Un antiguo guerrillero irlandés, cansado de la falsedad de la política, acepta un trabajo como oficial atmosférico en un islote en mitad del océano. Deberá permanecer allí un año con la sola compañía de Batís, el farero y único habitante del lugar, un hombre solitario y huraño que vive de espaldas a él sin hacerle ningún caso. El trabajo parece aburrido, pero también tranquilo, poco complicado y seguro. Sin embargo, algo ocurre en la isla, que esconde oscuros secretos.
Después de un bodriazo infame, imagino que tal vez meramente alimenticio, como "The Crucifixion", Xavier Gens adapta la novela de Albert Sánchez Piñol "La piel fría" en una producción española con medios muy apañados y actores internacionales, realizada el pasado 2017 pero que se ha estrenado el pasado mes de febrero. La película es bastante mejor que la anterior (lo cual es tremendamente fácil), aunque ha recibido algunas duras críticas de los fans de la novela sobre las que no puedo opinar porque no la he leído. Ciñéndome a la cinta, tengo que decir que tiene muchos puntos interesantes pero otros tremendamente fallidos. Interesante es la atmósfera, espléndicamente recreada, con un aura evocadora genial que remite a cierto "steampunk" y a los mundos románticos de las novelas de aventuras y ciencia ficción de los siglos XIX y XX. Interesante es también su alejamiento del cine de terror al uso para tratar un drama de supervivencia y algo más, e interesantes son sus tres protagonistas, muy bien interpretados, y las relaciones cruzadas que prometen entre ellos. Por desgracia, todo se le va bastante de las manos al director, esencialmente porque no se desarrolla casi nada de la trama y no explica tampoco casi nada sobre el contexto. No sabemos qué son o qué quieren los extraños seres venidos del mar, ni por qué la chica se queda en el faro con semejante personaje que la maltrata y luego cambia de opinión, ni encontramos ningún mensaje claro en ninguna parte. La trama se despliega de forma abrupta, los personajes cambian de carácter de golpe, algunas de sus acciones no tienen ningún sentido y, encima, el ritmo es también bastante abrupto, valga la redundancia. Las escenas de acción están bien rodadas, y el maquillaje y los efectos especiales son dignísimos, por otra parte. Pero simplemente, el guión no acompaña a todo el buen hacer que se despliega en lo visual. No da. Y es una verdadera lástima, porque la película aburre y pierde al espectador prometiendo algo que no recibe para colmo. Una pena: muy buenas intenciones pero un desarrollo que hace aguas por todas partes.
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