Porco Rosso

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sábado, 21 de mayo de 2016

TODO LO DEMÁS de Woody Allen - 2003 - ("Anything Else")


Falk es un joven escritor de comedia de Nueva York que está perdidamente enamorado de Amanda, una chica inestable, bastante loca, que le trae por el camino de la amargura. No contento con esto, tiene problemas con la madre de esta chica, que se mete donde no la llaman, con el pelmazo de su agente, que es un desastre, y con sus propios bloqueos creativos. Todos estos problemas los comparte con su amigo y mentor, Dobel, también escritor de comedia pero de varias generaciones por delante. Juntos pasean y discuten de todo, de la vida y de sus líos.


Con "Todo lo demás" hay una cierta polémica entre los fans de Woody Allen. Para muchos es una de sus películas más flojas y descafeinadas, y para otros está infravalorada. Suelo situarme siempre a medio camino de este tipo de opiniones, pero lo cierto es que en este caso tengo que decantarme claramente por la segunda opción. No es ésta una película mala, pero sí que es una de esas cositas más flojas que Allen hace cuando tiene un año más regular, menos inspirado. En los últimos tiempos el director neoyorkino salta sin cesar entre obras buenas y otras no tan buenas. Tiene pocas películas verdaderamente malas, contadas con los dedos de una mano, pero las tiene. "Todo lo demás" no es una de éstas, por suerte, pero tampoco destaca por demasiado y se olvida pronto. Woody Allen y Jason Biggs (entonces venido directamente de "American Pie" e intentando hacer cosas diferentes) son los dos protagonistas principales de la película, ambos amigos y ambos un trasunto del propio Allen a diferentes edades: uno es un cómico joven que está empezando en el mundillo del arte del gag y el otro es un cómico veterano que ha pasado de sobra la mediana edad. Pero vienen a ser el mismo. Después está una chica un poco loca interpretada por Christina Ricci de la que está enamorado el primero. Tenemos los asuntos de siempre: amor, sexo, judaísmo, relaciones personales, sentido de la vida, llegada de la muerte, arte, crítica al esnobismo de las clases supuestamente intelectuales y amistad, entre otros, y además un comentario incluso sobre la tragedia y la paranoia del 11-S. Todo ambientado en Nueva York y a ritmo de jazz, con diálogos inteligentes y rápidos y con papeles bien interpretados de actores y actrices de varias generaciones. Y tenemos por supuesto una estética preciosa de la ciudad que nunca duerme romántica, aquí luminosa y primaveral (contrastada con otras de Allen que la mostraban sumida en un otoño melancólico) y casi paradisíaca por algunos momentos. En fin, lo de siempre, sí. Pero falla algo.


Y... ¿Qué falla entonces en "Todo lo demás", si tiene como he dicho lo que tenemos en tantas otras películas de Woody Allen? Pues falla que en toda la película no hay ningún gag especialmente memorable (alguno protagonizado por Danny DeVito me hace cierta gracia, pero poco más), ni ninguna conversación grande como las que suele escribir el director de "Annie Hall", ni ningún personaje cautivador ni ninguna escena que se quede en la memoria. ¿Una película de Woody Allen olvidable? ¿Eso existe? Sí, existe, especialmente a partir del año 2000 y sus alrededores. Hay pocas, pero existen, y una de ellas para mi por lo menos es "Todo lo demás". Es normal, por otra parte, dentro de la filmografía enorme, gigantesca, de un señor que desde hace más de cuarenta años entrega una película al año, puntualmente, y que trabaja con una neurosis creativa bestial. No se puede tener todo y hasta los grandes meten a veces la pata.


1 comentario:

  1. En su día, la ví; y me pareció un tostón... Es de esas pelis malillas que hace Woody Allen entre sus obras maestras!

    Un saludOoo enorme!!

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