Amber Leighton es una mujer guapa, rica, arrogante, caprichosa e insoportable que hace con su marido un crucero en yate privado por las aguas de Italia y Grecia. Giuseppe es uno de los marineros de la nave, un joven de ideología de izquierdas que detesta a Amber. Entre ellos estallan encontronazos sin cesar durante todo el viaje. Sin embargo, también se empieza a forjar, contra todo pronóstico, una suerte de... Atracción mutua.
Hay películas con las que alguien o algo se ceba de forma inmisericorde. Películas que por norma general suelen ser malas pero... No tan malas como otras bazofias infumables que corren por ahí. A Kevin Costner en la segunda mitad de los noventa le reventaron "Waterworld" y "Mensajero del futuro". No eran buenas, pero tampoco las infamias fílmicas que decían que eran. A Renny Harlin y a su entonces mujer Geena Davis les reventaron también "La Isla de las Cabezas Cortadas" allá por la misma época. No era buena, pero tampoco lo horrorosa que decían que era (incluso desde antes de su estreno ya la masacraban sin piedad). Rivalidades, ajustes de cuentas, luchas de egos... Lo que ustedes quieran. Pero no eran películas tan malas. A Guy Ritchie y a Madonna, que por aquel 2002 andaban casados, les pasó igual con "Barridos por la marea", que arrasó en los premios Razzies y se llevó los galardones de Peor Película, Peor Actriz para la estrella del pop, Peor pareja en la pantalla para ella y el actor Adriano Giannini, Peor Remake o Secuela (lo es de la obra italiana "Insólita aventura de verano") y Peor Director. En fin, "Barridos por la marea" es junto a la siguiente "Revolver" la peor película de Guy Ritchie desde luego y, además, vino justo después de dos de sus mejores obras y éxitos: "Lock & Stock & Two Smoking Barrels" y "Snatch. Cerdos y diamantes". Desde luego que lo es. Es más, es una mala película. Pero vaya, que tan tan tan mala como para ser la peor del año 2002 creo que tampoco (se me ocurren muchas, pero que muchas cosas infames de aquel año que le dan mil vueltas a la tercera película de Ritchie).
El director inglés se saca de la manga una historia de amor que trata de homenajear a la comedia de enredos para el exclusivo lucimiento de Madonna, que una vez más intentaba hacer pinitos en el cine sin mucho éxito. Sí, "Barridos por la marea" es una obra por y para Madonna, y Madonna lo hace bastante mal: es mala actriz, o por lo menos aqui lo es. Su pareja, Adriano Giannini, no destaca especialmente, pero por lo menos no sobreactua como la diva del pop, a la que dan ganas de decirle que, por favor, siga en el mundo de la música y deje el del cine. La primera media hora larga de película es bastante intragable: diálogos tontos, Madonna cayendo mal y desprendiendo anticarisma, gags fallidos por todas partes (Ritchie aquí parece haber perdido toda la gracia que le caracterizaba de un plumazo) y un ritmo soporífero. A partir de aquí la cosa mejora ligeramente y se despliega una historia de amor llena de tópicos gruesos (la rica remilgada y estúpida que se enamora del hombre sencillo... más visto imposible) que se puede seguir ya por lo menos, aunque no sea demasiado interesante y sea también completamente predecible. Alguna crítica con gracia a la burguesía alta tiene la película por ahí, aunque en general no destaca. "Barridos por la marea" es una mala obra. Sin tapujos. Y es merecidamente una de las más olvidadas de su director. No la voy a recomendar salvo para los más fieles completistas de Guy Ritchie, y ni para esos tiene interés. Sin embargo, la anticampaña que se le hizo desde antes de su estreno es más que evidente: alguien no podía ver al director o a su mujer (me da que más a ésta que a él) y les hundió a ambos.
Grandes bodrios que de ser tu marido director de cine, jamás habrías hecho. Estupendísima entrada.
ResponderEliminar