Sirius
Black, un peligroso y malévolo brujo, se ha fugado de la Prisión de
Azkabán y está buscando a Harry Potter para acabar con él. Sirius
cumplía condena por haber colaborado con Voldemort y está al
parecer directamente implicado en el asesinato de los padres de
Harry, que vuelve a Hogwarts un año más junto a sus amigos. Un
nuevo profesor ha llegado al lugar: Remus Lupin, un hombre afable que
parece sin embargo guardar oscuros secretos. Mientras Harry intima
con él, hechos extraños vuelven a ocurrir en la escuela... ¿Tienen
que ver con Sirius? ¿O tienen que ver con la extraña llegada de
Lupin?
Director,
guionista y productor, el mexicano Alfonso Cuarón ha creado una
filmografía muy variada y de gran calidad. Muy ecléctico y siempre
comercial, no ha dejado por ello de lado la labranza de una
personalidad artística, la narración de buenas y hondas historias y
el retrato de personajes con relieve. Trabajó como ayudante de
dirección en diversos filmes hasta debutar dirigiendo capítulos de
la serie de suspense "La hora marcada" y rodando la comedia
de relaciones personales "Sólo con tu pareja", todo un
éxito en su país que llamó la atención en los USA. Desde
entonces, ha alternado su carrera entre su México natal y los
Estados Unidos. Es un cineasta con una filmografía variadísima:
cada película suya es distinta de la otra. Las obras que siguieron a
su debut fueron la película infantil fantástica "La
princesita", el drama adaptación de la obra de Charles Dickens
"Grandes Esperazas", la road movie "Y tu mamá
también", la nueva película fantástica "Harry Potter y
el Prisionero de Azkabán" y el drama de ciencia ficción "Hijos
de los hombres".
Posiblemente
no sea su obra más representativa, pero "Harry Potter y el
Prisionero de Azkabán" es una película perfecta para presentar
a Alfonso Cuarón y una de sus mejores obras. Porque lo que a priori
puede resultar un producto de puro encargo (la tercera parte de una
saga ultracomercial centrada en un público bastante especial) con
pocas posibilidades de aportar una oportunidad a su director de crear
algo con personalidad termina siendo en sus manos una película con
impronta artística indiscutible y la mejor de toda la saga del niño
mago, que evoluciona por vez primera hacia la plena madurez en una
trama más seria, oscura e incluso violenta. Harry y sus amigos
llegan a la adolescencia y por ello sus personajes tienen más dudas
y más rebeldía y confusión que en anteriores filmes, mientras que
también se aprecian las primeras consecuencias de su despertar
sexual y de su primera educación sentimental. Por otra parte, los
personajes que les acompañan se tornan fieramente ambiguos: antes
sólo Severus Snape presentaba claramente un rol lleno de
claroscuros; las nuevas adquisiciones, Sirius Black y Remus Lupin, se
configuran como dos de los mejores caracteres de toda la serie y
hacen gala de unas contradicciones que les hacen tremendamente
creíbles y humanos (y los interpretan nada más y nada menos que
unos Gary Oldman y David Thewlis que se comen la pantalla). Los demás
secundarios nuevos (Peter Pettigrew, Sybill Trelawney...) cumplen muy
bien con sus papeles de comparsa, mientras que Michael Gambon lo hace
muy bien también como el nuevo Dumbledore.
La
trama de "Harry Potter y el Prisionero de Azkabán" es por
otra parte mucho más retorcida que las de los dos filmes anteriores
y que bastantes de los posteriores, y presenta enigmas interesantes y
bien cuadrados y, además, está llevada con gran ritmo y
equilibrando a la perfección el humor propio de la saga, la
aventura, el thriller y el drama, que por primera vez aparece
retratado en todas sus consecuencias. La ambientación se vuelve
mucho más oscura, más sombría, y la geografía de Hogwarts y del
resto del mundo de J.K. Rowking se vuelve amenazadora incluso (genial
el diseño de los Dementores, que pone los pelos de punta a niños y
a adultos): todo parece homenajear al terror gótico clásico e,
incluso, me atrevería a decir que se encuentran toques del
expresionismo alemán en ciertos escenarios. Fue una lástima que
Alfonso Cuarón no repitiese en la saga nunca más: su aportación es
la mejor de todas con diferencia, una película para toda clase de
públicos seria, consecuente, artística y que no se ve absorbida por
el hecho de pertenecer a una franquicia.
¡Me encanta! Lo peor que se puede decir de este prisionero de Azkaban es que el book es mejor. Pero es que para hacerle justicia y mostrarlo todo (y a todos) con la suficiente fidelidad y complejidad tendría que durar 5 horas y no es plan ;)
ResponderEliminarEl talento de Cuarón y su manera de explicar un concepto y conectar emocionalmente con el espectador se ve en una simple escena. Un dementor pasa sobre unas flowers, sin ni siquiera tocarlas, y estás se marchitan al instante. Como espectador, no necesitas las explicaciones posteriores del tipo “se alimentan de la felicidad y de los recuerdos felices, dejando solo la tristeza y la desolación; y produciendo frío”. No se puede explicar más claro, más poéticamente y mejor.
El personaje de Trelawney sabe a poco, pero Sirius y Lupin si tienen el suficiente carisma, humanidad y profundidad como para que los conozcamos y nos encariñemos de ellos (y que actorazos, como tú has dicho. Es imposible imaginarse a otros actores).
El tema time travel está muy bien llevado y los conflictos internos y dudas de Harry, too, al igual que su estupenda relación con Lupin y el despertar adolescente de los protas. Los dementores son espectaculares y el concepto boggart me parece brillante, aunque, lógicamente, en el book se explora más.
En fin, le tengo tanto cariño a este book (y a su peli) que no puedo ser objetiva. Como curiosity, es en este tercer año y no en el cuarto, cuando Harry se cuela por Cho ;)
Magic kiss three ***