Porco Rosso
lunes, 17 de septiembre de 2012
LOS SIN NOMBRE de Jaume Balagueró - 1999 - ("Los sin nombre")
Cinco años después del brutal asesinato de su hija pequeña, Claudia recibe una llamada… Y la que está al otro lado del teléfono es su propia hija, que parece estar viva y que le pide ayuda. Claudia empieza su búsqueda esperanzada y a la vez de nuevo aterrorizada. Le va a ayudar el policía Massera, quien llevó su caso hasta que apareció el cadáver, y Quiroga, un periodista intrépido especializado en parapsicología y ciencias ocultas. Pronto, los tres van a descubrir algo terrible y se van a ver envueltos en una oscura espiral de terror.
El catalán Jaume Balagueró es uno de los nombres más famosos del cine fantástico español moderno. Especializado en el campo del terror, ha dirigido hasta la fecha seis largometrajes que le han confirmado como una de las promesas del género incluso en Europa. Su estilo visual bebe esencialmente de los videoclips (en sus inicios sobre todo), a partir de cuyas premisas ha desarrollado el llamado “Efecto Balagueró”, un efecto estroboscópico por medio del cual se iluminan los puntos de interés de los planos de forma rápida y periódica, efecto que en un filme de horror puede crear ciertamente una gran y agónica angustia (aunque en mi opinión no se trata de un recurso original, pues ha sido usado antes –en otras variantes por lo menos o con otros objetivos que no son los de asustar- de que lo hiciese el creador que tratamos). Destacan también en sus cintas sus muy buenas ambientaciones, sus atmósferas góticas y siniestras, oscuras y oníricas que se cimientan en el poder evocador de los escenarios (como es habitual en el género lugares antiguos y/o abandonados) y de los objetos que en ellos se encuentran, muchos de ellos de resonancias retro. Sus personajes principales suelen ser seres comunes o con alguna particularidad oculta que han de enfrentarse a otros seres estrambóticos y de formas usualmente grotescas y aberrantes. Los niños siempre tienen una gran importancia en sus historias: son los que ven lo que los mayores no pueden ver y también los portadores del mal o del bien.
Jaume Balagueró me resulta un director en ciertos aspectos algo sobrevalorado y que, en todas sus películas, oscila en lo que a guión y narrativa se refiere entre ideas ciertamente originales y sustos facilones, tópicos vulgares y argumentos tramposos, mientras que en lo visual hace lo propio entre buenos e imaginativos efectos y recursos y entre fórmulas predecibles y trilladas vistas mil veces en miles de videoclips (que no sirven sino para apoyar aún más a los referidos sustos fáciles). Su recomendable debut fue “Los sin nombre”, tras el que llegó su peor obra en mi opinión, el bodrio de “Darkness”. Ese mismo año dirigió junto a Paco Plaza el documental “OT. La película”, trabajo de puro encargo por el que se le criticó durísimamente de manera bastante injusta, y dos años más tarde llegó la correcta “Frágiles”. Sus últimas obras han sido los grandes éxitos “REC” y "REC II" (la primera destacadísima en su género y la segunda trillada, manida y finalmente horrorosa), dirigidas de nuevo junto a Paco Plaza, y la genial "Mientras duermes", su mejor y más adulta película hasta la fecha.
Adaptación de la novela homónima de Rampsey Campbell, “Los sin nombre” es una muy recomendable propuesta de cine de terror psicológico en la que quedan sentadas todas las bases del cine de su autor, el entonces debutante Jaume Balagueró. La trama la hemos visto antes, o por lo menos hemos visto historias parecidas: un grupo de personajes comunes (y algunos de ellos destrozados por traumas del pasado) se enfrentan a lo sobrenatural, a una secta siniestra en la que late la pura maldad, que viene de la mano de una niña que todos creían muerta años atrás y que ha aparecido de repente. Dejando a un lado su hasta cierto punto sorprendente aunque también algo precipitado desenlace, “Los sin nombre” no muestra nada que no hayamos visto antes. Sin embargo, la película resulta atractiva por el trabajo que Balagueró realiza en el campo de la ambientación, en el que destaca una esplendorosa fotografía tremendamente tétrica, una banda sonora sugerente, una atmósfera desalentadora de pesadilla excelentemente recreada y un diseño de personajes monstruosos muy acertado. Además, sorprende su brutal violencia sin concesiones, violencia sangrienta y descarnada de la que Balagueró no oculta nada y que deriva en ocasiones en puro sadismo (el comienzo del filme es verdaderamente terrorífico). La narrativa, con buen ritmo, se sustenta en los efectos del videoclip, no abusivos como ocurre con otros productos modernos del mismo tipo, mientras que los actores están realmente excelentes, sobre todo Emma Viralasau y Karra Elejalde. Ciertamente, una buena obra que en su momento insufló al cine español fantástico un soplo de aire fresco (cosa que por otra parte tampoco era –ni es hoy- difícil).
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Era una película que me quedó pendiente de Balagueró, ya quería verla después de Darkness, pero no fue posible, ahora que me la has recordado, a ver si la veo.
ResponderEliminarUn saludo.
Esperaba que me gustara más. Como dices, la parte técnica es muy buena pero flojea en cuanto al argumento. Aún así merece la pena verla.
ResponderEliminarSaludos.