Veintidós años después de la tragedia acontecida en la Isla Nublar, el Parque Jurásico ha abierto por fin sus puertas y, gracias a una seguridad férrea, todo funciona en su recinto perfectamente: da mucho dinero, siempre está abarrotado de visitantes y ningún dinosaurio se ha escapado nunca de su zona. Sin embargo, hay sombras que planean sobre el lugar: alguien está tratando, una vez más, de utilizar a la naturaleza para su propio beneficio... Y todo se va a descontrolar de nuevo.
Colin Trevorrow ha dirigido hasta ahora dos películas: la fantástica independiente "Seguridad no garantizada" y "Jurassic World".
No podía tardar la hasta hace poco trilogía de "Parque Jurásico" en estrenar una película fuera de tiempo para intentar resucitar su mito. Es la moda, y es lo que hay, para bien y para mal. "Jurassic World", dirigida ahora por Colin Trevorrow, es una película ridícula y entretenida. Es eso lo que es, y no hay más. Divierte porque tiene acción solvente, porque tiene muchos dinosaurios corriendo de un lado para otro (y muchos nuevos en la saga), porque tiene efectos especiales bastante buenos y porque tiene homenajes a las otras películas que cumplen. Y es ridícula porque tiene despropósitos como un dinosaurio modificado genéticamente que cuela cogido con pinzas o como el hecho de que los seres humanos colaboran con los Velociraptores para acabar con ese dinosaurio (no sé cómo se les ocurrió esta chorrada, de verdad). Y también tiene bastantes cagadas que dan su vergüenza ajena como el ver a una chica con tacones corriendo a toda leche por la selva (y hasta con un Tiranosaurio Rex persiguiéndola) sin quitárselos. O ver cómo dos tipos se ponen a correr en moto al lado de los mencionados Velociraptores sin ponerse una mísera protección, un mísero casco: en vaqueros y camisa. Ole, ole y ole. Y un combate final bastante chorra en el que varios dinosaurios colaboran y luchan juntos contra una amenaza común. ¿Qué podría haber pasado? Pues no lo sé, no soy experto en dinosaurios, pero en la película queda cutre, muy cutre.
Los actores protagonistas, Bryce Dallas Howard y Chris Pratt, están bien y tienen química, y los secundarios cumplen. Las conexiones con el primer "Parque Jurásico", el de 1993, son correctas también y repite el mensaje crítico con el ser humano y su ansia por manipular a la naturaleza a su antojo para sacar beneficios económicos de ella (lo de intentar utilizar a los dinosaurios como armas del ejército me parece acertado y lógico en los tiempos que corren, todo sea dicho, y está bien expuesto y tratado). En conjunto, "Jurassic World" podría haber sido mucho mejor pero también mucho peor (como por ejemplo la infamia de su antecesora, "Parque Jurásico III"). Y por lo menos no es un maldito remake o reboot o como leches quieran llamarlos: es una cuarta parte que más o menos respeta la saga. En fin, estamos ante un estreno de principios de verano que se puede ver pero que tampoco emociona. Es lo que es.
Ja ja ja ja, no sé si la veré, pero solo por lo que me he reído leyendo tu crónica merece la pena su estreno.
ResponderEliminarSaludos.
Pues yo estoy deseando verla. Aún puedo por mi escaso tiempo libre, pero para la semana que viene, seguro que el cine se llena conmigo misma sola.
ResponderEliminarKiss