Porco Rosso
jueves, 20 de septiembre de 2012
LOS MERCENARIOS de Sylvester Stallone - 2010 - ("The Expendables")
El experimentado guerrero Barney Ross lidera un grupo de poderosos e infalibles mercenarios unidos, además de por el trabajo, por la amistad y la camaradería más absolutas. Juntos, no hay misión que se les resista. Sin embargo, la banda completa va a ser puesta a prueba cuando les encarguen acabar con el sanguinario dictador Garza, que domina con mano de hierro la isla sudamericana de Vilena, donde lleva a cabo oscuras actividades. Los mercenarios de Barney Ross se van a enfrentar a unos terribles enemigos y, además, van a poner a prueba su lealtad como grupo.
Muchos de los que fuimos niños en los ochenta y en los noventa soñábamos con ver en una misma peli a los más famosos actores del cine de acción de ambas décadas, a nuestros ídolos de entonces. Bruce Willis, Sylvester Stallone, Arnold Swarzenegger, Chuck Norris, Jean-Claude Van Damne o Steven Seagal e incluso, por qué no, Dolph Lundgren (que bueno, no era tan famoso, pero al fin y al cabo era el mítico Iván Drago de la saga "Rocky", el también mítico He-Man y aquel Punisher olvidado y cutre pero que nos hizo flipar siendo enanos) juntos en un cóctel de acción era algo que siempre habíamos ansiado ver y con lo que fantáseábamos en el patio de recreo del colegio. Y bueno, con la saga de "Los mercenarios" (horrorosa la traducción al español, de pura vergüenza por lo cutre y nada exacta que es) nuestro sueño se ha hecho realidad en parte (de los mencionados sólo falta por aparecer Steven Seagal...). No sé qué le ocurrió a Stallone alrededor del periodo que abarca 1997 y 2006, en el que se dedicó a protagonizar bodrio tras bodrio e incluso a estrenar tristes despropósitos que salieron directamente al mercado del vídeo y el DVD. Por suerte, el actor ha salido de este bache de prácticamente una década y ha rehabilitado con dignidad sus míticas sagas "Rocky" y "Rambo" ejerciendo como protagonista, director y productor, como artífice total, vaya. Y qué mejor momento, en el que está claramente de moda el pastiche-arti-retro-bastardo con filmes como "Kill Bill", "Grindhouse", "Machete", "Hobo with a Shotgun" o "Abraham Lincoln. El cazador de vampiros" que desarrollar esta saga y meter, en un mismo filme de acción, a los mencionados Stallone, Willis, Swarzenegger y Lundgren (Norris y Van Damne se quedarían para la secuela) y acompañarlos además del actoralmente resucitado Mickey Rourke, de estrellas de la acción más jóvenes como Jason Statham o Jet Li, del ex-jugador de fútbol americano Terry Crews, del ex-luchador Randy Couture, de David Zayas como el malo maloso y de Eric Roberts, que hace (cómo no) del otro villano de la función. Y bueno, con este reparto bomba, se pueden imaginar que la acción está servida.
"Los mercenarios" no sería posiblemente una buena película si no fuese por sus actores y por lo que representan. Está rodada con oficio y las escenas de acción son espectaculares y más que correctas, pero la historia es simple y está muy vista: es un refrito de cosas que hemos disfrutado en miles de cintas de acción de todas las décadas, buenas y malas. Pero eso es lo que busca Stallone por otra parte: los tópicos están servidos de manera consciente, y los homenajes y las parodias a las películas clásicas y modernas de todos sus protagonistas, y los diálogos con la chispa irónico-nostálgica, y por supuesto los buenos son muy buenos y los malos son diabólicos y hay un elogio de la amistad y la camaradería y hay muchos chistes molones y fanfarrones. Y no falta, cómo no, la persecución desquiciada de turno, y el show de artes marciales, y la pirueta pirotécnica y el combate final testosterónico y delirante. Pero eso es lo que queremos los fans del cine de acción, ver a todos estos actores que marcaron nuestras infancias y adolescencias juntos en una misma película que es consciente de lo que es; un pastiche, pastiche pero efectivo y con gracia y bien hecho. Yo me lo pasé teta con "Los mercenarios", y todavía me lo he pasado más teta con su secuela, todavía más desquiciada. Véanla sin prejuicios y disfrútenla.
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Por supuesto, esta película está dedicada a mi amigo Pablo McClane ;) HAAAAA!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGRANDIOSA,GRANDIOSA Y GRANDIOSA
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