Porco Rosso

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martes, 3 de noviembre de 2015

PLUSH de Catherine Hardwicke - 2013 - ("Plush")


Hayley es la vocalista de una exitosa banda de rock que, en plena cresta de la ola, pierde a su carismático guitarrista, el hermano de Hayley, a causa de una brutal sobredosis. Ella cae en una profunda depresión y, además, las nuevas grabaciones del grupo empiezan a perder gancho y a ser objeto de duras críticas. Todo cambia cuando se les une un nuevo guitarrista, Enzo, un hombre sexy y misterioso por el que Hayley se empieza a sentir atraída... Y que guarda un oscuro secreto.


No sé qué leches le ocurrió a Catherine Hardwicke para, tras una carrera inicial más o menos interesante, ponerse a dirigir bodrios del calibre de la primera "Crepúsculo", "Caperucita Roja" o esta "Plush", su última película hasta la fecha, película que posiblemente sea, y con diferencia, de lo peorcito que se estrenó mundialmente en su año (no exagero). Supuestamente esto es un thriller erótico, pero ni hay thriller ni hay erotismo. Bueno, tampoco hay guión. Tenemos a una banda de rock de rollo emo patética (porque la banda sonora encima es mala) donde el hermano de la protagonista se muere a causa de una sobredosis y aparece de la nada un joven para ocupar su puesto que cambia de sexualidad como de camisa y que seduce a dicha protagonista pero que también resulta ser una especie de psicópata que se obsesiona con ella. Al principio de la película es gay, pero después se hace bisexual y resulta que al final era algo así como un heterosexual en el armario que está hecho polvo de la cabeza. Y ya tenemos sucedáneo cutre de "Atracción fatal". Pero la palabra cutre se le queda corta a esta cosa indefinible. Porque los personajes de esta infamia apestan a cloaca (cantantes famosas de conducta errática que se comportan como niñas de catorce años, músicos que van de artistas revolucionarios porque han rodado un videoclip roñoso con escenas sadomasoquistas que se creen que es el nuevo "Ciudadano Kane", maridos gilipollas que se hacen una vasectomía y piensan que han embarazado a su mujer...), porque sus diálogos son demenciales, porque está pésimamente rodada (es que hasta las escenas de conciertos dan vergüenza ajena) y porque su retrato social de los peligros de la fama supuestamente rompedor es una colección de tópicos que da risa o llanto (ustedes eligen).


La cosa tiene todavía más gracia cuando el argumento general resulta ser un transgénico de la manida historia de psicópatas a lo "Saw". Cambiamos de "Atracción fatal" a un "El silencio de los corderos" de pacotilla y el festival de carcajadas no cesa (aunque ya lo anunciaba por otra parte la introducción de la película, que es para echarle de comer aparte también). Y alternamos las escenas eróticas pencas (las de sexo campestre sadomaso se llevan la palma) con una trama ridícula de sospechas baratas y obvias que termina en una persecución de chiste con un epílogo de película de terror para adolescentes merluzos que a mi por lo menos me dejó anonadado (modo irónico ON). No alcanzo a entender la razón de ser de este engendro llamado "Plush": no entiendo que alguien quiera producir esto, que alguien quiera rodarlo y que alguien quiera protagonizarlo. En serio, no lo entiendo. Porque además fue un fracaso comercial estrepitoso (y no sé cómo no lo vieron a leguas). Auténtica bazofia digna de ser un subproducto televisivo de sobremesa de domingo.


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