Porco Rosso

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sábado, 30 de enero de 2016

GRANUJAS DE MEDIO PELO de Woody Allen - 2000 - ("Small time crooks")


Ray Winkler, un ladrón de medio pelo retirado de Nueva York, se gana la vida de mala manera como lavaplatos y decide, junto a su mujer y junto a un par de rateros inútiles de poca monta, dar su último y definitivo golpe: abrir una tienda de galletas en un local contiguo a un banco y atracarlo excavando un túnel entre ambos negocios. La cosa no les va a salir como esperaban... Pero se van a llevar una inesperada sorpresa.


Woody Allen a veces acierta y a veces no, y tiene sus indiscutibles obras maestras y sus películas más flojas y hasta algunas (las menos por suerte) verdaderamente malas. "Granujas de medio pelo" viene después de una de sus obras maestras (menos reconocida que otras, pero obra maestra): "Acordes y desacuerdos". Y si ya de por sí es una película menor, se queda desde luego totalmente colgada ante el gran nivel previo que tenía esta. Allen, después de aquel sesudo retrato de la perdición de un músico de jazz ambiguo y complejo, se lanza a rodar una comedia más ligera, aunque sin dejar de lado la carga de crítica social que suele tratar. "Granujas de medio pelo" vuelve a los inicios del director neoyorkino imagino que de forma consciente, a los de "Toma el dinero y corre" (me recuerda mucho este filme a éste, valga la redundancia, especialmente), "Bananas" o "El dormilón", para narrar la historia de un atraco como su título dice "de melo pelo" protagonizado por personajes delirantes y muy chorras y en el que el gag visual (inteligente siempre, eso sí), prima sobre el verbal. El cambio es acertado y funciona, y sorprende ver que Allen es capaz de retornar a su primera etapa con coherencia y gracia. El problema que el filme tiene es que cambia radicalmente de registro y, lo que empezaba siendo esta mencionada comedia loca, termina como una suerte de drama cómico en el que se pone a parir a los nuevos ricos (lo cual es muy acertado y viene muy bien, porque Woody es inmisericorde), pero con mucha menos gracia. La película pierde su mejor aliciente, el volver a ver a nuestro hombre neurótico en situaciones más alocadas y visuales, y cae en la "normalidad" de la tragicomedia de diálogos que suele practicar casi siempre y encima esta tragicomedia es de las más flojitas suyas. Si bien como he dicho la crítica a los nuevos ricos del filme es mordaz, ni los diálogos son especialmente destacados (para ser de Woody Allen), ni los personajes cautivan, ni los conflictos que se tratan tienen una gran profundidad.


"Granujas de medio pelo" se nos queda a la mitad, se nos queda colgando. Nos promete una cosa y nos da otra, y la otra que nos da es irregular y está a medio hacer. Sí, quedan momentos buenos, y diálogos chispeantes haberlos los hay, desde luego, pero no es brillante en ningún momento y a Allen ya estamos acostumbrados a exigirle un cierto nivel. Hay cosas excelentes también en la cinta como el papel de Hugh Grant, un actor que cuando quiere es bueno y que aquí entrega un personajazo con todas las letras. Sin embargo, la mediocridad (mediocridad para el cánon del cómico de Nueva York) es lo que impera en esta obra claramente menor. Y es que Woody es tan, tan, tan prolífico que también mete la pata. Rodando una película por año es imposible, pienso, no hacerlo. "Granujas de medio pelo" es una de estas meteduras, a pesar de momentos destacados puntuales. De lo más flojito de este gran maestro, que por suerte, a pesar de la irregularidad que le caracteriza desde finales de los años noventa, sigue sabiendo sorprender cada cierto tiempo y mantiene una calidad pareja en general.


1 comentario:

  1. No he visto esta de Woody Allen, y tampoco me llama demasiado, la verdad.

    Un saludoOo enorme!!!

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