Porco Rosso
viernes, 3 de julio de 2015
RECUERDOS DEL AYER de Isao Takahata - 1991 - ("Omohide Poro Poro")
Taeko Okajima es una joven de veintisiete años que se va de vacaciones al pueblo de Yamagata, donde vive su cuñada y donde ella pasó su infancia. Taeko está un tanto perdida: no sabe muy bien qué hacer con su vida y la existencia en la ciudad con su trabajo actual parece no llenarle demasiado. En el pueblo, le vienen a la mente los recuerdos de su infancia. Un cambio empieza a sucederse dentro de ella...
Después de la maravilla magistral que fue "La tumba de las luciérnagas", Isao Takahata se mantuvo ya plenamente en el nivel de calidad que mostró para aquella película. Ya dentro del Estudio Ghibli que él también fundó, sus obras lograron un nivel siempre alto y siempre uniforme. "Recuerdos del ayer", basada en el exitoso manga "Los recuerdos no se olvidan" de Otaru Okamoto y Yuko Tone es, como lo era "La tumba de las luciérnagas", una película algo atípica en el Estudio Ghibli de su momento. Las temáticas de Takahata han sido, por lo general, más realistas y cotidianas que las de otros creadores de dicho estudio como su amigo Hayao Miyazaki, que casi siempre ha recurrido al género fantástico para analizar nuestro mundo. "Recuerdos del ayer" es un drama costumbrista, de tono minimalista, sobre el paso del tiempo y todos los demás asuntos que pivotan a su alrededor. Tiene un ritmo muy pausado, y se recrea en el deleite que producen sus escenarios naturales y reales, espléndidamente representados, y en los diálogos, el plato más fuerte de la película. El quinto filme de este sensei de la animación es un filme, podemos decir, literario. Es una novela visual, al estilo de muchas películas de, por ejemplo, el francés Eric Rohmer. Los personajes se desarrollan por medio de los referidos diálogos, lúcidos e inteligentes y cargados de significado, y tienen una gran importancia las acciones que solamente se sugieren. Se recorren varias décadas de historia reciente social japonesa, y se contraponen varias generaciones de padres e hijos que son completamente diferentes y que hacen referencia a los cambios en el Japón de nuestros días.
Como he dicho, el paso del tiempo es el asunto central del filme, pero alrededor de dicho asunto pivotan otros como el paso de la infancia a la madurez, la amistad, el amor, la familia, las relaciones paterno-filiales, la contraposición de la vida en el campo y en la ciudad, el peso de las tradiciones en Japón y el hecho de que, siendo la misma persona, uno mismo cuando es adulto es a pesar de todo una persona totalmente diferente de cuando era un niño (esta dualidad está presente en el filme de forma incesante). Por supuesto, está el asunto ecologista: la necesidad de cuidar el medio ambiente y a los animales y la necesidad también de escapar al campo, en donde la vida es más pura y sencilla, alejada del estrés de las urbes. "Recuerdos del ayer" es una maravilla que en su país supuso un éxito enorme y que, tal vez por no ser nada comercial teniendo en cuenta que es una película animada, estuvo más de quince años sin ser distribuida fuera de Japón. Hoy por suerte ha sido publicada en DVD y, además, está en Santa Internet (menos mal que ya no tenemos que esperar a que alguien distribuya alguna obra para verla cuando nos de la gana).
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