Porco Rosso
sábado, 4 de julio de 2015
CABEZA DE PERRO de Santi Amodeo - 2006 - ("Cabeza de perro")
Samuel es un chico de dieciocho años de Sevilla que padece una rara enfermedad neurológica que, a modo de epilepsia, lo paraliza momentáneamente y le hace cometer actos que luego olvida cuando menos se lo espera. Debido a ello, siempre ha estado sobreprotegido por su familia y algo aislado. Cuando en vacaciones se marcha unos días a Málaga con un primo suyo, una serie de delirantes casualidades lo llevan a acabar... En Madrid, y sin que su familia sepa nada. Samuel decide hacer una locura: quedarse en esa ciudad, no decir nada a sus padres y tratar de buscarse allí la vida una temporada...
"Cabeza de perro", la segunda película de Santi Amodeo en solitario tras su separación de Alberto Rodríguez después de "El Factor Pilgrim" sigue los mismos patrones en líneas básicas de la anterior, "Astronautas", aunque para mi pierde algunos enteros de calidad, en especial porque su trama está algo deslabazada y porque no sabemos a dónde va realmente (amén de un desenlace... inexistente). Con una estética collage de influencias, con un montaje rápido e imaginativo animado por una música excelente (marca de la casa del autor hasta ahora y marca principal de la mencionada "Astronautas"), "Cabeza de perro" sigue la aventura de iniciación de un joven con una rara enfermedad cerebral (una suerte de epilepsia) que tras haber estado toda su vida sobreprotegido por ello decide marcharse a Madrid a buscarse el pan él solo y probarse a sí mismo... Sin decir nada a su familia; ahí radica el "problema". Tenemos los asuntos habituales, sólo que vistos desde la óptica de un chico con una discapacidad psíquica y física muy considerable (yo veo aquí un alegato a favor de las personas con enfermedades consideradas "raras"). El primer amor, la iniciación sexual, la amistad, el salto a la independencia, los trabajos frustrantes, la decepción de los adultos, el paso de la adolescencia a la madurez... La educación emocional, en definitiva, es lo que encontramos en "Cabeza de perro", junto a problemas sociales que aparecen tratados algo más de pasada como es el abandono de los ancianos y su soledad o la explotación de los inmigrantes.
Hay momentos en los que la trama de "Cabeza de perro" decae, como he dicho, por mostrar muchas líneas sueltas que no terminan de cerrarse, y por dar saltos abruptos. Esto no pasaba en "Astronautas". Sin embargo, en general, Amodeo sabe mantener el interés hasta el final del filme y Juan José Ballesta y sobre todo una excepcional Adriana Ugarte están más que bien (amén de secundarios magistrales como Manuel Aleixandre). Resta muchos enteros su como he dicho inexistente desenlace. Inexistente porque es tan abierto que termina por no decir nada y hasta por hacer pensar que se trata de una tomadura de pelo (sé que no lo es, pero lo parece, de verdad). A su director ya le pasó lo mismo en "Astronautas" (sí, hay que mencionarla otra vez), que terminaba de forma abrupta a pesar de ser una película excelente. Un fallo notable en esta otra película que, sin embargo, no la lastra, aunque podría haber sido mil veces más redonda con otro final.
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