Porco Rosso

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martes, 22 de diciembre de 2015

A PROPÓSITO DE NIZA de Jean Vigo - 1930 - ("À propos de Nice")


Documental sobre la ciudad francesa de Niza en 1930, con sus contrastes brutales entre ricos y pobres.


Aunque hoy en día es uno de los nombres clave del cine francés, Jean Vigo tuvo una vida muy corta y muy triste y su obra no gozó del éxito y el reconocimiento que se merecía hasta que él ya no estuvo en este mundo. Su padre, el anarquista español Miguel Almereyda, fue encarcelado por sus ideas políticas y encontrado muerto en su celda, ahorcado con los cordones de sus zapatos en circunstancias extrañas. Con 25 años Jean se dedicó al cine, pero siempre tuvo problemas de financiación y sus obras no fueron bien recibidas y cuatro años después, con tan solo 29 años, falleció minado por la tuberculosis. Sin embargo, Jean Vigo nos dejó cuatro maravillas (tres por lo menos) que cambiaron el cine francés y europeo en general para siempre y que hoy tienen el respaldo que se merecen: dos cortometrajes, el social "A propósito de Niza" que hoy comentamos y el deportivo "Taris, rey del agua" (para mi una obra de encargo menor); el inolvidable y soberbio mediometraje sobre la rebelión contra el sistema educativo "Cero en conducta" y el precioso largometraje de amor "L'Atalante". "A propósito de Niza" lo rodó Jean Vigo en colaboración con el director de fotografía Boris Kaufman, hermano del también maestro del cine ruso Dziga Vertov, y apenas dura 25 minutos. Sin embargo, son 25 minutos que forman parte de la historia.


El director francés recorre con su incisiva cámara las calles de la ciudad que da nombre al filme y en la que por aquel entonces residía, Niza, y deja que esta cámara simplemente grabe lo que encuentra. Punto. Pero lo hace alternando constantemente las imágenes que muestran las dos caras de dicha ciudad: la rica y la pobre, la lujosa y la miserable, las dos caras de las dos clases sociales que la habitan. La influencia del "cine-ojo" del mencionado Vertov está clara; el creador explota el "punto de vista documental" para retratar una urbe costera y turística en la que un paseo marítimo lleno de terrazas donde se sientan a beber refrescos los ricos es la antesala de callejuelas sucias donde los niños pobres vagan sin rumbo fijo buscándose la vida. Como el mismo Jean Vigo dijo, la cámara "coge al espectador por sorpresa" y lo saca de su comodidad sin cesar. Era lo que él buscaba, y lo consiguió. Y, además, le metió a todo un toque metafórico por medio de trucajes polémicos que mostraban a una mujer desnuda como símbolo de la relación entre la realidad y la apariencia. En 25 minutos y en el año 1930.


"A propósito de Niza" puede verse hoy como un documental social algo ingenuo, ineficaz tal vez. Estamos hartos de ver documentales críticos mucho más incisivos, sorprendentes y brutales. Pero señoras y señores, estamos hablando de una película de, como he dicho, 1930. En aquellos años no existía la producción cinematográfica que hoy existe y, mucho menos, la libertad para tratar la gran cantidad de asuntos que hoy se tratan sin liarla parda. Y Jean Vigo, os aseguro, la lió parda. Ricos paseando ociosos por la playa y niños con caras marcadas por el hambre, hoteles de lujo y callejones sucios, cócteles primorosos y mendigos mal vestidos, juergas y bailes y abandono y soledad. El shock de "A propósito de Niza" en su momento hubo de ser cuanto menos fuerte, y así lo demostró el público, que ignoró al autor, que independientemente de que apenas pudo ejercer como director de cine los cuatro años finales de su cortísima vida, sembró el escándalo aquí y en la posterior y genial "Cero en conducta". Inolvidable e imprescindible Jean Vigo.


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