Porco Rosso

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domingo, 19 de octubre de 2014

AGÁRRAME ESOS FANTASMAS de Peter Jackson - 1996 - ("The Frighteners")


Frank Bannister es un charlatán y un timador profesional con poder para hablar con los muertos que utiliza sus facultades para, junto con tres socios espíritus, engañar a la gente y forrarse haciéndose pasar por un cazafantasmas. Sin embargo, la cosa se le va a ir de las manos cuando en una de sus estafas empiecen a sucederse brutales asesinatos y, además del FBI, una monstruosa presencia se ponga a fastidiarle la vida... Frank tendrá que averiguar qué es lo que está ocurriendo y por qué y una delirante locura se abrirá ante él.


"Agárrame esos fantasmas" (horrendísima y despreciable traducción de "The Frighteners" en España) es la película de transición entre el Peter Jackson de sus inicios, de películas más "pequeñas", al Peter Jackson de la "ultrasuperproducción" colosalista (no lo digo esto en sentido negativo: la trilogía de "El Señor de los Anillos" del autor me parece una obra más que notable dentro del cine fantástico, aunque no me lo parezcan ya otras claramente fallidas como su remake de "King Kong" o su trilogía -innecesariamente alargada- de "El Hobbit"). "Agárrame esos fantasmas" es una "rara avis" que está a caballo entre el cine de terror y la comedia y que, a pesar de no terminar de decidirse por ninguno de los dos, sabe combinarlos sin resultar extraña y sin caer en la indefinición entendida en el peor de los aspectos. El director neozelandés realizó en 1996 algo que en los últimos años ha estado bastante de moda: un homenaje a las comedias de terror de la década de los ochenta. Para empezar, el protagonista no es de casualidad Michael J, Fox. Aunque en aquellos momentos el mítico actor de "Regreso al futuro" o "Teen Wolf" estaba de capa caída y además ya estaba padeciendo por desgracia su enfermedad de Parkinson, no deja por ello de poner toda la carne en el asador en uno de sus papeles menos recordados de forma injusta. Otros secundarios no son tampoco casuales: en especial, Dee Wallace-Stone está divertidísima y, sobre todo, Jeffrey Combs está esplendoroso como ese inigualable agente del FBI que parodia todos los tópicos y lugares comunes sobre esta clase de personajes.


El tipo de humor del filme es fino, inteligente, canalla en su justa medida, pero con ese toque de ingenuidad "ochentero" que es tan difícil resucitar con eficacia pero que Jackson consigue devolver de esa otra época. Los toques de terror son también los acertados: hay momentos que dan bastante mal rollo y sustos más que efectivos, aunque el cartel de la película y su comienzo no hagan sino llevar a pensar todo lo contrario. Los efectos especiales, finalmente, están bastante bien y los personajes sobrenaturales a los que dan vida tienen gracia y carisma (y el homenaje estético a la saga de "Los Cazafantasmas" es más que claro). El director de "Braindead" se marcó una película bastante inclasificable pero muy divertida y con personalidad que ha sido bastante olvidada en el marco de su filmografía. "Agárrame esos fantasmas" fue además, junto a "Mars Attacks!" de Tim Burton, la última obra en la que tomó parte como protagonista "en carne y hueso" Michael J. Fox, que desgraciadamente debido a su enfermedad se ha dedicado desde entonces a doblar personajes animados y a realizar algún papel secundario suelto. Hoy, a pesar de su drama, es uno de los mayores activistas en la lucha contra el Parkinson.


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