Porco Rosso

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jueves, 3 de diciembre de 2015

LA MALDICIÓN DE LA FLOR DORADA de Zhang Yimou - 2006 - ("Man cheng jin dai huang jin jia")


China. Siglo X. Dinastía Tang. Las fiestas de Chong Yang se acercan y todo el palacio real está de gala y sembrado de flores doradas. El Emperador vuelve de batallar junto a su hijo Jai, gran guerrero, para celebrarlas con su familia. Sin embargo, no hay lugar en su castillo para la felicidad: espías rivales se esconden en todas partes, el pueblo es hipócrita y le detesta en secreto y su mujer le odia y él cree que trama algo con sus otros hijos. Pero el Emperador también tiene sus propios planes... La sangre va a correr muy pronto por todo el palacio.


Después del paréntesis de "La búsqueda", Zhang Yimou retornó a las artes marciales en la que hasta ahora ha sido su última incursión en este género con "La maldición de la Flor Dorada", una de sus películas más ambiciosas pero, sin embargo, una de las más fallidas, por lo menos para mi gusto. Basada en la obra "La tempestad" del chino Cao Yu, "La maldición de la Flor Dorada" es, al igual que esta obra, una crítica brutal a la familia tradicional de su país, crítica que, como ha hecho en otras ocasiones, Yimou ha ambientado en el pasado (tal vez para no tener tantos problemas con la censura). Mezcla de costumbrismo con acción, de cine de artes marciales con thriller palaciego, es una fábula sobre la ambición, el poder, el honor, el amor y el desamor, el odio, la injusticia, el machismo y el clasismo, las tradiciones absurdas, la hipocresía y la tiranía. Por desgracia, la película falla en algunos aspectos esenciales para que resulte satisfactoria. Sus personajes, aunque están perfectamente interpretados por un plantel magistral, no poseen demasiada hondura y las relaciones que se dan entre ellos están surcadas por bastantes lagunas.


Por otra parte, el ritmo de la trama no está bien medido, y eso que Zhang Yimou siempre ha sido capaz de hacer interesante hasta el minimalismo más estricto. Las dos partes de la película tampoco están bien compensadas: la primera es casi interminable y tiene al menos veinte minutos de costumbrismo estático que sobran, mientras que la segunda es un festival de acción, combates y sangre en el que la trama se precipita y termina concluyendo de una manera bastante brusca. Visualmente "La maldición de la Flor Dorada" es un vehículo de lucimiento para Yimou en el que demuestra que es un maestro indiscutible del cine, Pero, por desgracia, lo demás falla.


La fotografía de este filme es una de las más hermosas de toda la filmografía del director de "Sorgo Rojo", que es un genio diseñando y manejando escenarios (aquí barrocos hasta las extenuación pero siempre equilibrados), luz, colores expresivos, coreografías, combinación de imagen y música, vestuarios, interiores y exteriores naturales. Todo brilla esplendorosamente en el filme, desde las vestiduras, las armaduras y las armas hasta la oscuridad y la sangre. Toda la película es una desmedida orgía visual que se disfruta sin cesar. Sin embargo, cuando el guión falla, falla, y el círculo no se cierra. "La maldición de la Flor Dorada" es una delicia para los ojos con un fondo desequilibrado y a veces hasta mediocre. Una pena. Pero bueno, todos los directores, hasta los más grandes, meten sus patones de vez en cuando.


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