Porco Rosso

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jueves, 16 de enero de 2014

LA REBELIÓN DE LOS SIMIOS de J. Lee Thompson - 1972 - ("Conquest of the Planet of the Apes")


1991. Tras una epidemia mundial que acabó con todos los perros y gatos, los simios han pasado a ser las mascotas de los hombres, que los maltratan a menudo y que los tratan como a esclavos. Sin embargo, esto está a punto de cambiar: César, el hijo de Cornelius y Zira, que ha sido criado en secreto por el bondadoso Armando, vive indignado con el trato que recibe su especie. César está a punto de liderar la revolución de los primates contra sus opresores amos.


Como ya he hecho en otras ocasiones con otros directores, no voy a presentar a J. Lee Thompson con dos de sus películas claramente menores ("La rebelión de los simios" y "Batalla por el Planeta de los simios"), así que en otra ocasión hablaré de él como se merece.


"La rebelión de los simios", a pesar de sus carencias de presupuesto y a pesar de tener algún aspecto fallido, es una de las películas más interesantes de su franquicia. Toma el relevo protagónico en ella el que es el personaje más importante de la saga junto a Taylor: César, el hijo de Cornelius y Zira, que es interpretado por el ya habitual Roddy McDowall. Este nuevo simio será el que lidere la rebelión de sus congéneres contra los humanos, que les tratan como los propios simios trataron a Taylor y a los demás humanos en la primera entrega. El círculo se va cerrando y, tras la parábola temporal del filme anterior (algo chorra, sí, pero no se le puede pedir mucho a un guión heredero de esta desastrosa "Huida del Planeta de los simios"), nos vamos enterando de qué fue lo que pasó en La Tierra para que todo en ella acabara como acabó. "La rebelión de los simios" tiene un aire distópico muy efectivo y presenta una vuelta de tuerca ciertamente original y, además, otro desenlace impactante y que por momentos incluso pone los pelos de punta. Los personajes son interesantes y sobre todo el de César aporta mucho aire fresco y resulta tremendamente carismático, mientras que el mensaje social vuelve a tomar fuerza con su metáfora de los totalitarismos y las dictaduras.


En la parte negativa del filme está como he dicho su falta de medios. Aunque por suerte el maquillaje ha mejorado (era indignante que con sólo tres simios en la tercera entrega de la saga perdiese calidad) y hay ahora en la película una gran cantidad de primates, los escenarios son mínimos (las tomas están rodadas una y otra vez en el mismo lugar desde diferentes ángulos, y se nota con alevosía) y las escenas de acción, a pesar de estar bien rodadas (J. Lee Thompson ha sido siempre un buen director, incluso en sus productos menores), son repetitivas a veces descaradamente. Sin embargo, y teniendo en cuenta que se trata de una cuarta parte (cuarta parte, es que se dice pronto), "La rebelión de los simios" cumple sobradamente. Tal vez con un poquito más de medios y habiendo sido una precuela directa de "El Planeta de los simios" (o por lo menos siendo la tercera parte de la saga) habría ganado más enteros. Pero para ser un filme de poco presupuesto y ya claramente destinado a hacer caja y chupar lo que pueda quedar del vaso, cumple mejor de lo esperado.


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