Porco Rosso

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viernes, 6 de junio de 2014

BLADE II de Guillermo del Toro - 2002 - ("Blade II")


Después de rescatar a su amigo Whistler, secuestrado por una banda de vampiros, Blade y el propio Whistler son requeridos por los jefes de la propia sociedad vampírica... Una poderosa mutación de su raza surgida de no se sabe dónde está matando tanto a los humanos como a los vampiros y amenaza con extender su virus por todo el planeta. Blade y su amigo tendrán que colaborar a su pesar con un grupo de expertos guerreros vampiros para encontrar una forma de parar los pies a esta amenaza.


El éxito de "Blade" fue tal que propició dos secuelas más para el personaje, llegadas ya en plena fiebre del "nuevo" cine de superhéroes (con el Spiderman de Raimi y los X-Men de Singer ya arrasando en las taquillas y con películas como "Daredevil", "Hulk", "Batman Begins" o "Los Cuatro Fantásticos" a punto de ir llegando). La primera de ellas, "Blade II", es desde mi punto de vista la mejor de la trilogía en cuanto a calidad se refiere. No es ninguna maravilla tampoco, pero es la que presenta una personalidad visual más marcada y es la única de las tres que fue dirigida por un "autor" (David S. Goyer, que realizó la tercera -horrorosa por cierto-, no me parece un autor en estos términos, por lo menos en lo que a cine se refiere). Guillermo del Toro se encargó de la nueva aventura del cazador de vampiros de la Marvel y se recuperó de los batacazos artísticos de la horripilante "Mimic" y la flojita "El Espinazo del Diablo". Entregó una película de acción bastante digna, con algunas precipitaciones en el guión, algo apresurado y como tantas veces con un desenlace forzado deprisa y corriendo (al director mexicano le ocurre a menudo esto, no sé por qué, pero le pasa en muchas de sus películas) y con personajes que podían haber dado bastante más de sí pero con una personalidad visual como he dicho marcada, caracterizada por una atmósfera oscura y un universo de tinte gótico en el que tienen una presencia importante los insectos o los seres emparentados con ellos (otra marca de la casa de Del Toro).


"Blade II" podría haber sido mejor, no se puede negar, sobre todo viniendo de un director que ha entregado maravillas como "Cronos" o "El laberinto del fauno" y sagas de acción tan solventes como la de "Hellboy". Sin embargo, la irregularidad es una característica habitual de la filmografía de Guillermo del Toro. Por una parte, tenemos como he dicho una personalidad visual clara y una historia que se sigue con dignidad. Por otra, tenemos un guión bastante burdo (demasiado lineal, demasiado predecible, demasiado obvio) que se precipita en su parte final y unos personajes con carisma (bien interpretados de nuevo y ahora con Ron Perlman, actor fetiche del mexicano, haciendo un papel graciosillo) pero que no pasan del conflicto más básico. El nuevo villano de la función por otra parte, si bien tiene un mínimo de interés, tampoco le hace sombra al Stephen Dorff de "Blade", por lo que las comparaciones son odiosas. "Blade II" se puede ver y recupera a Del Toro de sus dos anteriores bodrios. Sin embargo... No deja de ser una película simplemente solvente muy bien empacada y olvidable en líneas generales.


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