ELECTION: LA NOCHE DE LAS BESTIAS de James DeMonaco - 2016 - ("The Purge: Election Year")

Llega el Día de la Purga Anual a los USA y la senadora anti-purga Charlie Roan se parapeta en su casa con sus guardias de seguridad: está a punto de ganar las elecciones y ha prometido que si lo hace acabará para siempre con este macabro juego, por lo que sus protectores temen que sus rivales políticos puedan intentar matarla esa noche. Entre ellos está Leo Barnes, un hombre con un triste pasado. Algo ocurre cuando La Purga comienza... Algo que va a poner a la senadora y a Leo en un grave peligro...

Se acaba de estrenar "Election: La noche de las bestias", la tercera entrega de "The Purge", aquella discutida y sorprendente película que ponía a parir al Sueño Americano y a su pasión por las armas en clave de fábula distópica en 2013 y 2014. Se instaura la cosa como trilogía y el colofón no decepciona: sigue poseyendo su capacidad evocadora y su poder de hacer paralelismos de crítica social con ciertas situaciones de nuestros días. Especialmente las referencias son muy claras a muchas cosas que han ocurrido en todo el mundo desde que estalló la larga e insoportable crisis económica de 2008, en la que estamos todavía inmersos y de la que poco a poco nos estamos recuperando por suerte pero que ha dejado un reguero de "muertos sociales". El juego macabro de "La Purga", que sacó a los USA de una crisis brutal como esta que estamos viviendo y peor, saca lo peor de cada norteamericano y, además, sirve para eliminar a los más pobres de la sociedad, los que no pueden pagarse las mejores medidas defensivas: de esta manera, el estado se libra de encargarse de ellos. "La Purga", además de ser un día de masacre delirante e injusto para que todo el mundo saque lo peor que lleva dentro, sirve como medio de control de la pobreza por parte de los más ricos. En fin, creo que la idea es como he dicho perfectamente extrapolable a muchos contextos de hoy y muy interesante, James DeMonaco vuelve a ponerse tras las cámaras y recupera al personaje de Frank Grillo de la segunda entrega, "Anarchy: La noche de las bestias", para cerrar (más o menos) la trama y ponerle a proteger a la principal política "anti-purga", que está a punto de ganar las elecciones para acabar para siempre con dicho juego. La película vuelve a estar excelentemente rodada y vuelve a gozar de una gran capacidad de impacto. Visualmente sabe sobrecoger y narrativamente tiene un punto de giro interesante tras otro y sabe sorprender al espectador sin cesar (hay en "Election: La noche de las bestias" más sustos de verdad que en la mitad de las películas de terror que pretenden asustarnos de todo lo que llevamos de año).

La tercera parte de esta saga vuelve a poner en la picota como he dicho la pasión norteamericana por las armas, la violencia y la venganza, y también los errores de las democracias, la corrupción política, el clasismo, el racismo, la inmigración, la falta de oportunidades, la supuesta lucha contra la pobreza y los viajes de "turismo criminal" (con un acertado paralelismo con el turismo sexual). Hay, sin embargo, como en las otras dos entregas, un fondo de solidaridad y fraternidad, y un mensaje a favor de la gente sencilla, la que se preocupa por los demás sin pedir nada a cambio y que en los peores momentos es capaz de convertirse en héroe. Le falla al filme ligeramente, pienso, un retrato del fanatismo religioso algo torpe y tópico, aunque desde luego que existe mucha gente que se comporta ciertamente de esta forma. Los personajes son por otra parte muy atractivos y todos tienen carisma de sobra. "Election: La noche de las bestias" es un colofón (por ahora) más que digno a una saga muy fresca y sorprendente de los últimos años.