Tano, un adolescente conflictivo de Sevilla, recibe un permiso especial de fin de semana del correccional en el que está internado para asistir a la boda de su hermano mayor. El día antes de la ceremonia lo pasa con su mejor amigo, Richi. Los dos, al igual que sus otros colegas, viven en barrios problemáticos y en hogares desestructurados y con muchos problemas. Tano y Richi aprovechan el tiempo que tienen juntos para deambular por la ciudad, irse de juerga, trapichear, intentar ligar y... Meterse en líos.
Alberto Rodríguez se pasó al cine social tras "El Factor Pilgrim" y se pasó para quedarse. Después de la excelente "El traje", dirigió "7 Vírgenes". De tratar el asunto de los inmigrantes en España pasó al de los adolescentes de ambientes sociales depauperados. Juan José Ballesta y Jesús Carroza dan vida a dos chicos pobres de los barrios bajos de Sevilla (el autor vuelve a ambientar la acción en su ciudad) que pasan un fin de semana juntos durante un permiso para salir del correccional del primero para poder ir a la boda de su hermano. Los dos tienen familias con problemas, desestructuradas, con apuros económicos. Los colegas de su barrio también. En Málaga, de donde yo soy, llamamos a estas personas "merdellones": en Sevilla sé que les llaman "canis" y, en el norte de España y creo que también en Madrid, "bakalas". "7 Vírgenes" es un retrato certero y agudo del mundo "merdellón-cani-bakala": jóvenes excluidos y muchas veces autoexcluidos (el filme no es nada maniqueo en este aspecto) que se pasan la vida metiéndose en líos o de juerga. Alberto Rodríguez, sin embargo, va más allá del tópico: como he dicho, no es nada maniqueo y si bien retrata los ambientes marginales en los que estos jóvenes se ven obligados a vivir, también retrata cómo ellos mismos se buscan el mal camino.
Los protagonistas de su tercera película (excelentemente interpretados por cierto) son jóvenes tiernos y con todavía un deje de ingenuidad, son víctimas de sus entornos, son personajes comprensibles y fácilmente identificables, pero también son unos completos gilipollas, clasistas inconscientes, machistas con sus novias y con sus madres (aquí la cinta es muy certera y la escena del intento de violación visto como "algo normal" es muy lúcida), que miran al resto del mundo por encima del hombro y que se pasan media vida peleándose con bandas rivales o entre ellos mismos por totales estupideces.
Alberto Rodríguez trata de que comprendamos a sus personajes, pero también expone todo lo que les lleva a ser como son y no se escuda en la falta de oportunidades para justificarlos. "7 Vírgenes", rodada en un estilo sobrio con gran dosis de realismo costumbrista (en muchas ocasiones sucio), sigue las pautas de obras como "Los Cuatrocientos Golpes" (el homenaje está bien claro en el filme, los que lo hayan visto saben a qué plano me refiero) o de otras obras geniales españolas como "Barrio": muestra el deambular de esos jóvenes de esa otra "generación perdida" y su día a día cotidiano por medio de momentos cargados de significado que desembocan en una catarsis. Es una película que no es original, pero que es lúcida y que muestra una realidad que está ahí. Muy recomendable.
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