Porco Rosso

Porco Rosso

sábado, 31 de marzo de 2018

LOVING PABLO de Fernando León de Aranoa - 2017 - ("Loving Pablo")


Colombia. Principios de los años ochenta. La periodista y presentadora Virginia Vallejo, una de las más famosas y cotizadas del país, conoce al rico y poderoso narcotraficante Pablo Escobar y comienza una relación amorosa con él. Poco a poco, empieza a descubrir cómo es realmente este peligroso hombre que, mientras vive del negocio de las drogas y la muerte, construye viviendas para los pobres y trata de meter cabeza en la alta política colombiana... La vida de Virginia está a punto de transformarse en un monstruoso infierno.


En los últimos años, Fernando León de Aranoa ha cambio ligeramente de registro y ha incursionado más allá del drama social, su género más habitual y predilecto, en películas como "Un día perfecto" o en documentales como el interesante "Política, manual de instrucciones". Su última obra, esta "Loving Pablo", es un retrato más (otro más) del mafioso histórico de moda, el colombiano Pablo Escobar, que se suma a la famosa serie "Narcos", todavía en emisión, y a "Escobar. Paraíso Perdido", de 2014. Ahora, quien interpreta a este hombre terrible es Javier Bardem, y Penélope Cruz hace lo propio con Virginia Vallejo, la periodista y presentadora de televisión que fue su amante durante un tiempo y que publicó el libro "Amando a Pablo, odiando a Escobar", en el que se basa la película. Ciertamente, Pablo Escobar se nos está repitiendo un poco, pero la verdad es que este filme sabe ofrecer otro punto de vista sobre su ya bastante trillada historia, a pesar de que nos la sabemos ya de memoria (y que además es la clásica historia de mafioso que sube como la espuma y que, bueno, ya se imaginan qué le ocurre en el culmen de su carrera criminal: esto es, valga la redundancia, Historia). Fernando León de Aranoa imprime un gran ritmo a su trama, despliega con coherencia toda la información, sabe crear un gran drama sin efectismos más allá de los necesarios y retratar a unos personajes al límite y sabe sobre todo rodar una parábola de la adicción soberbia al poder más desmedido, el que termina creando semidioses modernos arbitrarios y sin sentimientos de ninguna clase pero con extrañas debilidades.


Javier Bardem está inmenso como Pablo Escobar. Otro de sus mejores papeles nos deja. Se ha transformado incluso, físicamente, para poder interpretar a este mafioso. Y Penélope Cruz también. Ambos entregan dos personajes repugnantes que, sin embargo, se nos meten en el bolsillo en segundos. Brillan sin parar, y tienen escenas conjuntas y en solitario para el recuerdo. "Loving Pablo" puede que sea más de lo mismo en muchos aspectos, y puede que venga algo lastrada por el empacho de Escobar que estamos teniendo últimamente, pero es una película muy buena que retrata magistralmente a los monstruos que surgen de un mundo depauperado, como la Colombia de los años ochenta y noventa, donde el dinero y el poder son lo único que tiene valor.


miércoles, 28 de marzo de 2018

5 CENTÍMETROS POR SEGUNDO de Makoto Shinkai - 2007 - ("Byosoku go Senchimetoru")


Takaki y Akari se acaban de graduar y han terminado la escuela primaria. Ambos se gustan. Es más: sienten una atracción mutua extraordinaria. Sin embargo, están a punto de separarse: Takaki se muda a Tochigi debido al trabajo de sus padres y Akari irá a una prestigiosa escuela secundaria de Tokio. Ninguno de los dos, en sus nuevas vidas, va a olvidarse sin embargo del otro...


La segunda película de Makoto Shinkai, "5 centímetros por segundo", es bastante mejor que la primera, la para mi del todo infumable "El lugar que nos prometimos". Ahora, tenemos una historia ambientada en Japón en la edad contemporánea, de estilo totalmente realista, sin elementos fantásticos o de ciencia ficción. El asunto central es, una vez más, el gran asunto predilecto del director: el amor y, de la mano, el desamor, ambos unidos al del paso del tiempo. El título hace referencia a la velocidad a la que los pétalos de los cerezos en flor caen del árbol, que son una metáfora de las relaciones humanas que retrata. La película es menos pedante, menos aparatosa y menos pretenciosa que la anterior. Toda su trama es más sencilla, y aunque a veces hay una afectación excesivamente impostada, todo cumple y consigue llegar al espectador. Shinkai desarrolla una historia a través del tiempo de dos niños que, atraídos el uno por el otro, se separan. Cosas totalmente cotidianas, como el fin de un ciclo escolar o el cambio de localidad a causa del trabajo de los padres, pero que en la infancia y en la adolescencia (especialmente cuando no había móviles o Internet, porque el filme ambienta su primera parte en los primeros años noventa) son completamente devastadoras en según qué momentos. Esta separación tendrá consecuencias en el futuro; en la adolescencia y en la entrada a la juventud de los protagonistas y en la madurez del mundo laboral, ya en la gran ciudad. Entre ellos, hay daños colaterales: otros amores que no terminan de cuajar y que acaban en frustraciones. Makoto Shinkai sabe equilibrar bien las tres partes del filme, muy corto, de apenas 63 minutos, y retratar con coherencia la búsqueda de ese anhelo sentimental que tantas veces nos condiciona para siempre.


Los personajes están bien dibujados (especialmente el de la surfista Kanae, para mi el más redondo de todos, aparentemente secundario pero más básico de lo que parece para complementar a los dos protagonistas), y los simbolismos (el del tren vuelve a estar presente) bien colocados. Como he dicho, hay demasiado dramatismo impostado, uno de los fallos habituales de Shinkai, que quiere rizar el rizo para emocionar de forma efectista y por las malas. Algunos diálogos no se libran tampoco de cierta poesía pedante y pretenciosa. Sin embargo, no lastran una película a todas luces más que aceptable y bonita. La animación, excelente. Y los decorados y el tratamiento romántico de la luz, igualmente. "5 centímetros por segundo" sí confirma ya al autor, en 2007, como promesa que hay que seguir. Fue un gran éxito y puso los cimientos definitivos de la carrera hoy fulminante de Makoto Shinkai.


VACACIONES DE SEMANA SANTA. EN UNOS DÍAS DE DESCANSO, VUELVO CON MÁS PELÍCULAS


martes, 27 de marzo de 2018

PACIFIC RIM: INSURRECCIÓN de Steven S. DeKnight - 2018 - ("Pacific Rim: Uprising")


Hace diez años que los Kaiju fueron derrotados: el planeta se ha recuperado parcialmente de su destrucción y muchos países han vuelto a la normalidad. Jake Pentecost vive entre las ruinas de una ciudad costera, robando piezas de Jaegers abandonados y traficando con ellas y sin querer saber nada de la figura de su padre, uno de los grandes salvadores de la humanidad. Un día, es pillado in fraganti y arrestado por las autoridades. Y le dan un ultimátum: o va a la cárcel, o accede a pilotar de nuevo un Jaeger y a entrenarse por si los Kaiju llegan a regresar algún día...


"Pacific Rim" estrena secuela: "Pacific Rim: Insurrección". Guillermo del Toro no está ya en la dirección y Charlie Hunnam tampoco repite en el reparto. El creador de la exitosa serie "Spartacus", Steven S. DeKnight, fichaje a priori por lo menos interesante, está ahora tras las cámaras. Y no entrega un bodriazo, pero tampoco nada destacable, lo cual resulta muy decepcionante. Tengo que decir de partida que a mi la película antecesora de Del Toro de 2013 no me parece nada maravillosa. Visualmente impecable, pero personajes flojísimos y un final cortado de un tajo. Fallo habitual del director mexicano, que habitualmente presta mucha atención a la estética y poco o muy poco (o casi nada) a la trama. Esta está en la misma línea: personajes planitos, trama planita y robots y monstruos bonitos y algunos aciertos y algunas meteduras de pata. Tiene diseños resultones pero escenas de acción liosas. Tiene personajes con cierto carisma pero desprecia completamente el legado de los de la primera entrega, a los que quita de en medio de mala manera (a algunos como el de Hunnam sin explicación ninguna, lo cual es un recurso cutre y una apestosa concesión al público palomitero menos exigente, ese al que le importa un pito ver una secuela sin haber visto la antecesora). Tiene un humor que a veces funciona sin resultar vergonzante, pero un villano lamentable y sin puta la gracia y que de nuevo falta al legado de la primera parte. Tiene una trama que trata de innovar un poco pero que termina cayendo esencialmente en los tópicos. Los actores tienen presencia y hacen lo que pueden con sus personajes pero tampoco destacan al final en mucho. El mensaje social y político se queda en casi nada y en algún discursito familiar-patriotero de tres al cuarto bastante vergonzante.


En fin, una de cal y una de arena es lo que tiene que ofrecernos "Pacific Rim: Insurrección". Sin cesar. Se puede ver bien y sin disgustos, pero también le falta mucha alma y termina resultando olvidable. Y no profundiza mucho en su universo tampoco siendo ya una secuela, aunque tiene toda la pinta de que habrá una tercera parte (si la cosa tiene éxito). Escala de grises total. Consumir y tirar, pero sin sensación de timo importante. Teniendo en cuenta que se trata de una segunda parte hecha un poco de mala manera para pasar la gorra y ver si cuela la cosa para seguir con la franquicia, algunos opinarán que nos podemos dar con un canto en los dientes si todo ha salido por lo menos medianamente digno. Cierto es, desde luego. Aunque al espectador más exigente le chirríe el resultado final, a pesar de que ciertamente eche dos horas esencialmente entretenidas. A ver qué pasa con la saga, si sigue, en estos próximos años.


lunes, 26 de marzo de 2018

EL BOSQUE de M. Night Shyamalan - 2004 - ("The Village")


Ivy Walker es una joven que vive en una pequeña aldea rodeada de bosques. Sus vecinos llevan una existencia tranquila, tradicional, sosegada: ellos producen todo lo que necesitan y tienen sus propias leyes, que se discuten de forma racional en comunidad. Todo funciona esencialmente bien en el lugar. Solamente hay un peligro: el bosque, donde viven unos seres peligrosos de los que los aldeanos nunca hablan y que nunca van al pueblo. Un día, algo que altera la convivencia con estos seres ocurre... Algo terrible.


El cuarteto que conforman en la filmografía de M. Night Shyamalan "El sexto sentido", "El protegido", "Señales" y "El bosque" siempre me parecerá absolutamente magistral, un cuarteto de películas que a finales de los noventa y durante la pasada década insuflaron un soplo de aire fresco revitalizador a muchas de las constantes manidas del cine fantástico y de terror comercial americano. Después, cayó bastante el autor en desgracia artística con mediocridades y hasta bodrios inexplicables como "Airbender", aunque parece haber vuelto ahora a levantarse con la excelente "Múltiple". "El bosque", con algún que otro fallo argumental que tiene, me parece una fascinante obra maestra de su género. Aunque deberíamos decir mezcla de géneros, porque es un drama de terror con toques de thriller. El filme es ya de 2004, pero me voy a abstener de comentar mucho de él por si hay algún rezagado por ahí que todavía no lo haya visto. Sí que voy a decir que es una propuesta llena de secretos que no dejará indiferente al espectador que se enfrente a ella sin saber nada. Shyamalan destapa sus mejores esencias y nos propone un juego de muñecas rusas donde la realidad cambia sin parar, donde la verdad y la mentira se dan la mano sin cesar. Mientras, reflexiona sobre la construcción de las sociedades, sobre los velos sociales, sobre los engaños de los sentidos, sobre el amor y el desamor, sobre la locura, sobre el sacrificio, sobre la valentía, sobre la maldad en el mundo y sobre el trauma y la necesidad de superarlo. La ambientación es maravillosa, y la banda sonora de James Newton Howard es absolutamente soberbia. Shyamalan consigue un tono de lirismo justo pero capaz de emocionar, y un estilo poderosamente evocador. Y nos deja, con un ritmo ejemplar entre la acción y el drama, montones de escenas para el recuerdo.


Por cierto, Bryce Dallas Howard, entonces no tan famosa como ahora, está absolutamente inolvidable, soberbia, impresionante. Sin ella, sin este grandísimo papel que nos entrega, que conmueve y pone los pelos de punta, la película no habría sido ni de lejos lo mismo. Otros fantásticos secundarios también entregan interpretaciones geniales, como Joaquín Phoenix o Sigourney Weaver y, sobre todo, Adrien Brody, el otro actor que se luce a base de bien. "El bosque" (de título original mucho más apropiado "The Village") es una obra maestra del cine fantástico de los años 2000 y la cumbre creativa, pienso, de M. Night Shyamalan antes de, por desgracia, caer en un camino lleno de baches del que espero que, amparándome en la esperanza que supuso la mencionada "Múltiple", pronto se recupere.


sábado, 24 de marzo de 2018

TOMB RAIDER de Roar Ulthaug - 2018 - ("Tomb Raider")


Tras la misteriosa desaparición de su padre, arqueólogo millonario, Lara Croft lleva una vida bohemia en Londres y alejada de las empresas que éste dejó, que son gestionadas por Ana Miller, su tutora. Lara no quiere saber nada de su gran herencia y pasa el tiempo en el East London entre competiciones deportivas callejeras y líos varios. Un día, sin embargo, su tutora la encuentra y le anuncia que algo ha ocurrido... Su primera gran aventura está a punto de comenzar.


El noruego Roar Ulthaug tiene en su haber una filmografía irregular conformada por el filme de terror "Cold Prey: Fanáticos del Snow", el filme infantil co-dirigido con Katarina Launing "La montaña mágica", el filme histórico "Flukt: En los tiempos de la peste", el filme de catástrofes "La ola" y la comentada "Tomb Raider".


Se reinicia la franquicia de "Tomb Raider", que ahora está protagonizada por Alicia Vikander y que cambia su tono de heroína invencible al de heroína humana y con defectos. Mucho mejor. Esta película con la que la saga vuelve a comenzar, no nos engañemos, no es buena, aunque después de los dos despropósitos perpetrados por Angelina Jolie ciertamente no siente como una indigestión. La Vikander se lo curra, y es mucho más cercana al espectador que la Jolie. Mientras que la anterior Lara Croft era invencible y se cargaba ejércitos enteros y se saltaba las leyes de la física (todavía recuerdo esa ostia a un tiburón mientras buceaba de la segunda entrega) ésta es valiente y atrevida pero tiene miedo, recibe palos, sangra, sufre y se siente mal cuando se ve obligada a matar a alguien, aunque sea un malvado, por primera vez. Esto es muy de agradecer, y hace toda la primera parte del filme por lo menos agradable y algo disfrutable. En la segunda, se va al garete ya. "Tomb Raider" es irregularidad en estado puro: no da vergüenza ajena, pero tampoco destaca en nada. Alicia Vikander se esfuerza en su interpretación, y se le nota, y secundarios, de lujo además, como Dominic West y Walton Goggins tienen mucho carisma. Y se le nota a Roar Ulthaug ese interés por hacer una historia más creíble y alejada además de todo el humor cool-diarréico que tenían las dos películas de la saga de la década pasada. Ahora bien, también, tras un inicio tópico pero que no resultaba insultante, todo se cierra con una trama llena de lagunas, con soluciones gratuitas y cutres, con topicazos a mansalva y con aventuritas de medio pelo y carreritas por pasillos oscuros llenos de trampas y adiós muy buenas. Se lo carga todo al final. No insulta al espectador, pero tampoco arriesga en nada y no se toma en serio la historia del filme, que soluciona a golpe de tontería. Una pena. Con las dos bazofias de la Jolie en el recuerdo todavía, "Tomb Raider" de 2018 no resultará desagradable, pero también te habrás olvidado de ella a los pocos días. 


viernes, 23 de marzo de 2018

EN UN LUGAR SIN LEY de David Lowery - 2013 - ("Ain't Them Bodies Saints")


Años setenta. Bob Muldoon ha escapado de la cárcel, en la que cumplía condena por atraco y por haber herido a un policía y, escondido, regresa a su pueblo, en el que vive su mujer, Ruth, compañera criminal a la que él encubrió, con la hija pequeña de ambos. Las cosas para los dos, que quieren tratar de llevar una vida normal, no van a ser nada fáciles.


El norteamericano David Lowery se ha movido hasta ahora entre filmes de autor y otros que son puros encargos comerciales. Ha desarrollado, en casi todos ellos sin embargo, una clara personalidad como artista en busca de nuevas formas de narrar y de historias sugerentes. Debutó, tras la película de episodios "Deadroom" y numerosos cortometrajes, con el filme "St. Nick", que no he podido encontrar por ninguna parte. Luego, llegó la comentada "En un lugar sin ley", el remake encargo "Peter y el Dragón" y la original y muy personal pero no del gusto de todos "A Ghost Story".


"En un lugar sin ley" parece completamente, como han apuntado de hecho algunos críticos, un sentido homenaje al cine estadounidense descarnado de los desencantados años setenta, a esos dramas con toques de thriller ambientados en esa eterna Norteamérica profunda y rural llena de individuos que han de llevar, casi por imposición, existencias problemáticas. Incluso se ambienta en esos años. David Lowery entrega un drama de amor que no es especialmente original en su premisa, que puede resultar muy vista y trillada, pero que está hecho con un mimo sin par. Sus dos protagonistas, unos excelentes Rooney Mara y Casey Affleck, que repetirían con él en "A Ghost Story" por cierto, están maravillosos, entregadísimos, sufrientes, y hermosos en toda su desolación. Los secundarios también están muy bien interpretados y tienen muchas aristas. Pocos son buenos o malos del todo, y algunos como el de Ben Foster y el de Keith Carradine no sólo no son nada simples, sino que construyen a la perfección el universo del filme con sus historias complementarias, llenas de dilemas. David Lowery rueda todo con un lirismo muy bien conseguido, con una acción explosiva excelente y con un sentido de la épica realista muy notable para hablar de esas eternas y siempre emocionantes historias de perdedores que han de vivir, a causa del fatalismo, al borde de la perdición un día tras otro. La fotografía de Bradford Young es magnífica, y nos traslada a ese mundo fronterizo entre la ciudad y la naturaleza que es casi un personaje más de la trama. Pobreza, falta de oportunidades, redención, violencia atávica, azar, imposibilidad de salir de agujeros vitales. Todos estos asuntos tan americanos están contenidos en "En un lugar sin ley", y todos tratados con lucidez y claridad y por medio además de unos hermosos diálogos. Muy destacada obra de un director que, ciertamente, promete.


jueves, 22 de marzo de 2018

MARÍA MAGDALENA de Garth Davis - 2018 - ("Mary Magdalene")


María Magdalena es una joven pescadora que vive con su familia y que se siente terriblemente triste y desubicada. Su padre y sus hermanos quieren casarla con un respetable vecino, pero ella no desea esta vida y por eso es vista como una deshonra para los suyos. Un día, en su pueblo, aparece, con sus apóstoles, un hombre llamado Jesús de Nazaret que predica por un mundo nuevo. María le escucha hablar. Y decide dejarlo todo y seguirle...


La siguiente apuesta de Garth Davis tras "Lion", "María Magdalena", es bastante interesante, aún siendo una película religiosa que, como toda película religiosa, está dirigida sobre todo a los creyentes de su religión de turno y queda, por lo menos en el sustrato ideológico, bastante ajena a los que no lo son. En el año 2016 (sí, podemos casi decir que fue hace dos días) se reconoció que la figura de María Magdalena, controvertida en la propia "Biblia" desde siempre, era "Apóstol de Apóstoles": una de las seguidoras de Jesucristo. Se abrió la puerta a cierto reconocimiento del papel femenino en la Iglesia, aunque para muchos esto no sea suficiente. No me incumbe porque no pertenezco a esa organización. Sí que esta película explora a este personaje desde un punto de vista novedoso: María Magdalena no es una prostituta, sino una pescadora que se une al mesías en su labor y que se enfrenta a un mundo machista hasta la médula. Rooney Mara está excelente en su papel: sabe otorgar la carga justa de fuerza y serenidad a un personaje especial, al que no estamos acostumbrados a ver en películas bíblicas. La historia de Jesús de Nazaret, que ya nos conocemos de sobra, es aquí explotada por otros caminos y se hace énfasis en desplegar un drama intimista, de planos cerrados, de personaje sufriente y lleno de dudas, que homenajea a películas como "La pasión de Juana de Arco" de Carl Theodor Dreyer. Garth Davis lo lleva todo bien, aunque al final pierde ligeramente el ritmo y se saca de la manga una elipsis bestial que deja a la historia un poco colgando (aunque por otra parte ya hemos visto mil veces el periplo del mencionado Jesús hasta su muerte y nos conocemos todas sus escenas, y aquí es María Magdalena la protagonista).


Se tratan en el filme los asuntos de la fe religiosa, del pacifismo (contraponiendo a los apóstoles que buscan la paz y a los que buscan un levantamiento en armas contra los romanos), de la justicia, del sacrificio por una buena causa, de los medios empleados para lograr determinados fines y, sobre todo, del machismo de la época, que todavía pervive en tantas organizaciones religiosas. La ambientación es perfecta: sucia, oscura, cutre; como debería ser todo en aquella época. Su representación de una Jerusalén alejada de todo esplendor hollywoodiense es muy, muy acertada y creíble. Y personajes como Judas, interpretado muy bien por Tahar Rahim, dan una acertada vuelta de tuerca novedosa a la historia, mientras que Joaquín Phoenix como Jesús lo vuelve a clavar (todo lo hace bien este gran actor). En general, "María Magdalena" es interesante y sabe tomar un mito clásico y refrescarlo con solvencia, a pesar de no ser perfecta.


miércoles, 21 de marzo de 2018

CHICKEN RUN de Nick Park y Peter Lord - 2000 - ("Chicken Run")


Ginger es una gallina valiente pero que vive prisionera en la Granja Tweedy, en donde sus crueles dueños la explotan, junto a otras muchas, para robarles sus huevos. Ginger intenta sin éxito escapar una vez tras otra, y una vez tras otra es pillada y devuelta al corral. Mientras planea su huida, trata de concienciar a sus compañeras de la necesidad de que todas se liberen de la tiranía que las somete. Un día, un gallo llamado Rocky cae en la granja, volando, de pura casualidad. Ginger piensa que tal vez él sea capaz de enseñarles a domar los cielos para largarse todos juntos de allí.


El inglés Nick Park es uno de los animadores especializados en stop-motion y claymation más importantes y personales de la historia. Creador de los famosos Wallace y Gromit, que han protagonizado hasta ahora cuatro cortometrajes y la película "Wallace y Gromit y la maldición de las verduras", es además el autor de "Chicken Run" y "Cavernícola" y de la serie "La Oveja Shaun".


El inglés Peter Lord es el fundador del estudio de animación Aardman Animations junto a David Sproxton, al que se unió posteriormente el mencionado Nick Park. Es el autor de varios cortometrajes y de los filmes "Chicken Run" y "¡Piratas!".


En el año 2000, como comenté ayer, Dreamworks Animation estrenó dos películas: "La ruta hacia El Dorado" y "Chicken Run". Esta última, una de sus mejores creaciones, fue llevaba a cabo en colaboración con el estudio Aardman Animations, y dirigida por Nick Park y Peter Lord utilizando la técnica de la claymation y el stop-motion. "Chicken Run" es una joyita animalista. Pocas películas son capaces de explicar, para todos los públicos pero sin descuidar la seriedad, el calvario que pasan los animales en las granjas en las que son explotados. Park y Lord despliegan una comedia con bastantes toques de un humor inesperadamente negro que es una parábola de la libertad animal que se extiende a cualquier tipo de lucha por una causa justa. Y que, por si fuese poco, tiene como protagonista a una gallina rebelde, inteligente y valiente que tendrá que poner, además de los medios para su liberación y la de todas sus compañeras, la nota de razón y lógica ante un gallo que es más bien un charlatán y un farsante. Animalismo y feminismo se dan la mano en una obra lúcida, irónica, imaginativa y combativa. Todo envuelto en una animación fantástica y cargada de personalidad que es capaz de calar tanto en los más pequeños como en los adultos. Diálogos inteligentes y escenas de acción geniales e imaginativas completan una película que toca además otros asuntos como la solidaridad, el trabajo en equipo, la integridad, el machismo, la tiranía o la explotación de los más débiles. Metáforas como el hecho de que el gallinero sea un campo de concentración que recuerda totalmente a los de los nazis no son nada casuales. "Chicken Run" es una joya magistral producto de una colaboración que tendría que darse más a menudo y que supone, además, el pistoletazo de salida en el largometraje de la mencionada Aardman Animations y de las carreras de sus dos directores. No se la pierdan, si es que todavía no la han visto. Animación adulta, original y guerrera. Imprescindible.


martes, 20 de marzo de 2018

LA RUTA HACIA EL DORADO de Bibo Bergeron y Don Paul - 2000 - ("The Road to El Dorado")


Tulio y Miguel son dos pícaros y timadores españoles que, sin querer, terminan en la bodega del barco de Cortés, un conquistador que parte hacia las Américas en busca de gloria. Para colmo, en sus manos cae el supuesto mapa que lleva a la mítica ciudad de El Dorado, que las leyendas dicen que tiene unas riquezas interminables. Tulio y Miguel van a aprovechar su situación para escapar y buscar ellos mismos ese lugar de ensueño. Y van a verse en medio de muchos, muchos líos.


Las siguientes dos producciones de Dreamworks Animation vienen de nuevo de la mano. En el año 2000 se estrenan respectivamente, de estilo tradicional, "La ruta hacia El Dorado" y, posteriormente, "Chicken Run", de estilo "stop-motion" y en colaboración con Nick Park y Peter Lord del estudio Aardman Animations, que comienza aquí su andadura con los largometrajes (de ello hablaremos mañana). "La ruta hacia El Dorado", estrenada antes, fue un fracaso de taquilla. Inmerecido. Pero esto tal vez condicionó a la compañía para sus producciones futuras, que fueron dejando de lado, al igual que el propio estudio de Walt Disney a partir de 2005, la animación tradicional y alternando cosas de calidad con mediocridades simplonas hechas para pasar la gorra. Tulio y Miguel, sus protagonistas, son dos personajes geniales, lo mejor del filme con diferencia. Es una pareja de pillos con un carisma increíble, con una química genial, que levanta ella sola una película que sin este handicap tal vez habría sido bastante sosa. Porque "La ruta hacia El Dorado" tiene una trama muy normalita con unos villanos bastante flojos y un desenlace del que se esperaba muchísimo más y que deja bastante que desear. Es la verdad. Sin embargo, el dúo protagonista lo levanta todo, y también un par de secundarios: Chel, la divertida chica, y Altivo, el desternillante caballo. La película funciona gracias a este cuarteto imparable, y muchísimo, en todas sus partes cómicas, aunque falla como he dicho en las dramáticas y se quedan sin explotar muchos aspectos que daban mucho juego y que la habrían colocado definitivamente en el camino de la trama para adultos, como la denuncia de las demagogias, de las manipulaciones patrióticas y religiosas o de los imperialismos en un entorno ideal para ello como es el de las terribles guerras de conquistas en Sudamérica.


Todos estos puntos aparecen esbozados (la crueldad del conquistador Cortés -basado en el verdadero Hernán Cortés- y sus ansias de oro y gloria, la perfidia del jefe Tanabok y su desprecio por su pueblo, la crítica a las tradiciones absurdas y monstruosas, el mensaje pacifista...) pero se corta de golpe, y es una lástima. El resto, está muy bien. La animación es preciosa, los decorados magníficos, el diseño de los personajes también está henchido de carisma, y las canciones y las escenas de acción y de aventuras son de diez. Dreamworks continuaba en el buen camino, básicamente, a pesar de no ser este un filme redondo. Creo, de todas formas, que sólo por sus dos protagonistas y por toda su excelente parte cómica debería ser tenido mucho más en cuenta en la historia del cine de animación de las últimas décadas.


lunes, 19 de marzo de 2018

ANIQUILACIÓN de Alex Garland - 2018 - ("Annihilation")


Lena, bióloga y profesora, pasa por una terrible depresión tras la desaparición de su marido, militar. Ya ha pasado un año y se ve totalmente incapaz de salir del pozo, sin ganas de vivir. Un día, sin embargo, algo ocurre... Algo que lo cambia todo de repente.


Después de la excelente "Ex Machina", Alex Garland vuelve con "Aniquilación", una fantástica película totalmente perturbadora y apasionante en prácticamente todos sus aspectos. La novela en la que se basa, la primera de la trilogía "Southern Reach" de Jeff VanderMeer, conformada por "Aniquilación", "Autoridad" y "Aceptación", ya viene con excelentes críticas, y esta adaptación ha sido transformada en una película de culto instantánea de esas que o se aman o se odian sin mucho término medio pero que a prácticamente nadie ha dejado indiferente. Tengo que decir que a mi, personalmente, no me ha gustado su desenlace. Ahora bien, el resto me parece una obra maestra, e indiscutible. Garland ha creado una película de ciencia ficción dura apasionante. En lo visual, en sus propuestas y en su mezcla de géneros. En lo visual porque sabe crear un mundo tan hermoso como perturbador: extremadamente perturbador. El aspecto técnico del filme, además de original y bellísimo, sumerge al espectador en un mundo único, donde las leyes de lo que conoce se han ido al carajo por completo. Terror inteligente y lúcido en estado puro, y animado con unos diálogos cuadrados al milímetro. Luego, está su propuesta, abierta a muchas metáforas y alegorías pero que nunca, nunca, nunca deja indiferente, y que plantea todas sus preguntas con cordura y sin pedanterías, combinando perfectamente el drama, el thriller, la acción y el terror. Esta es la mezcla de géneros de la que hablaba en tercer lugar, mezcla que es perfecta, heterogénea y sin embargo ensamblada sin ni una sola fisura. El plantel de actrices protagonista está inmenso: hasta las secundarias. Natalie Portman y Jennifer Jason Leigh simplemente de matrícula de honor.


Escenas totalmente perturbadoras, palabra que repito bastante ya pero que se ajusta perfectamente a todo el filme, se quedarán marcadas en la retina del espectador para siempre. Sí, posiblemente estamos ante un nuevo futuro clásico de la ciencia ficción. Sí tengo que repetir que el desenlace me chirría. Alex Garland reconoce haber leído solamente el primer libro de la trilogía de VanderMeer, lo cual le ha valido también sus críticas (desconozco que opinará el escritor de la adaptación de su primera entrega), y me da a mi, que no he leído la novela, que se la ha pasado bastante por el forro. Creo sin embargo que, a pesar de esto, la película es extremadamente original y acertada. De lo mejorcito de lo que llevamos de año, y con diferencia.


ESPACIO CON SPOILERS: Sí, Alex Garland solamente se ha leído la primera de las novelas de la trilogía. Sí, ha sido bastante puteado por ello, y ya he leído críticas que le acusan de habérselo pasado todo por el forro. El desenlace de "Aniquilación" me parece a mi acertado a medias. Plantea muchas preguntas, pero resulta demasiado confuso y da la total impresión de ser una huida facilona hacia adelante ante la disyuntiva de no saber cómo terminar todo lo construido. Creo que Garland se toma muchas molestias para crear una obra de ciencia ficción y terror totalmente diferente y que, en los últimos dos o tres minutos, mete la pata con uno de los peores topicazos del cine de terror comercial, el de esos dos personajes en los que se adivinan (o no, cada cual tiene su idea) oscuras intenciones. Creo que este desenlace simple y tontorrón se carga bastante todo el resto del filme, serio y lúcido, y esto unido al hecho de dejar tantas preguntas en el aire (que muchos interpretan como otra huida fácil hacia adelante del director), deja un poso agridulce en una conclusión floja para una obra maestra de su género. A pesar de esto, es eso: una obra maestra.


sábado, 17 de marzo de 2018

C'EST LA VIE de Eric Toledano y Olivier Nakache - 2017 - ("Le Sens de la fête")


Max es un experto organizador de bodas y eventos que está preparando, con su compañía, un casamiento que va a tener lugar en un castillo francés del siglo XVIII. El novio es un tipo insoportable y extremadamente estúpido, exigente hasta la imbecilidad, pero ha pagado mucho dinero y Max debe intentar que todo salga perfecto. Sin embargo, tras toda una vida dedicado a este trabajo, por primera vez, empiezan a salir cosas mal y, además, vienen en cadena. Si no quiere que la boda termine siendo un caos, Max y sus compañeros van a tener que dar un giro radical a los acontecimientos inesperados.


"C'est la vie", la última película de Olivier Nakache y Eric Toledano, que vuelven a la comedia tras "Samba", es muy, muy flojita. Sigue las andanzas de un grupo de trabajadores de una empresa que organiza bodas y otros eventos. Hay personajes de todo tipo y de todas las edades (el jefe, los subjefes, los invitados, los eventuales, los perdidos en la vida, los inmigrantes, los artistas) y un poco de todo temáticamente hablando (amor, desamor, amistad, trabajo, frustración vital, sueños rotos). Para gustar un poco a todo el mundo. Que no es algo malo a priori, pero el conjunto no llega, simplemente. Los personajes son todos superficiales y tópicos, y la trama es totalmente lineal, mientras que los gags y los chistes tienen en general poca gracia y no son nada atrevidos: se limitan a explotar tópicos de forma políticamente correcta. "C'est la vie" no es nada arriesgada: prima el buen rollo por encima de todo, incluso en las peores situaciones. Al jefe de la empresa la joden una boda importante pero no pasa nada, da un discursito paternalista y todos a bailar. Y contrata a auténticos ineptos que van con la camisa sin planchar pero guay, que se apunten al evento como camareros, aunque queden como el culo. Y al novio, que es un gilipollas de los genuinos y auténticos, le fastidian el supuesto día más importante de su vida pero al final su carácter no importa nada porque todo es cachondeo y comprensión. No se lo cree nadie. Es inverosímil. Tanta corrección política y tanto buen rollito aburren mortalmente y no tiene valor alguno: una comedia es mucho, mucho más que esto, aunque sea una comedia de humor blanco (que también hay obras maestras del humor blanco, sólo que son más difíciles de conseguir). Todo esto aparte del ritmo del filme, que se resiente tremendamente tras tanto gag igualito que el anterior y sin nada reseñable o sugerente.


Los actores (muy buen reparto, por cierto) están muy bien, y tienen su cierto carisma, pero el guión, sencillamente, es tan blandito que se no interesa nada al final, y las pocas situaciones estrambóticas o con algo de ironía o mala leche que se encuentran son solucionadas de forma burda y absurda. El prólogo del filme si lo rescato: me parece genial, y toda persona que haya trabajado alguna vez de cara al público reconocerá a esa pareja repelente e insoportable a la que dan ganas de ostiar a base de bien. Ahora, es sólo eso, un prólogo, una promesa que no se concreta en nada. No puedo decir que "C'est la vie" sea un bodrio, porque no lo es y porque no trata de quedarse con el espectador con su falta de pretensiones total, pero tampoco pasa de ser uno de esos filmes de sobremesa, de fin de semana a las cuatro de la tarde, que se ven entre cabezadas para echar el rato y que se olvidan al día siguiente. Mediocridad total en todos los aspectos.


viernes, 16 de marzo de 2018

WINCHESTER: LA CASA QUE CONSTRUYERON LOS ESPÍRITUS de Michael y Peter Spierig - 2018 - ("Winchester")


1906. Eric Price es un doctor que pasa por una gran depresión y que a causa de ello es adicto al láudano. Un día, es contratado por la compañía de rifles Winchester para que evalúe a Sarah Winchester, la mujer de Wiliam Wirt Winchester, su fallecido creador y fabricante de armas. Sarah, según le han dicho, parece haber enloquecido y vive en la Mansión Winchester, una gran casa que se encuentra siempre en construcción constante y a la que no deja de añadir nuevas y extrañas habitaciones. Eric se instala unos días en el curioso lugar y empieza a entrevistar a su dueña. Hechos inquietantes empiezan a suceder en sus cuartos, pasillos e interminables estancias...


"Winchester: La casa que construyeron los espíritus" es la nueva película de los hermanos Michael y Peter Spierig. Después de un despropósito repugnante como fue "Saw VIII", la cual comenté hace poco más de un mes, estos dos directores australianos no me daban demasiada confianza, aunque por otra parte "Predestination" me pareció curiosa y solvente, así que al final he optado por darle una oportunidad a su nueva creación. Y no es un telefilme de mierda como la mencionada octava entrega de "Saw", pero sí que vuelve a ser otro bodrio infumable. El ambiente está cuidado, la fotografía y el vestuario bien, los actores empiezan demostrando carisma (Helen Mirren y Jason Clarke forman un dúo bastante interesante en los primeros momentos de la historia) y la premisa es ambiciosa: explotar las leyendas de fantasmas que hay alrededor de la mansión que da nombre al filme, un lugar real con mil historias extrañas y evocadoras, por medio de una historia, valga la redundancia, de redención que además viene con un mensaje pacifista. Por desgracia, todo esto no va más allá de la primera media hora de metraje. La trama es una colección más de tópicos mil veces vistos, de sustos facilones mil veces vistos, de historias de traumas personales mil veces vistas y de recursos cutres mil veces vistos. Para colmo, hay lagunas por todas partes. Ya se imaginan: desde espíritus gilipollas con grandes poderes que no matan a los protagonistas teniendo mil oportunidades de hacerlo hasta secundarios que salen solamente para morir (cuando a los mencionados protagonistas se les ha dejado escapar a lo compadre) pasando por fantasmitas de tres al cuarto que asustan a los demás sin sentido, enigmas de juego de mesa, niños poseídos ineficaces o encuentros con seres queridos muertos que son un "deja vu" refrito. Todo, encima, sin ritmo: al final la trama se reduce a ser un "correpasillos oscuros" más con desenlace típico y bastante cogido con pinzas. Interés cero, distracción cero, imaginación cero. "Winchester" es la enésima película de terror fallida y anodina, olvidable y aburrida hasta la extenuación. En fin, otra bazofia más de los hermanos Spierig.