Porco Rosso

miércoles, 31 de julio de 2013
TRABAJOS DE AMOR PERDIDOS de Kenneth Branagh - 2000 - ("Love's Labour's Lost")
Ha estallado una guerra entre varias naciones y como protesta el Rey de Navarra y sus tres mejores camaradas hacen el solemne juramento de encerrarse a estudiar durante tres años para exaltar el valor de la cultura por encima de todas las cosas. El juramento incluye, durante ese tiempo, no tocar a una mujer. Algo que va a ser bastante dificil cuando reciban la visita de la Princesa de Francia y de sus tres adorables y bellas amigas...
Kenneth Branagh repitió una vez más con su amado William Shakespeare (y las que le quedaban y le quedan) tras su magistral versión de "Hamlet" con "Trabajos de amor perdidos", la adaptación de la que según he leído es una de las obras más extrañas y complejas del autor ingles, creada para ser representada al parecer sobre todo en la corte y por ello más preparada para una audiencia con más formación que la habitual de los teatros populares de su tiempo. Vuelvo a decir lo que he dicho ya en otras adaptaciones del autor: no soy un experto en Shakespeare e incluso confieso que, antes de catar la película, no conocía de absolutamente nada "Trabajos de amor perdidos". Y vuelvo a decir lo de siempre: Branagh consigue cautivar a un profano como yo, y eso vale su peso en oro. Una vez más el actor y director "shakesperiano" por excelencia ambienta la obra en un tiempo imaginario (una primera mitad del siglo XX alternativa) y una vez más entrega un musical de enredos fantástico que está perfectamente al nivel de la más valorada "Mucho ruído y pocas nueces" de su primera etapa.
Homenajeando al musical clásico dorado de Hollywood, Branagh conforma una comedia romántica con diálogos ágiles, divertidos y a la vez inteligentes; con unos números musicales fantásticos protagonizados por un elenco actoral fantástico (el mismo Branagh y un amplio cartel de grandes intérpretes, cantantes y bailares masculino y femenino), con una ambientación como he dicho imaginativa y muy rica (perfectamente a caballo entre lo rómántico y lo realista, lo retro y lo moderno) y un mensaje además antibelicista que está insertado a la perfección y sin que afecte al contenido cómico general de la obra. "Trabajos de amor perdidos" fue un fracaso comercial estrepitoso y es hoy una de las cintas más olvidadas y menos valoradas de su director. Yo creo que hay que recuperarla porque es una delicia.
martes, 30 de julio de 2013
MORTADELO Y FILEMÓN. MISIÓN: SALVAR LA TIERRA de Miguel Bardem - 2008 - ("Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra")
El mundo está viviendo la peor sequía de la historia y todos los agentes secretos del planeta están buscando la manera de averiguar qué es lo que ocurre. Mientras, una vez más, el Profesor Bacterio corre peligro... A causa de uno de sus inventos. Y el que lo desea esta vez es el malvado Botijola, el pérfido fabricante de la bebida que lleva su nombre (una bebida asquerosa que nadie quiere tomar), que anda detrás de todo lo que está pasando. Una vez más, los mejores agentes de la T.I.A. van a tener que salvar la situación...
"La gran aventura de Mortadelo y Filemón" fue una película fallida debido a la dificultad de adaptar para la pantalla el humor "slapstick" de las viñetas de los célebres agentes secretos de Francisco Ibáñez. Su secuela no es fallida: es directamente detestable. "Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra" es uno de los despropósitos más enormes de la historia del cine español. Repite el reparto con solvencia (todos tienen su gracia, es cierto, sobre todo Pepe Viyuela, que clava una vez más a Filemón) exceptuando a Benito Pocino, que al parecer no quiso participar en el filme por desavenencias con los productores y que dejó el papel de Mortadelo en manos de Eduard Soto, famoso por el cansino personaje del "Neng" (y bueno, no lo hace mal, la verdad). Repite también la estética, que clava a la de los cómics, pero eso no es mérito de nadie pues ya quedó asentada en la anterior película. Y el director ahora es Miguel Bardem y el humor de la película es lo más casposo, pacato y vergonzante que se ha visto en mucho tiempo en una comedia española (y miren que las hay casposas, pacatas y vergonzantes, que de esto estamos bien surtidos).
Los gags de esta "cosa" (no se le puede llamar de otra forma) no sólo no tienen gracia, como ocurría en el anterior filme, sino que producen el sonrojo del espectador y las ganas de salir corriendo de la sala. El ritmo es infumable y el montaje es peor, y la cinta se hace eterna, verdaderamente interminable. La trama es errática y estúpida y los diálogos dan pura vergüenza ajena. Para colmo, hay un tufo político maniqueo y partidista que nos pone, en pleno 2008, a contemplar gracietas relacionadas con Bush y con la Guerra de Irak (ese perro, ese perro es la cosa más cutre, casposa y casi molesta que he tenido el disgusto de ver en una película en mucho tiempo). Para hacer crítica social hay que tener un poco de gracia, de ironía, de lucidez; no basta con poner a un can con mala leche llamado como aquel despreciable presidente de los USA dando mamporros a diestro y siniestro. En fin: "Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra" es una de las mayores bazofias de la historia del cine español. Y no conozco a nadie que opine lo contrario.
lunes, 29 de julio de 2013
LA GRAN AVENTURA DE MORTADELO Y FILEMÓN de Javier Fesser - 2003 - ("La gran aventura de Mortadelo y Filemón")
El nuevo invento del Profesor Bacterio, el Desmoralizador de Tropas, ha sido robado para ser vendido al cruel tirano Calimero, el dictador del país de Tirania, que pretende utilizarlo para hacer el mal. No hay problema ninguno: los mejores agentes de la T.I.A., Mortadelo y Filemón, se van a encargar de recuperarlo...
"La gran aventura de Mortadelo y Filemón" fue la primera película de acción real realizada para el cine sobre los míticos detectives de la T.I.A. de Francisco Ibáñez. Fue uno de los más grandes éxitos de taquilla del cine español y, aunque está realizada con sumo cariño (se ve que su director, Javier Fesser, y su hermano Guillermo, acariciaban el proyecto desde hacía tiempo y son fans absolutos del cómic), es una película claramente fallida (aunque no llega a la cota de infamia de su secuela, dirigida de forma terrible por Miguel Bardem en 2008). El director de "El Milagro de P. Tinto" clava la atmósfera y la estética dél cómic, que por otra parte pienso que de una forma u otra ya había sido homenajeada en su mencionada primera película. Los escenarios de "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" son una delicia y están cargados de detalles (esos detalles que hacen únicas a las aventuras de las viñetas, esos inventos absurdos, esos transportes cutres, esas calles "modernas" con elementos castizos a tutiplén, esos chorizos y botijos que asoman de cada esquina...), y el vestuario es igualmente una maravilla, así como la perfecta caracterización de los personajes (es más dificil de lo que se puede pensar en un principio el dar vida a estos caracteres en los físicos de actores reales que puedan dar el pego). Sin embargo, el humor del filme tiene el problema de que, directamente, no funciona.
El "slapstick" por momentos brutal y extremadamente bestia de las viñetas de Ibáñez (heredado de los grandes maestros del humor) está bien representado, pero, posiblemente por la diferencia entre ambos formatos, no funciona en la pantalla. Le funcionaba a Charles Chaplin o a Buster Keaton, pero no a Javier Fesser. Con "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" ocurre algo parecido a lo que ocurre con las versiones para la gran pantalla de las aventuras de los héroes del cómic francés Asterix y Obelix: las tortas que le dan a los romanos funcionan en los tebeos, no en la pantalla, de la misma manera que los trompazos que se dan Mortadelo y Filemón funcionan en el primer medio y no en el segundo. ¿Por qué? Pues no lo sé: tal vez Chaplin y Keaton eran maestros de un arte extremadamente dificil que Fesser no pudo conseguir... El caso es que, hoy y hace diez años, cuando el filme se estrenó, uno puede leer un cómic de Mortadelo y Filemón y reírse a carcajadas y uno puede ver después el filme y... No reírse en absoluto. Tampoco ayudan ciertos golpes de humor "actuales" (referencias a personajillos españoles de nuestros días algo casposos) que nada tienen que ver con los de las viñetas y que se colocaron un poco con calzador.
"La gran aventura de Mortadelo y Filemón" es una película hecha con un cariño sin par y Javier Fesser es un excelente director (y sólo hay que ver sus otras dos películas para constatarlo). Además, los actores que interpretan a los personajes son absolutamente geniales: desde Benito Pocino (un cartero que fue contratado como Mortadelo al ver Fesser una foto suya) hasta Pepe Viyuela pasando por los secundarios que confirman la galería de los habituales de las historietas (el Súper, el Profesor Bacterio, la secretaria Ofelia, el invitado especial Rompetechos o los miembros del también mítico "13 Rue del Percebe"...) o por los personajes "nuevos". Pero la película, simplemente, no funciona; no hace demasiada gracia, y eso es imperdonable en una comedia porque consigue además lastrar a su ritmo. Los hermanos Fesser consiguieron captar toda la esencia estética de los cómics, pero su visión del slapstick no funcionó.
jueves, 25 de julio de 2013
LA BELLA DURMIENTE de Clyde Geronimi - 1959 - ("Sleeping Beauty")
Enfadada porque no ha sido invitada a la fiesta por el nacimiento de la Princesa Aurora, la malvada bruja Maléfica lanza un terrible maleficio sobre ella: el día de su decimosexto cumpleaños, se pinchará con una rueca y morirá y ello arrastrará a su reino a la perdición. Sin embargo, Maléfica no cuenta con el plan que han ideado las tres hadas madrinas de la niña, que se la van a llevar a vivir al bosque con ellas para que se salve de la maldición... Aurora va a crecer como una niña feliz... Y se va a enamorar de alguien especial. Sin embargo, Maléfica nunca va a dejar de buscarla...
"La Bella Durmiente" fue una de las películas más ambiciosas del estudio de Walt Disney a finales de los años cincuenta y demandó un proceso de trabajo verdaderamente largo y complicado en su momento. El guión de la obra se escribió en 1951, las voces se grabaron en 1952, la animación se realizó entre 1953 y 1958 (y se rodaron escenas con actores reales para que sirviesen de soporte y de ayuda a los animadores) y la banda sonora, adaptada del ballet homónimo de Tchaikovsky, se grabó en 1957. Por último, el artista Eyvind Earle pintó a mano los escenarios del filme y cada uno de ellos le llevó entre siete y diez días. La estética de "La Bella Durmiente" es diferente a la de los filmes que Disney realizó hasta su año: está basada como he señalado en actores reales (la princesa Aurora está inspirada en Audrey Hepburn) y es más estilizada y "realista", mientras que los fondos, tan fantásticos como de aire siniestro algunos, son puras vidrieras medievales cargadas de bellos colores a veces crepusculares. El filme es una maravilla que combina a la perfección el esperado romance, el humor marca de la casa y la pura aventura, y en este sentido es una de las películas más variadas de todas las que el estudio realizó en estos tiempos.
La historia es la que ya todos conocemos, y el mensaje, bueno, es "el de la casa" del momento: hay que casarse y tener hijos y lo de siempre a toda costa (aunque la Princesa Aurora es ya algo más "independiente" que anteriores protagonistas Disney, se nota que los tiempos cambian). Pero se le perdona, en su día y hoy, porque la película es genial y no sólo en su estética. Los diálogos son encantadores, el humor es fino y divertidísimo, el romanticismo está perfectamente comedido para no llegar nunca a empalagar, los personajes son redondos (y en especial la inolvidable Maléfica, una de las mejores villanas Disney de la historia) y las escenas de acción de la lucha del Príncipe contra esta mencionada villana son magníficas (al parecer, eran descartes aprovechados de "Blancanieves y los Siete Enanitos" que en su día costaban demasiado tiempo y dinero realizar). "La Bella Durmiente" fue según he leído un fracaso económico que dejó muy mal parado al estudio de Walt Disney, que tuvo que recuperarse con otras películas menos caras y laboriosas. Sin embargo, poco a poco fue revalorizada como se merece y se volvió a estrenar en innumerables ocasiones y hoy es un clásico indispensable de su colección.
lunes, 22 de julio de 2013
OPEN RANGE de Kevin Costner - 2003 - ("Open Range")
Charlie Waite, Boss Spearman Button y Mose Harrison son ganaderos y pistoleros. Los tres viven en las grandes praderas del salvaje oeste protegiéndose mutuamente y luchando día a día contra la naturaleza. Esconden también pasados tristes y no suelen usar sus armas a no ser que sea necesario. Sus vidas pacíficas experimentarán un terrible giro cuando lleguen a la pequeña ciudad fronteriza de Harmonville, en donde el sheriff está aliado con un poderoso hacendado para gobernar el lugar por medio del miedo y de la corrupción. El enfrentamiento es inevitable cuando los hombres de los dos tiranos se enfrenten al trío e intenten hacerles aceptar sus leyes por la fuerza .
Injustamente denigradísimo después de los estruendosos batacazos de Waterworld y de Mensajero del Futuro, Kevin Costner ha sabido levantarse y retornar a la calidad artística que un día perdió como cineasta con Open Range, uno de los grandes y por desgracia más olvidados westerns de la pasada década. Y es que parece que, aunque Costner haya por fin salido de su decadencia de la segunda mitad los años noventa y de principios del nuevo siglo (como director no hizo nada más tras Mensajero del Futuro y, como actor, hasta la reciente Mr. Brooks, se destacó tristemente por llevar una carrera de mediocridades y hasta de grandes bodrios Entre el amor y el juego, Mensaje en una botella, Los reyes del crimen, Dragonfly -), cuesta que le vuelvan a reconocer como lo que era y como lo que vuelve a ser: un genial director en lo que por lo menos al western se refiere y un genial actor (cuando se elige papeles dignos).
Open Range bebe directamente de la trafición del western del Hollywood dorado para, con un aura clásica y también épica y poética (animada por una fotografía esplendorosa que ensalza los escenarios naturales como a unos personajes más), narrar la historia de dos viejos vaqueros (geniales Kevin Costner y Robert Duvall) que, en terreno inhóspito y para defender una vez más a la justicia y a lo que aman, tendrán que enfrentarse a unos pistoleros desalmados a los que vencen con su superior fuerza y experiencia y que representan el honor perdido de un mundo que se termina (Open Range, no podía ser de otra manera, es completamente crepuscular). La tercera película como director de Kevin Costner es puro John Ford, puro Henry Hathaway, puro Howard Hawks, aunque con un pie en los salvajes oestes de Arthur Penn y de Sam Peckimpah. La violencia más descarnada y sucia (a menudo animada y redondeada con cámara lenta) se pone al servicio de dos personajes heroicos a pesar de su condición de perdedores vitales, condición que llevan con una pasmosa dignidad. Open Range es una fascinante obra maestra que será reconocida con el tiempo, al igual que la carrera general de su creador, Kevin Costner.
jueves, 18 de julio de 2013
ED WOOD de Tim Burton - 1994 - ("Ed Wood")
Años cincuenta. Hollywood. Ed Wood es un joven director que aunque tiene muchas ideas y es trabajador y entusiasta hasta lo delirante, es un cineasta pésimo que además se rodea de actores pésimos y al que sólo encargan producciones baratas y de series menores. Su vida parece cambiar cuando, de pura casualidad, le llueve del cielo la oportunidad de hacer una película con el mítico Bela Lugosi... Pero el actor de Drácula no es ya lo que era y vive en la decadencia, encerrado en su casa, sumido en la depresión y en la adicción y creyéndose un vampiro y una gran gloria del cine. Las cosas no van a ser nada fáciles para Wood, que, sin embargo, no va a dejar de luchar nunca por lograr su sueño: rodar y rodar y rodar.
"Cría fama y échate a dormir". Para bien o para mal, fue lo que le pasó a Ed Wood, el conocido como "Peor director de cine de todos los tiempos", lo cual desde un punto de vista alejado del miticismo no es cierto, ya que tanto en su tiempo como hoy en día hay cineastas (o imitaciones de cineastas) mil veces peores que éste entrañable señor (y algunos encima gozan de la pasta que él nunca tuvo). Edward Wood Jr. fue uno más de esos directores de series de segunda fila que en los años cincuenta, sesenta y setenta del pasado siglo dirigió películas malas pero que, por una razón o por otra, se han convertido con el tiempo en películas de culto (él mismo, hoy en día, tiene una legión de fans y su obra ha sido estudiada y supuestamente hasta revalorizada). Juicios aparte sobre Ed Wood (del que yo no puedo hablar con propiedad, pues no he visto todas sus películas -y hay que tener muchas ganas de ponerse a verlas-), el homenaje en forma de biopic que le hizo Tim Burton a mitad de los noventa fue una de las obras cumbre de la carrera del director gótico de Hollywood (y de hecho, a partir de aquí su filmografía empezó a renquear constántemente en lo que a calidad se refiere).
"Ed Wood" narra parte de la historia de este cineasta proscrito mientras retrata la lucha titánica de un artista por sacar adelante sus obras (malas o buenas) en un mundo que no le comprende. Porque para Burton Ed Wood es una suerte de Orson Welles "a su manera", y lo deja bien claro en uno de los pasajes más delirantes y cachondos del filme, que lanza un mensaje esperanzador y humanísimo sobre la necesidad de ser fiel a los sueños de uno mismo (motor de la vida) cuesten lo que estos sueños cuesten. Ed Wood, interpretado por un soberbio Johnny Depp, es un excéntrico joven que ama vestirse de mujer y que realiza películas pésimas (con actores malísimos, escenarios cutres, extras que tiran elementos del escenario sin querer y sobre todo con historias y diálogos de verdadera pena) pero que para él suponen ejercicios de disección del alma humana que le ayudan a seguir viviendo. Pretencioso, infantil, siempre esperanzado, luchador, ingenuo, con muchos castillos en el aire, amigo de sus amigos, Ed Wood es un personaje que ejemplifica la lucha por un ideal a toda costa y, como he dicho, Depp lo clava y entrega uno de sus más grandes papeles.
Sin embargo, alguien brilla todavía más que Depp: Martin Landau, que da vida de manera absolutamente inolvidable al Bela Lugosi acabado que, en sus últimos y patéticos años (en los que vivía a caballo entre la depresión y las adicciones y creyéndose el mismo Drácula), acabó participando en algunas de las obras de Wood (si es que la historia a veces es cruelmente irónica). Landau entrega una interpretación antológica y se come la pantalla como un Lugosi enfermo y triste pero con aires de grandeza que pone los pelos de punta. El resto del reparto está igualmente maravilloso: Sarah Jessica Parker, Patricia Arquette, Jeffrey Jones, Bill Murray o Lisa Marie dan vida a la impagable corte de freaks que acompañó a Wood durante su carrera, y todos resultan insustituibles.
La película, rodada en un precioso blanco y negro y ambientada a la perfección, tiene unos diálogos geniales e inteligentes, está llena de homenajes y se mueve con una fluidez pasmosa entre la pura comedia y la tragedia vital que conmueve al espectador sin esfuerzo y sin efectismos. "Ed Wood" fue un fracaso de taquilla (el primero grande de Tim Burton) pero un éxito de crítica que, poco a poco, fue ocupando el lugar que se merecía, el de las mejores obras de su director. Tristemente, tras esta película, Tim Burton se ha movido ya siempre fagocitándose a sí mismo entre productos buenos, productos simplemente aceptables y productos verdaderamente malos, y nunca ha vuelto, desde mi punto de vista por lo menos, a recuperar la personalidad y la frescura de esta "Ed Wood" o de sus primeras obras como "Bitelchus", sus dos "Batman", "Eduardo Manostijeras" o "Pesadilla antes de Navidad".
lunes, 15 de julio de 2013
EL SEÑOR DE LA GUERRA de Andrew Niccol - 2005 - ("Lord of War")
Yuri Orlov es un hombre con una ambición sin límites que se lanza a traficar con armas junto a su hermano Vitaly. Pronto, comienza a destacar y a vender su mercancía a grandes dictadores y asesinos de países en guerra de todo el planeta y sobre todo de África y, pronto, empieza a nadar en la abundancia y en el lujo y a llevar una vida secreta incluso para su mujer. Su ascenso imparable sin embargo le trae problemas: la Interpol le empieza a perseguir y se gana peligrosos enemigos...
En la corta y espaciada filmografía de Andrew Niccol, bastante irregular, brilla con luz propia una obra maestra que es su mejor película, esta "El Señor de la Guerra", basada en hechos reales e interpretada además de forma soberbia por un Nicholas Cage hoy tristemente irreconocible. Pocas películas hay tan contundentes, tan bestialmente tristes y tan ácidas como ésta en lo que se refiere a su retrato del mundo del tráfico de armas. Con unos recursos geniales (esas balas saliendo del arma a ritmo de caja registradora son absolutamente impagables), con un ritmo trepidante y fresco y con una voz en off perfectamente comedida, el filme sigue la vida de Yuri Orlov, un comerciante de armas que asciende desde la nada, comenzando con pequeños negocios, hasta lo más alto y que, sin embargo, y como es de esperar, alcanza la soledad y la miseria moral más absolutas a pesar de acabar nadando en la abundancia más delirante.
El filme, con un guión tremendamente inteligente, irónico y sobre todo cínico y cruel, despliega una amarga crítica al capitalismo más agresivo y al "mercado de la muerte", del que se beneficia el primer mundo, que hace su agosto vendiendo armas a países en guerra y a los peores dictadores y asesinos, y también un retrato del clásico individuo que triunfa en este sistema, otro "Ciudadano Kane" más que representa al norteamericano (o al comido por la cultura norteamericana) de ambición sin límites y sin escrúpulos de ningún tipo.
"El Señor de la Guerra" tiene además uno de los desenlaces más gloriosos del cine de los USA de los últimos años, un desenlace que pone los pelos de punta y que lanza uno de los dardos envenenados más directos al poder actual que se han visto también en los últimos años en una película relativamente "comercial". Como he dicho, Nicholas Cage está soberbio, esplendoroso: se come la pantalla y recuerda al Nicholas Cage de "Birdy", de "Corazón Salvaje", de "Leaving Las Vegas", de "Al límite", de "Adaptation", a ese Nicholas Cage que cuando quiere sabe ser un enorme actor (qué pena que lleve cinco o seis años devaluándose de mala manera y sacando tres o cuatro películas por año a cada cual más horrenda). Los secundarios también brillan: Ethan Hawke está maravilloso en su papel de "némesis" del Señor de la Guerra y Jared Leto también en el papel de su hermano, y otros como Bridget Moynahan o Ian Holm están igualmente excelentes. "El Señor de la Guerra" es una maravilla, una obra imprescindible del último cine americano.
domingo, 14 de julio de 2013
ESCAPE de Joseph L. Mankiewicz - 1948 - ("Escape")
Matt Denant, ex aviador de la RAF, mata sin querer durante una pelea a un detective corrupto que iba a maltratar a una mujer. Por ello, es condenado... Aunque la sentencia a pesar de todo es benigna: sólo tres años de cárcel. Matt, sin embargo, piensa que es del todo injusta y, a pesar de que no le han caído demasiados años, escapa de su prisión porque no acepta lo que se ha hecho con él... Y una frenética persecución comienza. Y Matt, en su cabezonería por demostrar que su condena no le corresponde, se gana en su huída el respeto de una jovencita que le ayuda, de un bondadoso sacerdote e incluso del detective que le persigue.
En 1948 Joseph L. Mankiewicz dirigió sólo una película (en el año inmediatamente anterior dirigió dos y en el inmediatamente posterior dirigiría otras dos), esta producción británica-norteamericana de acción llamada "Escape" que es una de sus obras más olvidadas por ser ciertamente, aunque una buena película, más discreta que las anteriores "El fantasma y la Señora Muir" y "El mundo de George Apley" y que las posteriores "Carta a tres esposas" y "Odio entre hermanos". Un excelente Rex Harrison (cómo chupaba pantalla este hombre) da vida a un hombre que, encarcelado por circunstancias injustas, decide escaparse de la prisión a pesar de que su condena es de tan sólo tres años, lo que desata numerosas preguntas tanto a los que le ayudan a escapar (su tandem amoroso esperable, Peggy Cummins, y un sacerdote bondadoso) como de los que le persiguen (su "némesis", el detective que le ha de atrapar, William Hartnell). El asunto central del filme es la mala aplicación de la justicia: el clásico hombre sometido a una sentencia que no le corresponde y que, aunque es benigna (teniendo en cuenta que, aún sin querer, mató a un hombre), es a todas luces injusta, escapa de la prisión no sólo buscando su libertad, sino también demostrar que la justicia puede prevalecer (y él cree en la justicia). Le habría salido más rentable esperar en la cárcel esos escasos tres años de condena, pero su determinación y su cabezonería le convierten en un héroe suicida que sorprende a todos los que le rodean, incluso a sus a priori "enemigos".
El filme, de apenas 78 minutos (muy corto, incluso ya para la época), tiene escenas de acción muy destacadas (la del avión es excelente) y buenos diálogos, y como he dicho Harrison está genial y los secundarios le acompañan. La historia de amor está bien ensamblada con la trama central, donde en un principio parecía no tener cabida, y la cinta desprende un humor fino muy gracioso (geniales los momentos del detective con la vecina cotilla del pueblo). Tiene un mensajillo por ahí de cierta exaltación religiosa, pero no es maniqueo ni propagandístico. "Escape" es una de las películas olvidadas de Mankiewicz, y es cierto que no es de sus mejoras obras ni de lejos (y más teniendo en cuenta las maestrías que vendrían después), pero es recomendable no sólo para completistas del director, sino para cualquiera interesado en él en general.
sábado, 13 de julio de 2013
LOS AMOS DE DOGTOWN de Catherine Hardwicke - 2005 - ("The Lords of Dogtown")
Principios de la década de los setenta. Aburridos de sus vidas cotidianas sin alicientes, un grupo de jóvenes de los suburbios de Vecine, en California, comienza a practicar el "skateboard", lo único que les hace disfrutar y olvidarse de sus deprimentes realidades. Son los llamados "Z-Boys". Pronto, se hacen famosos... Y cada vez más famosos. Y con la fama, adquirida a edades muy tempranas, llega un mundo maravilloso de realización personal pero también llegan numerosos problemas.
La verdad es que Catherine Hardwicke, antes de apuntarse a la infumable saga de "Crepúsculo" y antes de perpetrar bodriazos como "Caperucita Roja", comenzó su andadura en la dirección con obras si no perfectas por lo menos curiosas y con algo que enseñar. A su excelente debut "Thirteen" siguió esta "Los Amos de Dogtown", que, escrita por el skater y también director Stacy Peralta, narra la historia de los famosos practicantes de "skateboard" conocidos como los "Z-Boys", a los que el propio Peralta, componente de este grupo junto a los también míticos Tony Alva y Jay Adams, ya retrató en su documental de 2001 "Dogtown and Z-Boys". La película, si bien es cierto que narra una vez más la clásica historia del paso de la adolescencia a la madurez que todos hemos visto ya miles de veces, consigue enganchar al espectador que no está especialmente interesado en la historia de estos "Z-Boys" ni del "skateboarding" con un notable buen hacer tanto técnico como a nivel de diálogos y de montaje.
El dilema central que plantea lo hemos visto ya también (el de hacer de la pasión de uno su forma de vida y su trabajo y todo lo que eso trae consigo), dilema que está aderezado con otros asuntos como las ansias de triunfar, el peso de la fama, las drogas o la caída en la perdición. Sin embargo, tanto Hardwiche como el propio Peralta saben aportarle dinamismo y frescura al asunto, no repetir tópicos y, sobre todo, retratar con cariño, con pasión y con dignidad y sin dar gato por liebre una época que para ambos fue decisiva en sus vidas, la de los adolescentes y no tan adolescentes que pusieron las bases de gran parte de la cultura "underground" norteamericana y de más allá de las décadas de los setenta y ochenta del pasado siglo. El reparto está excelente, tanto los jóvenes actores como el malogrado Heath Ledger, que tiene otro de los papeles digamos principales. "Los Amos de Dogtown" pasó sin pena ni gloria por las salas, y la verdad es que no creo que se mereciese el ser tan ignorada. Recomendable.
jueves, 11 de julio de 2013
BICHOS de John Lasseter y Andrew Stanton - 1998 - ("A Bug's Life")
La hormiga Flick desea ser inventor. Sin embargo, lo tiene muy dificil viviendo en un hormiguero apartado en una pequeña isla que está oprimido por una brutal banda de saltamontes que cada temporada aparece en el lugar para robar la comida de sus habitantes. Cansado de la situación, Flick se marcha en busca de un grupo de fuertes insectos que les ayuden a acabar con la amenaza... Los que encuentra, sin embargo, no son exactamente lo que la colonia necesita...
Entre el primer y el segundo "Toy Story", los estudios de Pixar desarrollaron "Bichos", una de sus películas injustamente más olvidadas, eclipsada por otros éxitos (merecidos) como la misma trilogía de "Toy Story", "Buscando a Nemo", "Los Increíbles", "Wall-E" o "UP". Versión libre y desprejuiciada de la obra maestra de Akira Kurosawa "Los Siete Samuráis" en un mundo de insectos, la obra es otro habitual canto a la amistad, al compañerismo y a la justicia que, además, exalta la valentía de la persona que se atreve a diferenciarse del resto de "la masa" (una hormiga en un hormiguero, gran metáfora). John Lasseter vuelve a ponerse a la dirección junto a Andrew Stanton, que sería a partir de ese momento uno de los grandes valores del estudio ("Buscando a Nemo" y "Wall-E") para entregar una joyita de la animación igual de fascinante que el mítico "Toy Story" que en 1995 lanzó a Pixar a las estrellas.
Volvemos a encontrar una animación fantástica de unos personajes personalísimos (valga la redundancia), unos escenarios magníficos y unas escenas de acción y de "combates" antológicas; todo por supuesto perfectamente equilibrado en una trama en la que no falta aventura, humor (inteligente y tanto para niños como para adultos, marca de la casa), amistad y romance y que, por supuesto y como es también marca de la casa, cuenta con diálogos irónicos, con gags memorables y con homenajes cinéfilos por todas partes. Y no hay que olvidar su galería de personajes, la inolvidable visión de Lasseter de los "Siete Samuráis" que habrán de salvar a las hormigas oprimidas de sus tiranos, los vagos y aprovechados saltamontes. "Bichos" es una película de Pixar que hay que reivindicar y que no debería estar tan olvidada en comparación con sus hermanas de estudio.
lunes, 8 de julio de 2013
EL HOMBRE DE ACERO de Zack Snyder - 2013 - ("The Man of Steel")
El joven Clark Kent, poseedor de poderes sobrehumanos cuyo origen desconoce y que le han convertido en un inadaptado, viaja por el mundo intentando encontrase a sí mismo o descubrir lo que es en realidad. Pronto va a encontrar la clave de su existencia... Y pronto, se va a enfrentar a su primera gran amenaza...
Nunca me hizo especial gracia que una película de la importancia de "El hombre de acero" fuese entregada a Zack Snyder aunque la supervisase de cerca (teóricamente por lo menos) Christopher Nolan, porque pienso que el primer reinicio de las aventuras de Superman (recordemos que la relativamente reciente "Superman Returns" de Bryan Singer era una tercera parte alternativa de los dos primeros "Superman" de Donner y Lester -o de Donner y Donner- que ignoraba las bazofias de "Superman III" y "Superman IV") debería haber sido dirigido por un director con mucha más personalidad que él. No sé a cuento de qué, pero la firma Snyder se ha convertido en una firma muy rentable e incluso el director cuenta con numerosos fans que lo colocan al nivel de un "autor". Aunque para mi es un artesano solvente, pienso que de autor, lo que es ahora mismo, no tiene absolutamente nada porque todas sus obras exceptuando "Sucker Punch" son remakes o adaptaciones (algunas como "300" o "Watchmen" calcos directos) de obras de otros autores, y la mencionada "Sucker Punch" es un infame despropósito que es mejor olvidar. El caso es que, sea como fuere, Snyder tiene bastantes seguidores y este nuevo Superman ha caído en sus manos y ha suscitado toda clase de opiniones (la mayoría de las que he escuchado hasta ahora han sido negativas, aunque alguna positiva hay también por ahí). ¿La mía? En general positiva.
Tomando como cánon el estilo de "Batman Begins" del mencionado Nolan (que ahora van a tomar tres mil millones de películas más -vaya, hace alrededor de un año lo hizo "The Amazing Spiderman"-) la película reinicia las aventuras de Superman alternando durante todo su metraje la línea de acción "actual" con el retrato del pasado del héroe en su vida terrícola, a lo que hay que añadir la esperable introducción en el planeta natal del personaje, Kripton. Esta estructura narrativa, conformada por escenas en general efectivas e interesantes, es acertada porque otorga un ritmo ágil al conjunto y narra el "Begins" del personaje sin que la acción principal se resienta y sin repetir la estructura del mencionado primer Batman de Nolan. Cambia también la inicialmente esperable y por suerte no repetida historia de Clark Kent en su vida periodística (muy vista ya, mejor que se deje para la supuesta segunda parte que la película tendrá) y también, lo cual es de agradecer, no se utiliza a Lex Luthor como villano (imagino que lo dejarán también para la segunda parte o para otra entrega futura): aunque sea uno de los antagonistas más carismáticos del Hombre de Acero, está demasiado trillado tras haber aparecido en cuatro de las cinco películas de la anterior saga.
Los actores, salvo Kevin Costner y Amy Adams (tal vez porque sus personajes son los más flojos) destacan todos. Henry Cavill entrega un nuevo Superman más serio que los anteriores (le han achado su falta de humor, pero a mi me carga el Superman humorístico que sobre todo Richard Lester aposentó) que se enfrenta a una decisión final que los demás Hombres de Acero no tuvieron que tomar y que enriquece al personaje de forma inesperada (no digo nada para no hacer "spoiler"), mientras que el gran Michael Shannon (qué gran actor) hace lo propio con el villano de la función, un General Zod con imagen y carisma (personaje que por cierto fue también el genial antagonista de "Superman II" y que fue interpretado por Terence Stamp). Los secundarios acompañan: Rusell Crowe es un genial Jor-El, Diane Lane una carismática Martha Kent, Ayelet Zurer una excelente madre biológica de Superman, Antje Traue cumple de sobra como Faora y Laurence Fishburne como Perry White. Quedan ahí en el tintero como he señalado una Lois Lane algo floja interpretada por Amy Adams y un Jonathan Kent que actúa de forma bastante absurda y que es, sin ninguna duda, el peor personaje de la película (al pobre Kevin Costner le tenía que tocar, es casi irónico).
Por otra parte, y aunque "El Hombre de Acero" peca de grandilocuente en algunos momentos, la trama es interesante y equilibra bien la acción con la mencionada historia del héroe y de su planeta (sobra una escena romántica gratuita, pero bueno, se perdona). Los diálogos cumplen. Las escenas de acción son espectaculares, dinámicas, y sobresalen sin ser las protagonistas absolutas al estar bien dosificadas y colocadas en su justa medida (el combate final de Superman y Zod es genial, me parece una maravilla) y la banda sonora de Hans Zimmer es excelente. La estética es la adecuada: respeta el ambiente del cómic aportándole el toque oscuro que ahora está tan de moda pero manteniendo la esencia del personaje. No sé si Zack Snyder se la limitado a ser guiado por Nolan, por David S. Goyer o por quien sea, o si ha metido él la mano en esta película más allá de la estricta dirección, pero aquí para mi ha cumplido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)