Patrick Kenzie y Angela Gennaro son dos detectives privados de Boston que son contratados para encontrar a una niña que ha desaparecido misteriosamente en el conflictivo barrio de Dorchester. La pequeña es hija de una drogadicta y siempre ha vivido en medio de una familia desestructurada y con problemas. En la investigación, Patrick y Angela, que son expertos en tratar casos complicados de los suburbios, descubren algo insólito... Algo que les cambia todos los esquemas de su vida.
Las malas lenguas dicen últimamente que Ben Affleck podría dedicarse ya exclusivamente a ser director porque como actor no vale y nunca valió nada. No estoy de acuerdo con ello, porque pienso que, como casi todos los actores y las actrices, Ben Affleck tiene películas mejores y peores, papeles mejores y peores. Sí pienso, sin embargo, que como director, por lo menos por ahora, apunta excelentes maneras con la película que nos ocupa hoy y con las siguientes "The Town. Ciudad de ladrones" y "Argo". "Adiós, pequeña, adiós" fue su debut tras las cámaras, y es un thriller social magnífico. Es la adaptación de una novela de Dennis Lehare, autor por cierto de la también genial "Mystic River" que adaptó Clint Eastwood de forma también soberbia en 2003, y plantea al espectador un dilema moral verdaderamente interesante que no revelo porque tendría que hacer spoiler. Tenemos la misteriosa desaparición de una niña de un barrio conflictivo y tenemos, junto al seguimiento del caso esperable (llevado con gran ritmo y con un interés que nunca decae), un retrato social de un mundo donde la falta de oportunidades, la pobreza, la marginalidad y la violencia campan a sus anchas. Todo ello en el escenario de Boston, una ciudad moderna, grande, señorial, universitaria y próspera del primer mundo, de los USA de las oportunidades y el desarrollo en la que conviven el lujo de las calles centrales y la casi miseria de los lejanos suburbios depauperados.
La trama de "Adiós, pequeña, adiós" está llena de sorpresas, de giros inesperados que ponen al espectador contra las cuerdas morales (como ocurre en la mencionada "Mystic River"), y cuenta con unos diálogos lúcidos, magistrales. Las actuaciones del elenco protagonista están también muy bien: absolutamente todos llenan la pantalla e interpretan papeles sufrientes, ambiguos a veces, llenos de recovecos y siempre en tensión moral. La fotografía es muy destacada y la ambientación, a caballo entre el cine social clásico y el aura épica, es la adecuada. Excelente debut en todos los aspectos de Ben Affleck en la dirección. Sus siguientes dos obras mantendrían el nivel.
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