Billy Batson es un adolescente problemático que, abandonado por su madre cuando era un niño, se ha pasado la vida con familias de acogida de las que ha escapado. Atrapado de nuevo por los servicios sociales, es llevado al hogar de los Vázquez, una gran casa donde este matrimonio acoge a otros cinco niños adoptados. Billy no se lo imagina, pero está a punto de hacerse con un inesperado y milenario poder...
Al Universo Cinematográfico DC llevan matándolo desde el estreno de "Batman V. Superman". Pero lo cierto es que, a pesar de sus notables bodrios, a pesar de sus películas irregulares, a pesar de las huidas de actores básicos del proyecto como Ben Affleck, ahí sigue. Y ha habido películas ya mejores como "Wonder Woman" o la reciente "Aquaman". Y ahora, llega "¡Shazam!", dirigida por David F. Sandberg, a recordarnos que, con sus más y sus menos, este universo va a seguir vivo. Este filme puede que no sea genial, ni inolvidable, pero es una perfecta comedia de superhéroes que está por lo menos al nivel de las mejores películas de personaje en solitario de su rival Marvel. Los fans del cómic se podrán quejar de muchas cosas de ella, y con razón, porque no profundiza demasiado ni en el personaje ni en su mundo (también es la película de introducción, por otra parte), pero tampoco podrán decir que sea un bodrio como "Escuadrón Suicida" ni una "sosada" como "Liga de la Justicia". David F. Sandberg sabe cambiar de género con notable solvencia y entregar una película entretenida, emotiva, sentida y sincera, sobre todo sincera. Todo en "¡Shazam!" desprende cariño, y eso se nota, desde la dirección y los homenajes hasta la interpretación de Zachary Levi, que sabe hacerse querer y poner gestos de adolescente para transmutarse en un niño encerrado en un cuerpo de héroe adulto.
Mark Strong, por otra parte, es un villano con mucho carisma, y se mueve como pez en el agua una vez más en este tipo de papeles. Los secundarios también cumplen de sobra, y la acción está muy bien equilibrada con el drama y, lo más importante de todo, la comedia no carga, ni resulta excesiva, ni los gags son vergonzantes. Tiene todo además un aura de "película ochentera" que se agradece mucho: sin pretensiones, pero bien hecha. Puede que no sea la película que vaya a salvar al Universo Cinematográfico DC (si es que de veras está muriendo, que yo tampoco lo creo, en absoluto), pero desde luego es un soplo de aire fresco y de estabilidad en su hasta ahora tambaleante serie de aventuras. Muy recomendable y super entretenida.
ME VOY UNOS DÍAS DE VACACIONES. HASTA EL FINAL DE LA SEMANA ;)
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