El escritor bohemio Marcel Marx abandonó hace tiempo París y vive ahora en la ciudad norteña de El Havre. Trabaja como limpiabotas y, aunque esto no le da demasiado dinero, vive feliz con su mujer y rodeado siempre de personas, lo que más le gusta. Un día, se topa en su camino un adolescente que viene del África negra, huyendo de la miseria y de la falta de oportunidades, y que trata de pasar desde Francia a Inglaterra en busca de una vida mejor. Marcel va a intentar ayudarle a conseguir su objetivo, pero se va a topar con la helada e implacable maquinaria del Gobierno, que quiere devolver al chico a su país de origen.
Con la polémica que lleva varios meses cundiendo en Europa sobre el trato que se está dando a los refugiados que la han invadido huyendo de la guerra, conviene revisar películas como "El Havre", la última hasta ahora de Aki Kaurismaki. El director finlandés a veces es positivo y a veces es negativo. En esta película es positivo y entona un precioso canto a favor de la fraternidad y de la entrega a los demás. El asunto central es el de la inmigración, y se recupera a un personaje que ya aparecía como protagonista en la también preciosa "La vida de bohemia"; el escritor Marcel Marx, al que vuelve a dar vida con gran carisma André Wilms. Ahora, Marcel vive en El Havre, la ciudad portuaria del norte de Francia que da nombre al filme, en donde trabaja como limpiabotas y tiene una vida esencialmente feliz con su pareja y rodeado de gente, lo cual le encanta, a pesar de que su oficio no le da para vivir especialmente desahogado. En su camino, se topa un día cualquiera un adolescente, casi un niño, que viene desde el África negra y que trata de pasar a Inglaterra en busca de una vida mejor. Como los inmigrantes de tratan de entrar en Europa desde Siria, este niño huye de la guerra, de la muerte, de la miseria y de la falta total de oportunidades, y además viaja completamente solo. Marcel querrá ayudarle, pero se verá enfrentado a la fría y deshumanizada maquinaria de inmigración del Gobierno, que quiere devolver al chico a su país de origen. Lo que viene es una tragicomedia con humor fino e inteligente, con hieratismo expresivo y gran economía de medios (aunque aquí un poco menos: es como si al estar rodado en Francia y no en Finlandia el filme se volviese más cálido por sí solo), personajes tiernos y encantadores y perdidos en un mundo moderno terrible, diálogos cortos pero cargados de significado y un optimismo vital enorme que se desprende en cada minuto de metraje. "El Havre" es una apuesta de Kaurismaki por la amistad, por la bondad, por la humanidad. Él, que no confía en la humanidad, según ha dicho en varias entrevistas, hace una pura poesía sobre la alegría de vivir y sobre lo bueno que late en los seres humanos a pesar de todo lo oscuro que tienen.
"El Havre" es una joyita maravillosa del cine de este creador y una de sus mejores películas. De nuevo consigue conmovernos con su minimalismo, y a la vez hacernos reír con sus gags inimaginables y finos (no se me va a olvidar nunca ese detective entrando en los lugares variopintos del filme mientras trabaja con esa enorme piña bajo el brazo). La ambientación otoñal, de luces melancólicas y románticas, es deliciosa, así como la genial selección musical que Kaurismaki, melómano empedernido, escoge para acompañar. "El Havre" es otra crítica brutal al capitalismo descarnado, a la inhumanidad de las ciudades del mundo desarrollado, en las que nadie conoce a nadie; a la brutalidad de los estados cuanto tratan con los inmigrantes que sólo intentan buscar una vida mejor, pero también es como he dicho un canto a todo lo precioso que todos tenemos dentro, a la unión entre los seres de distintas culturas y al sacrificio y a la redención. Preciosa. Esperamos con ansia la próxima película de este genial creador. Ya va tocando, que "El Havre" es ya de 2011.
ME VOY DOS SEMANAS DE VACACIONES Y ESTAS VACACIONES TAMBIÉN SERÁN BLOGUERAS. ENTRE SEMANA NO ACTUALIZARÉ, PERO ALGUNOS FINES DE SEMANA POSIBLEMENTE SÍ QUE LO HAGA, ESPECIALMENTE PORQUE VERÉ ESTRENOS Y QUERRÉ COMENTARLOS. HASTA ENTONCES, DISFRUTEN DEL VERANO
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