Porco Rosso

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sábado, 31 de mayo de 2014

FOLLOWING de Christopher Nolan - 1998 - ("Following")


Bill es un joven escritor sin éxito de Londres que lleva una vida mediocre en un apartamento minúsculo y que no tiene demasiadas relaciones sociales. Además, está sumido en una terrible crisis creativa que le impide escribir nada interesante desde hace bastante tiempo. A Bill se le ocurre algo: seguir a los desconocidos por la calle en busca de inspiración y de historias que contar. Pronto, descubre que esta práctica le puede meter en un juego verdaderamente peligroso...


Christopher Nolan debutó en 1998 en el largometraje con "Following", una película independiente que sólo dura 70 minutos, rodada en blanco y negro, en 16 milímetros, que costó solamente 6.000 dólares en su día, que fue rodada por el director y sus amigos durante largos fines de semana y que se ha convertido poco a poco en una obra primeriza de culto, sobre todo debido al gran éxito posterior del resto de creaciones de su director. Heredera directa en lo estético y también en lo argumental de la Nouvelle Vague francesa o del Free Cinema inglés, "Following" narra una historia de perdedores que se torna en una historia negra (tema muy tocado en la mencionada Nouvelle Vague por más de un director, por lo menos en la primera etapa del movimiento -Godard, Truffaut, Chabrol, Resnais, Rivette...- y que está ensamblada con imaginación, con buen gusto, con ritmo y con estilo. Reflexión sobre los riesgos que entraña la búsqueda de experiencias al límite del hombre contemporáneo mediocre y perdido en un mundo que no comprende y que no le comprende a él, el filme despliega una trama asombrosa, retorcida como pocas, llena de geniales vueltas de tuerca, con un humor negro desencantado y verdaderamente perverso y con un desenlace que deja con la boca abierta y que pone los pelos de punta (y miren que es dificil sorprender en las lides de esta clase de thriller, a finales de los noventa y hoy en día).


Todo el germen narrativo de la posterior "Memento", la obra que encumbraría a Nolan de forma fulminante dos años después, en el 2000, está ya comprimido en "Following", y también la simiente de sus futuros thrillers, fantásticos o no, enrevesados, desordenados y vueltos a ordenar y protagonizados por personajes tan creíbles como tiernos, patéticos y terribles y a menudo al borde del abismo en muchos sentidos. No voy a decir mucho más de esta película porque corro el riesgo de revelar demasiado; sólo voy a añadir que su visionado es más que recomendable tanto para los fans del director de la última trilogía de Batman como para los amantes del buen cine y sobre todo del buen cine negro. Rescátenla, no se arrepentirán.


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