El peor vampiro que nunca ha existido, el legendario Drácula, ha sido despertado por otros vampiros de su letargo y ha vuelto para acabar con la humanidad para siempre. Blade y su amigo Whistler, sin embargo, van a estar ahí para pararle los pies. Ahora, además, van a tener nuevos aliados... El grupo de también expertos cazadores de chupasangres que lidera la poderosa Abigail, la hija de Whistler.
Aunque es un reputado guionista de cómics y de videojuegos (no he leído nada de él así que no puedo opinar en este sentido) y ha colaborado en la escritura de "Dark City" de Alex Proyas, de la trilogía de Batman de Christopher Nolan y del nuevo Superman de Zack Snyder, David S. Goyer en su faceta como director es, hay que decirlo, bastante malo. Ha dirigido el drama "ZigZag", la comentada y horrible "Blade Trinity", el irregular drama fantástico "The invisible" y el flojo filme de terror "La semilla del mal". Ha creado también la serie "Da Vinci's Demons", que, esta sí, ha cosechado críticas aceptables.
"Blade Trinity" cerró de la peor manera posible la trilogía del cazavampiros de Marvel. Dirigida por David S. Goyer, que como director es terrible (o por lo menos en esta película "se luce"), presenta la peor de las historias de la trilogía con diferencia (y eso que las dos anteriores entregas no eran maravillas ninguna de ellas) en un cócktel de acción tonta con un guión horroroso lleno de fallos de bulto. Blade ahora se alía con la hija de Whistler y sus amigos cazavampiros para matar a nada más y nada menos que a Drácula (en versión maroma ridícula). Todo es un desastre de principio a fin: la trama es absurda (vampiros milenarios que cometen errores chorras, cazadores expertos que idem, Blade y sus amigos a pleno día armados hasta los dientes por la calle como Pedro por su casa -la mejor escena sin duda, para la antología del disparate-...), los diálogos son bochornosos, los gags supuestamente humorísticos son aún peores, las escenas de acción y de lucha son absolutamente olvidables, el Drácula que hace de villano de turno es como he dicho ridículo (al que da vida el actor Dominic Purcell, que ha hecho buenos papeles en series como "Prison Break", pero que aquí está terrible -aparte de ser un Drácula metrosexual absolutamente anti-Drácula-) y los actores principales son aquí malos, malos, malos (Wesley Snipes está ya aburrido del personaje y sus amigos, Jessica Biel y Ryan Reynolds, no tienen carisma -y el segundo especialmente es bastante insufrible con sus chistes-). Con "Blade Trinity" terminó esta trilogía, por suerte, porque para ver más posibles cosas como este bodrio mejor que no hubiesen seguido con la saga. Posiblemente, y visto el plan que hay en lo que remakearlo todo se refiere, en los próximos años reinicien la saga.
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