Porco Rosso
viernes, 12 de junio de 2015
HERO de Zhang Yimou - 2002 - ("Ying Xiong")
China está sumida en el caos; diversos reinos luchan entre ellos por hacerse con el poder y la población mientras sufre los azotes de la violencia y el hambre. Un guerrero conocido como "Sin nombre" se presenta en el palacio del Rey Quin, que intenta unificar a toda China bajo su mandato, y le presenta las tres espadas de tres asesinos del reino de Yao que pretendían acabar con su vida. El misterioso guerrero cuenta al Rey cómo los venció... Empieza una historia de oscuridad y de luz llena de sorpresas.
A Zhang Yimou le llovieron tortas cuando se pasó, momentáneamente, a dirigir películas de artes marciales (concretamente del género wuxia, un género especial chino que mezcla estas artes marciales con filosofía). Ya se imaginan: que si había traicionado el cine social, que si había abandonado la pureza de sus inicios, que si el protagonista de su nueva película era Jet Li (madre mía, qué horror de los horrores...), que si iba a acabar vendiéndose a Hollywood o a Hong Kong, que si pitos que si gaitas. Creo que cambiar de género es un síntoma de buen director, y desde luego Zhang Yimou lo es y lo era antes de hacerlo. Salvo la más floja "La maldición de la Flor Dorada", los filmes wuxia que hasta ahora ha realizado el director chino son desde luego excelentes (los otros dos son ésta "Hero" y "La Casa de las Dagas Voladoras") y, además, no han perdido el mensaje social que ha caracterizado a casi toda su obra. "Hero" es una delicia. Argumental y visual. Su trama es un alarde de hilado de guión: atrapa desde el primer minuto hasta el último y sumerge al espectador en un implacable juego de dobles sentidos, de apariencias y realidades, de sucesos enlazados, de engaños conscientes. Es exquisita en todos los aspectos y se comporta como una muñeca rusa llena de sorpresas. Por otra parte, los personajes lo son también: contra todo pronóstico (o mejor dicho contra todo prejuicio) los protagonistas de la película están perfectamente desarrollados en sus motivaciones. Yimou trata por medio de ellos asuntos como el amor, la amistad, la lealtad, el patriotismo, el sacrificio, la lucha por un ideal, la compasión, la libertad. Y, además, están todos maravillosamente interpretados por un elenco en total estado de gracia.
En lo visual, "Hero" es simplemente soberbia. Su fotografía es una de las más perfectas que su director ha conseguido nunca. Puro Yimou elevado a la máxima potencia. Los decorados son esplendorosos, los trajes y las armaduras brillan, las telas se mueven con una gracia sin par y por supuesto el uso de color con un significado especial en según que escena es un protagonista absoluto (marca de la casa del cine del maestro chino). Finalmente, las escenas de acción son también soberbias: un prodigio total y delicioso, un inolvidable ballet de artes marciales. "Hero" es una cinta fantástica en todos los aspectos, le guste a quién le guste. Ojalá todos los directores al cambiar de género radicalmente lo hiciesen como Zhang Yimou.
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