Ignatius Farray es un cómico que no pasa por un momento precisamente brillante. Está separado de su mujer, tiene una hija pequeña a la que no ve todo lo que quisiera y su trabajo en los clubs, en programas de televisión o en spots publicitarios no le da demasiado dinero a pesar de que no deja de crear gags y de que se recorre media España realizando shows. La vida, sin embargo, también le va a dar algunas buenas sorpresas inesperadas...
El humorista canario Ignatius Farray, famoso por sus shows y participaciones en series y programas como "Nuevos Cómicos", "La Hora Chanante" (y su otra versión "Muchachada Nui") o "Museo Coconut", se lanzó el año pasado a dirigir una serie basada en su propia vida que ha constado hasta ahora de seis capítulos de alrededor de veinticinco minutos de duración. Se llama "El Fin de la Comedia" y es una joyita del humor y de la ternura y una de las mejores series del último panorama español (aunque sea tan cortita). Con un humor surrealista, a veces inteligente, a veces canalla y a veces delirante y hasta dadaísta, el propio Farray se interpreta a sí mismo en lo que supuestamente son varios días de su vida real (aderezada con momentos absurdos, por supuesto). Muy autocrítico pero también comprensivo, el humorista narra su existencia actual como humorista, valga la redundancia, un trabajo que le apasiona, al que entrega todo lo que tiene, pero que no le da precisamente para tener demasiados lujos (a veces, no le da ni para tener un día a día medianamente digno).
De club en club, de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, de spot publicitario en spot publicitario, Ignatius Farray sobrevive como puede a la crisis económica (no a la que estamos pasando desde hace ya ocho años, sino a la perenne de su por siempre precario oficio, la que cuando esta crisis pase seguirá ahí por desgracia para casi todos los cómicos y los actores) y a la de los cuarenta. Está separado de su mujer, tiene una hija pequeña, no es el gran cómico que esperaba ser cuando empezó en ello y no tiene mucho dinero. Nos habla de sus miserias cotidianas, de sus problemas, del estar casi siempre con el agua al cuello y de, también, no desistir en su empeño de trabajar en lo que le gusta y no en otra cosa aceptando las duras consecuencias que ello puede tener. Sería más fácil ser dependiente, o camarero, o administrativo, pero Farray es cómico y nada más. "El Fin de la Comedia" es una tragicomedia, nunca mejor dicho, en la que todos nos podemos, tal vez, reconocer un poco.
La serie cuenta además con las participaciones y colaboraciones de otros cómicos famosos españoles y colegas de Farray que ponen su nota de humor propio (entre ellos Miguel Esteban y Raúl Navarro, también directores y que han creado la obra junto al cómico). Los seis capítulos que la componen se devoran en una tarde: "El Fin de la Comedia" engancha que es una cosa mala, y uno se queda con ganas de mucho más. Hay en especial un segmento que me parece fantástico: el capítulo quinto, el de la chica sordomuda, que es una obra maestra pequeñita del humor minimalista y tierno (y que además cuenta con un Víctor Clavijo desternillante como secundario invitado que no dejará un segundo de hacer reír al espectador). Existe otra serie, de 2009, llamada "Todo el mundo quiere ser como Ignatius Farray", también creada por el cómico, a la que echaré un ojo también un día de estos pero que, si es como ésta, promete desde luego. Muy recomendable propuesta de serie cómico española es "El Fin de la Comedia".
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