Porco Rosso

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miércoles, 12 de diciembre de 2012

X-MEN II de Bryan Singer - 2003 - ("X-Men II")



Un mutante desconocido se introduce en la Casa Blanca y ataca al presidente de los Estados Unidos aunque no le mata. Esto da pie a que el jefe militar William Stryker aproveche la coyuntura de miedo para intentar poner en marcha su plan para acabar con todos ellos argumentando que son un peligro para la humanidad. El Profesor Xavier y los X-Men, a su pesar, habrán de colaborar con el grupo de Magneto para investigar lo ocurrido. Juntos, descubren una siniestra conspíración para acabar con los mutantes a la que habrán de combatir.


Si bien no llegó a la altura de crear un filme redondo en "X-Men", sí que lo hizo mucho mejor Bryan Singer en su secuela "X-Men II", la mejor película de la primera trilogía de los mutantes de Marvel (trilogía ensombrecida por desgracia por una tercera entrega absolutamente despreciable), donde mejoró notablemente el principal fallo que tuvo su primera parte: el que la hondura de los personajes no llegara demasiado lejos. Ahora, esto queda subsanado con una profundización más ligera en personajes ya asentados como Lobezno, Pícara, el Profesor Xavier y Magneto (los que gozaron de más protagonismo en aquella) pero no por ello superficial (sus conflictos siguen adelante) y con el desarrollo de una de las historias de amor más atormentadas y míticas de los cómics en los que el filme se basa: la de Cíclope y Jean Grey, que confirma al primero como líder contradictorio del grupo y a la segunda como el ser altruísta y a la vez con una parte siniestra que esbozaba ya la famosa "Fénix Oscura" que tanto daría que hablar en las aventuras de los personajes en las viñetas. Por otra parte, Tormenta y el Hombre de Hielo toman más protagonismo y son completados por otros personajes igual de bien desarrollados entre los que destacan unos excelentes Rondador Nocturno y Pyro, las nuevas grandes adquisiciones que además vienen con un conflicto interior magníficamente conducido por Singer y que enriquecen al bando de los villanos, de nuevo liderados por el mencionado Magneto y por Mística y con competencia directa de manos de un igualmente muy destacado William Strike interpretado por un Brian Cox que se amolda perfectamente y con carisma al papel de antagonista secundario y al que acompañan unos letales Deathstrike y Mente Maestra. Otros secundarios aparecen con menos protagonismo pero con solvencia suficiente ante las cámaras como Kitty Pryde, Coloso o Júbilo.


La trama de "X-Men II" es, por otra parte, la más y mejor desarrollada de su trilogía: ahonda en el conflicto entre los mutantes pro y anti humanos y obliga al bando de Xavier y al de Magneto a colaborar a su pesar para acabar con una amenaza común que precisamente viene de estos humanos, lo que da pie a muy buenos diálogos entre ambos personajes enfrentados y sus seguidores. Es especialmente destacable el conflicto que aparece entre el Hombre de Hielo y Pyro, que dominan dos elementos contrapuestos que sirven como símbolo perfecto de la rivaldiad que las circunstancias desatan entre ambos y la separación de su forma de pensar con respecto a los mencionados humanos. La estética sigue siendo la de la primera parte, fiel a los cómics pero actualizada y recreada de modo más realista y discreto, y las escenas de acción, sin abusar de los efectos especiales, vuelven a ser muy destacadas, limpias, precisas y emocionantes. "X-Men II" es la mejor entrega de la primera trilogía de los mutantes de la casa de Marvel, trilogía en la que por desgracia Bryan Singer no continuaría y que culminaría tristemente en una "X-Men III. La decisión final" verdaderamente vomitiva que fue dirigida por el artesano sin personalidad Brett Ratner, que se cargó vilmente la saga hasta la llegada de la genial precuela de Matthew Vaughnn "X-Men. Primera generación", que volvería a levantar el listón para contar las primeras aventuras de Xavier y Magneto y hacernos olvidar aquella bazofia que comentaré mañana.

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