Porco Rosso

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lunes, 21 de diciembre de 2015

LA ISLA MÍNIMA de Alberto Rodríguez - 2014 - ("La isla mínima")


1980. En un pequeño y apartado pueblo de las marismas del río Guadalquivir son brutalmente asesinadas dos adolescentes y, para tratar de resolver el caso, dos policías de homicidios son enviados allí desde Madrid. Se llaman Pedro y Juan, son de dos generaciones diferentes y también son opuestos en su ideario. Juntos, comienzan a trabajar en el caso. Pronto, descubren una terrible trama criminal y pronto sus adhesiones políticas les ponen ante dos perspectivas enfrentadas a la hora de tratar lo que está ocurriendo en el lugar.


Una de las mejores películas del cine español del año pasado creo que fue, sin ninguna duda, "La isla mínima". Primero, porque es un thriller de altura. Segundo, porque su ambientación y su estética son una pasada. Tercero, porque retrata perfectamente este país a nivel político. Si bien se ambienta a principios de los años ochenta, con una democracia todavía muy joven operando como podía y dando sus primeros pasos, retrata a la perfección los vicios y defectos políticos, la forma de dar favoritismos a unos o a otros y la doble moral de este país en un tiempo todavía más tumultuoso que el que estamos viviendo hoy a causa de la crisis económica pero que nos define todavía en nuestros días. Alberto Rodríguez entrega la que es su mejor película y realiza una fábula social y política admirable, sutil pero irónica, desesperanzada tal vez pero dura que tiene su culmen en el desenlace de la cinta, absolutamente sorprendente y maravilloso (y abajo hay una sección con "spoiler" para no fastidiarselo a los que todavía no la han visto). El resto, está envuelto en un formato de thriller sencillamente genial: brutal, fatalista, violento, realista y que siempre mantiene al espectador con un nudo en el cuello y permanentemente interesado en la trama, llevada con un gran ritmo y una gran dosificación de la información y del suspense. La ambientación, como he dicho, es también maravillosa: la Andalucía profunda y entonces subdesarrollada del filme, donde el oscurantismo campaba a sus anchas, está representada con un ojo agudísimo desde los créditos del inicio del filme (soberbios), y delinea un mundo enrarecido, hoy ya casi mítico, donde la animalidad y el conservadurismo se daban extrañamente la mano.


El otro aspecto genial de "La isla mínima" es un plantel actoral inolvidable. Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez están simplemente de obra maestra. Los dos policías contrapuestos, de diferente ideología y edad, obligados a colaborar, no podían haber estado interpretados de mejor manera. Los dos se comen la pantalla y golpean al espectador. Los dos son personajes perfectos, perfectamente construidos y desarrollados, y por ello imperfectos, llenos de contradicciones. El elenco secundario está también excelente, y hay que destacar a un Antonio de la Torre que, aún en un papel más pequeño, sorprende, como siempre. "La isla mínima" es una de las obras maestras defintiivas de nuestro último cine. Una película sobre la justicia, los traumas políticos y sociales, los claroscuros de la Transición y el efecto que el Franquismo dejó en tantas generaciones posteriores (hoy lo estamos viviendo).


COMENTARIO SOBRE EL DESENLACE DEL FILME CON SPOILER:

El desenlace de "La isla mínima" yo lo entiendo de la siguiente manera: el policía que fue torturador durante la dictadura de Franco pilla al verdadero jefe de orquesta de los asesinatos del pueblo. Sin embargo, como se deja ver en la última parte del filme, él fue eso mismo: un torturador con muchísimas muertes a sus espaldas; más que el referido orquestador de los crímenes, que además es un hombre rico y conservador, tal vez franquista como él mismo. Por ello, lo deja escapar: al fin y al cabo, es uno de los suyos. Me parece una de las críticas políticas más certeras y brutales que hemos tenido en nuestro cine. ¿Qué pensáis?


1 comentario:

  1. Muy de acuerdo con tu visión de la película y la reflexión del último párrafo. Me encantó también la ambientación, impagable la escena en la que se ve cómo hacían entonces las escuchas.

    Saludos.

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