Porco Rosso

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jueves, 28 de diciembre de 2017

WONDER WHEEL de Woody Allen - 2017 - ("Wonder Wheel")


Años cincuenta. Conney Island. Mickey Rubin es un joven que trabaja en la playa como socorrista y que desea tener muchas vivencias y ser un gran escritor. Mickey empieza una relación furtiva con Ginny, una mujer mayor que él que trabaja como camarera en un restaurante de ostras y descubre que la vida de su amante es un completo desastre: vive en un cuchitril con su hijo pequeño, un niño problemático, y con su marido Humpty, un operador de carrusel alcohólico con el que no es feliz. Para colmo, un día todo se termina de derrumbar cuando en su hogar aparece Carolina, la hija de Humpty, que ha dejado a su marido mafioso y que es perseguida por éste...


Woody Allen ha vuelto, escrupulosamente, a estrenar su película anual. Y esta vez, después de "Café Society", tocaba meter la pata. Parece que aquí también se ha vuelto puntual el hiperactivo director de Nueva York. Últimamente parece estar nostálgico, porque nos quedamos de nuevo en una época pasada: ahora los años cincuenta en Coney Island. Hay dos cosas fascinantes en esta película. Una es Kate Winslet, que está del todo inconmesurable. La otra es la fotografía de Vittorio Storaro, que nos remite a una época vista con un evocador romanticismo y que transforma un verano cualquiera en un tiempo casi de sueño, con una iluminación en la que se mezcla lo lánguido y lo colorido sin que haya ningún choque y que recuerda a las películas clásicas saturadas en Technicolor. Después, queda lo malo, que es bastante por desgracia. La trama básica vuelve a ser un compendio de algunas de las tramas habituales de Woody Allen, ahora centrada en el retrato de una vida desperdiciada de unos personajes atrapados por una rutina aplastante llena de frustración y de líos con poca solución a la vista. El problema no es tanto que esto esté ya mucho o poco visto como que Allen se dedica a repetir la misma escena con variantes a lo largo de casi toda la película una y otra vez. Misma discusión sobre el mismo tema básico con varios personajes diferentes y seguimos adelante todo el rato. Diálogos aceptables pero repetidos (y aún siendo aceptables son una sombra de las cosas que es capaz de escribir este director). Y para completarlo todo, personajes que no están todo lo bien coloreados que deberían estar (en especial el de Juno Temple, muy desperdiciado).


Los actores sí que destacan en cambio, incluso los que tienen papeles justitos; en especial, como he dicho, brilla con luz propia y se come a todo el reparto una Kate Winslet que entrega, aunque la película no sea buena, uno de los papelones de su carrera (que tiene ya varios, oigan). Winslet está maravillosa, inolvidable, y duele de verdad verla interpretar a esa mujer atosigada por esa vida de sueños no cumplidos y de premios de consolación. El desenlace del filme sorprende también, aunque no es decisivo a la hora de levantar un poco a todo su conjunto reiterativo, de "deja vu" constante, y a causa de todo ello el ritmo se termina ralentizando mucho y "Wonder Wheel" termina siendo una obra aburrida, pesada, hasta cansina. No se puede decir que sea horrorosa, pero desde luego es de las más flojas del último Woody Allen, y miren que hay ya bastantes flojas en su haber en los últimos años. Bueno, a ver qué nos trae para el próximo 2018, y esperemos que todo mejore.


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