Cornelius, Zira y el Doctor Milo escapan de la destrucción de La Tierra en la nave de Taylor, la cual logran reparar, y terminan perdidos en el pasado... En el siglo XX. Allí, van a parar a los Estados Unidos, en donde son tratados como celebridades y rarezas por una sociedad sorprendida ante unos simios inteligentes y que pueden hablar. Sin embargo, pronto alguien intenta acabar con ellos cuando descubre que pueden ser un peligro para la raza humana...
El actor Don Taylor fue también un prolífico director artesano que, a pesar de ello, no desarrolló una personalidad marcada como autor. Trabajó en las series de televisión "Alfred Hitchcock presenta", "Alcoa Theater", "Ballinger de Chicago", "El hombre del rifle", "Johnny Ringo", "Daniel el travieso", "Ajedrez fatal", "El Show de Dick Powell", "El agente Burke", "Los bribones", "The Loner", "Omnibus" y "Dead of Night". En el cine sus obras más destacadas son el thriller "Jack de diamantes", el western "Un ejército de cinco hombres", "Huida del Planeta de los simios", la película de aventuras "Las aventuras de Tom Sawyer", la comedia "Botas duras, medias de seda", el drama "Ecos de un verano", el filme de ciencia ficción "La isla del Doctor Moreau", la secuela "La Profecía II: La maldición de Damien" y el nuevo filme de ciencia ficción "El final de la cuenta atrás".
Se nota que no había presupuesto para una tercera (y económicamente jugosa) entrega de "El Planeta de los Simios", así que se optó, para realizarla, por ambientarla en "la actualidad" y así reducir el coste de una forma que se podría llamar "bestial". Cornelius y Zira escapan con otro simio, el Doctor Milo, de la destrucción de La Tierra y llegan a "nuestros días", en donde son tratados como lo fue Taylor en la primera entrega de la saga: como una rareza que termina siendo objeto de una conspiración que busca su exterminio. La trama, de base, promete: se invierten las tornas y se acerca todo más a la novela original de Pierre Boulle. Sin embargo, esta trama a priori interesante termina siendo finalmente forzadísima (ya el hecho de que los protagonistas escapen de la masacre nuclear de la segunda entrega es bastante chorra) y se va convirtiendo en tosca a pasos agigantados y, además, aburre mortalmente también a pasos agigantados; los diálogos son malos (algunos muy malos), la crítica social al mundo del espectáculo es simplona, el ritmo es a veces casi inexistente y los efectos especiales son terribles (el gorila y el pequeño simio son cutrísimos incluso para su época y hasta el maquillaje parece haber empeorado). El descorazonador desenlace es efectivo, eso no se puede negar, pero no levanta un conjunto pésimo. "Huida del Planeta de los simios" es, junto con la también infumable quinta parte de la saga, "Batalla por el Planeta de los simios", la peor de todas las entregas con diferencia. Verdaderamente mala. Eso sí, habiendo costado dos millones de dólares recaudó nueve sólo en los USA y propició la creación de dos entregas más de la serie.
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