Porco Rosso

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viernes, 28 de marzo de 2014

EVA AL DESNUDO de Joseph L. Mankiewicz - 1950 - ("All about Eve")


Margo Channing, famosa estrella del teatro que acaba de entrar en la mediana edad, acoge como su ayudante a la joven Eve Harrington, una muchacha que está obsesionada con ella y que la adora. Todos se prendan de Eve en el ambiente que Margo frecuenta: escritores, empresarios, críticos... Eve es una chica encantadora, servicial y que se hace de querer. Sin embargo, algo empieza a cambiar lentamente en su vida y en la de Margo y algo oscuro empieza a destaparse.


"Eva al desnudo" fue la otra película que Joseph L. Mankiewicz presentó en 1950 junto a la también imprescindible "Un rayo de luz" y fue la obra que le terminó de llevar, a pesar de haber ya entregado otros enormes filmes y grandes éxitos, a las estrellas de la fama de la dirección cinematográfica. Basada en una experiencia real de la actriz Elisabeth Bergner, "Eva al desnudo" es una de las disecciones más brutales, desencantadas y crueles del mundo del arte dramático (se centra en el teatro, pero puede extrapolarse perfectamente al mundo del cine o la televisión y, realmente, al mundo de cualquier clase de disciplina artística). Cimientada en el soberbio duelo actoral de Bette Davis y Anne Baxter, ambas brillantes como nunca y representaciones en el filme y en la vida real de actrices de distintas generaciones y objetivos, "Eva al desnudo" retrata la delirante lucha por ascender hasta lo más alto en el mundo del teatro, lucha que no tiene nada que envidiar en locura y perfidia a la que, por ejemplo, podría mantener un corredor de bolsa o un abogado por hacer el máximo dinero posible y lograr el triunfo social. Mankiewicz desmitifica por completo y sin cortarse un pelo el mundo del glamour y del arte y los deja al nivel de los de otras profesiones a priori menos idealizadas y más diabolizadas.


"Eva al desnudo" muestra una galería de personajes fantástica y crudamente irónica en la que quedan representados todos los estratos del ambiente que retrata y en la que caben desde intérpretes hasta escritores y dramaturgos pasando por empresarios teatrales y, por supuesto, críticos (y aquí despunta de forma soberbia la labor de George Sanders, un actorazo que clava a uno de los personajes más interesantes y tristemente realistas de la película). Estos personajes se mueven en un mundo hipócrita donde en las fiestas lujosas o en los camerinos todos ascienden pisoteando al otro y en el que no hay piedad ninguna. Los diálogos, por supuesto, son de una ironía y lucidez afiladísima y el filme tiene escenas absolutamente memorables que aparecen sin descanso y que han quedado para la historia del cine. Y, por supuesto, no olvidemos a Davis y Baxter, que conformaron a una de las parejas inmortales de su década.


2 comentarios:

  1. Una gran obra maestra, sobre todo por una razón: su construcción de diálogo se ha convertido en manual para cualquier director que no sepa cómo avanzar un relato que se le ha ido de las manos.
    Elegante, mordaz y segura de sí misma... Igual que su protagonista...
    Un saludo.

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  2. Una obra maestra sin duda! Gran guión, dirección y grandísimos actores. Bette... maravillosa!!
    Saludos.

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