica que enfrentaba al hombre más indefenso contra la más despiadada de las máquinas de matar. En el futuro, los ciborgs dominan a la raza humana comandados por la mítica inteligencia artificial Skynet. Sin embargo, unos rebeldes les plantan cara, y los ciborgs envían a uno de ellos al pasado (1984, el año del filme) para que mate a la madre del general de los ejércitos humanos, que a su vez envía a su mejor soldado para que salve a su madre (la identidad de este soldado es además una sorpresa). Dos humanos contra una mente asesina sin escrúpulos y sin sentimientos. El espectáculo está servido.

Con una acción frenética, una violencia brutal y una trama de terror con retazos de cierto lirismo, James Cameron rodó, por fin con libertad y superado el trauma de la mencionada secuela de "Piraña", un estremecedor cruce entre road-movie de persecución, western crepuscular y relato de ciencia ficción que marcó una época y que le lanzó a él y a Arnold Schwarzeneger (el mítico Terminator en uno de sus grandes papeles -dada miedo con su inexpresividad y conseguía parecer una verdadera máquina-) a la fama mundial (aunque el segundo ya había protagonizado la también genial "Conan, el Bárbaro"”). La película seguía las andanzas de Kyle Reese y de Sarah Connor (los olvidados Michael Biehn y Linda Hamilton, que hacen muy buen papel), el general y la madre respectivamente de John Connor, en su eterna huída del mencionado androide, huída que es un prodigio de ritmo, de tensión y de nervio y, también, de efectos especiales, lo cual es extremadamente loable teniendo en cuenta que el filme no tuvo un gran presupuesto.

Para los anales ha quedado de hecho el fascinante y mil veces imitado diseño del esqueleto metátlico del Terminator, realizado en metal (valga la redundancia) y animado por medio de un mando y stop-motion. Tres secuelas (una grande y dos mediocres), una serie de televisión ("Las crónicas de Sarah Connor") e interminable merchandising siguieron a este fenómeno de masas que ya forma parte de la cultura popular norteamericana y que junto a iconos como Alien, Depredador, Blade Runner, el mencioando Conan fílmico, Indiana Jones o John McClane ayudó a configurar una década inimitable para el cine de acción y fantástico de los USA.