Falso documental sobre cómo el actor Joaquin Phoenix trató de, tras abandonar la interpretación según él para siempre, dedicarse a la música como polémico y decadente cantante de hip-hop.
Después de haber protagonizado la película "Two Lovers" de James Gray en 2008, Joaquin Phoenix anunció públicamente que se retiraba del mundo de la interpretación para dedicarse exclusivamente a su nueva faceta de cantante de hip-hop. A lo largo de buena parte del año 2009. el supuesto ex actor se dedicó a aparecer públicamente con una actitud extraña y payasesca cuando no conflictiva, con una vestimenta dejada, con peinado estrambótico, y con ansias a veces hasta de liarla parda. En más de una ocasión se peleó y llegó a las manos en lugares públicos y en el show de David Letterman "Late Night with David Letterman", muy famoso en los USA, apareció con gafas de sol y como si estuviese borracho o drogado y respondió a las preguntas del presentador de forma totalmente incoherente. Alrededor de septiembre de 2010 se supo ya que todo esto no era real y se presentó en aquel mes la película que nos ocupa, "I'm still here", que fue rodada por Casey Affleck, el hermano de Ben Affleck y cuñado y gran amigo de Phoenix, que en 2012 volvió a las salas con uno de sus mejores papeles en "The Master" de Paul Thomas Anderson. Este filme, debut del mencionado Casey en la dirección, es un falso documental en el que tanto él como Phoenix pretendían, en sus propias palabras, "explorar la libertad y la relación que existe entre los medios de comunicación, sus consumidores y las propias celebridades". Lo consiguieron bastante bien, ya que la cinta funciona perfectamente como una parodia de esas vidas de famosos que tanto dan que hablar en los programas del corazón y que se alimentan de la humillación de éstos (o autohumillación).
Joaquin Phoenix, como tantas grandes estrellas caídas en la decadencia o directamente en la desgracia a pesar de tenerlo todo, finge tirar su carrera por la borda de cualquier manera y se comporta, muchas veces públicamente y ante personas que en ese momento no sabían que su actuación era eso mismo, una actuación (David Letterman), como un completo gilipollas con todas las letras y se ríe de la estupidez de unos personajes públicos que necesitan ante todo llamar la atención. El actor se pelea con gente (a veces a tortas), hace el más profundo ridículo, se finge borracho o drogado, aparece completamente desnudo, tiene sexo variado frente a la cámara, paga a prostitutas, graba unos temas de hip-hop verdaderamente patéticos y tiene la cara de ir a entregárselos a productores reconocidos para ver sólo la cara que le ponen, trata a puntapiés y con una soberbia despreciable a sus subordinados o amigos y hasta permite que le defequen encima.
"I'm still here" no se ahorra un detalle escabroso, y ciertamente todos podemos reconocer en la evolución fingida de Phoenix a cualquiera de esas prometedoras estrellas que acabaron con su carrera en la basura a causa de sus excesos y de las tonterías que hicieron. Para muchos este falso documental no funciona o no es más que una colección de chorradas que buscan llamar la atención. Yo creo que sí que logra dar la imagen acertada que pretende dar sobre el mundillo que retrata y, aunque es pretencioso a veces y tiene un desenlace algo brusco y que no sabemos muy bien qué pretende, es efectivo. Tiene también creo Phoenix el mérito de prestarse como conejillo de indias a realizar una jugada que le podría haber salido mal y haberle explotado en la cara, pues durante 2009 y 2010 no rodó nada salvo esta película y muchos pensaron que estaba cayendo verdaderamente en la perdición y hasta fue parodiado como tal. Recomendable y buen experimento.
Me parece original y diferente!!!
ResponderEliminarUn saludOOo enorme!!