Porco Rosso

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sábado, 26 de mayo de 2018

HAN SOLO: UNA HISTORIA DE STAR WARS de Ron Howard - 2018 - ("Solo: A Star Wars Story")


Han es un joven que vive en el miserable y corrupto planeta Corellia trabajando de contrabandista de poca monta para la podrida Lady Proxima, que le explota con mano de hierro. Han, sin embargo, no se resigna a llevar esta existencia para siempre y, junto a su amiga Qi'Ra, tiene un plan para largarse de ese pozo inmundo. Algo, sin embargo, se tuerce. Y empieza para él una vida errática de aventuras interminables.


Miles de frikis histéricos están ya despotricando en todas las redes contra "Han Solo: Una historia de Star Wars". Creo que no tienen ninguna razón. Está clara una cosa: el universo galáctico de George Lucas, vendido por éste al mejor postor después de haberlo destrozado vilmente en sus episodios primero, segundo y tercero, se va a seguir expandiendo sí o sí. Por dinero. Si, por dinero. Porque hay que vender mucho merchandising. Y eso no va a cambiar, quieran o no quieran los fans más puristas y afectados. Y menos con la fiebre de "crossovers" gigantescos que está en marcha con los universos variopintos de los cómics de superhéroes de Marvel y DC. Para bien y para mal, es época de series cinematográficas largas y de luchas encarnizadas por derechos de explotación de franquicias famosas. Bueno, no podemos hacer nada contra esto. La pregunta es: ¿tan horrible es? Siempre es posible hacer una obra comercial buena. Ron Howard, irregular, sabe lo que es esto. Ahí tiene muchas películas mediocres, pero también maravillas muy comerciales como "Willow", un clásico de la aventura de los años ochenta, uno de los grandes. Si se hace bien una película, se hace bien, y punto. Y la última suya, esta "Han Solo", está desde mi punto de vista muy bien hecha. Vale que puede que no venga a cuento, pero, ¿y qué? "Han solo" es una película aventurera muy equilibrada, muy divertida, muy respetuosa en líneas generales, muy bien ambientada y muy bien rodada. No sé cómo acabará al final en el imaginario colectivo cinéfilo, porque acaba de estrenarse, pero creo que si hoy es destrozada sin piedad, el tiempo la acabará poniendo en su sitio.


Esta precuela de la primera "Star Wars" centrada en la historia del personaje que le da nombre, uno de los más carismáticos y míticos y queridos de la saga, narra su primera juventud, sus primeras luchas, sus primeras decepciones, en un mundo despiadado de mercenarios, contrabandistas, mafiosos y fuerzas imperiales. Ron Howard juega bien con los tópicos esperables sin traspasarlos o ridiculizarlos, retrata bien a los personajes y con respeto (en ningún momento he echado de menos al Solo de Harrison Ford, aunque algunos puristas me quieran matar por ello), crea una trama totalmente nueva pero anclada en todo lo visto anteriormente y sin desprestigiarlo y regala unos personajes con conflictos bien resueltos y con muchas escalas de grises.


La trama está perfectamente equilibrada además, con el drama justo, con el humor justo, con la aventura justa y con el toque turbio justo. Hay, incluso, sorpresas bastante apañadas y promesas futuras de nuevas historias que creo que si se tratan bien darán bastante juego. Los personajes clásicos son escrupulosamente respetados (Chewbacca y Lando no desmerecen en absoluto a los ya conocidos), los nuevos tienen cosas que aportar, los villanos están estupendos, los secundarios también, y Howard se aleja escrupulosamente del retrato maniqueo típico de "los buenos contra los malos" para retratar a seres con dobleces y aplastados por sus circunstancias. El elenco está elegido a la perfección: todos, desde el discutido Alden Ehrenreich, casan perfectamente tanto con el físico exigido como con la actitud a la hora de interpretar. Y la ambientación es fantástica, y el vestuario, y los efectos especiales, y además quedan escenas de acción absolutamente geniales, vertiginosas. Casi todo en "Han Solo: Una historia de Star Wars" me parece más que digno: dignísimo. Los cabezas cuadradas de siempre la putearán y no sabrán ver más allá de la caradura comercial de las diversas compañías. Ellos se lo pierden.


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