Porco Rosso
jueves, 1 de noviembre de 2012
TIEMPO DE MELODÍA de varios autores - 1948 - ("Melody Time")
Siete piezas animadas por diferentes músicas.
Si en mayor o en menor medida todas las "películas-paquete" de Walt Disney que he comentado hasta ahora (rodadas en los años cuarenta durante la crisis que padecía el estudio) dan la sensación de ser una suerte de "cajón de retales" debido a ser filmes propagandísticos financiados por el gobierno de los USA o a ser colecciones de historias cortas irregulares (algunas se ve claramente que son ideas desechadas retomadas para "rellenar"), "Tiempo de melodía", la tercera composición de pequeños cortes musicales de la compañía tras la mítica "Fantasía" y la irregular "Música, maestro", directamente da la impresión de estar construída con "los desechos de los desechos". Casi todos sus segmentos, basados en esas ideas desechadas o incluso copieteados de segmentos de otras películas, son flojos, muy flojos, cuando no directamente malos, y la animación es igualmente floja, de las peores y menos fluidas y definidas de la compañía.
"Once upon a Wintertime" es la floja introducción de la obra, en la que dos parejas enamoradas (humanos y animales) patinan sobre hielo mientras Frances Langford canta un tema de rollo amoroso; para empezar un filme, el segmento es ñoño y algo tontuno. "Bumble Boogie", una pieza que iba a ser incluida en "Fantasía" pero que se desechó al final es la siguiente, en la que una abeja se vuelve loca al ritmo de "El vuelo del moscardón" (en variación de jazz) del ruso Nikolai Rimski-Kórsakov. Surrealista y delirante, posiblemente sea el mejor corto de la colección: alegre, loco y cachondo. "La Leyenda de Juanito Manzanas" es la tercera historia, que cuenta la vida adaptada para niños del deboto Johnny Appleseed, vida que desprende un tufo moralizante y religioso de propaganda cristiana que echa para atrás. El cortometraje para colmo tampoco es destacado ni en animación ni en presentar algo imaginativo. "Little Toot" no mejora lo presente: un barquito valiente salva a un barco mayor del naufragio en una pieza de aventuras también con rollo moralizante (centrado ahora en el esfuerzo y en su exaltación a toda costa, digna del "Sueño Americano", y en la obediencia de los jóvenes a los adultos sin rechistar) que se parece demasiado al capítulo dedicado a Chile de "Saludos, amigos" (la historia es casi igual, sólo que cambiando al avión por el barco).
"Trees" es un poquito mejor, aunque cortito: de estilo más experimental, "Fred Waring y los Pennsylvanians" cantan un poema dedicado a los árboles de Joyce Kilmer con imágenes de árboles y naturaleza. "Blame it on the Samba" es ya puro descaro, aunque su animación sea buena: el pato Donald y el papagayo brasileño José Carioca vuelven, por tercera vez, a bailar samba por las calles de Brasil en un segmento que ya hemos visto (con variaciones casi imperceptibles) en "Saludos, amigos" y en "Los Tres Caballeros" y que tiene toda la pinta de ser un desecho de alguna de estas dos películas colocado aquí para rellenar el metraje con la cara más dura nunca vista. "Roy Rogers and the Sons of the Pionneers and Pecos Bill", que cierra el filme, es posiblemente lo más decentito de "Tiempo de melodía" junto a "Bumble Boogie": narra la historia de un cowboy y su caballo y tiene aventuras, romance y humor y aunque la animación no es maravillosa por lo menos es dinámica y no da la sensación de ser otro desecho más que el estudio Disney ha metido aquí con calzador. El conjunto, de todas maneras, no lo levanta: "Tiempo de melodía" es mala, mala; lo era en su tiempo y lo sigue siendo ahora. La peor de todas las películas-paquete y el peor de los Clásicos de Walt Disney de todos los tiempos con diferencia.
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