Porco Rosso

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viernes, 18 de octubre de 2013

RIDDICK de David Twohy - 2013 - ("Riddick")


Riddick, víctima de las conspiraciones palaciegas, ha sido traicionado por los Necróferos y abandonado a su suerte en un planeta desértico y hostil poblado de terribles bestias salvajes. Allí, va a curar sus heridas, va a aprender a domar a la naturaleza indómita del lugar y va a volver a ser el gran guerrero despiadado que siempre fue. Pronto, por supuesto, se va a ver perseguido por nuevos mercenarios que quieren su preciada cabeza... Y pronto se va a tener que enfrentar, una vez más, a su pasado y a su brutal herencia furiana.


Según he leído ha sido el propio Vin Diesel el interesado en resucitar la saga de Riddick tras nueve años de silencio produciendo él mismo su tardía tercera entrega y encargándose desde la primera fila de muchos de sus aspectos. Este intererés repentino en volver a sacar otra aventura del mercenario espacial se puede deber tal vez a la necesidad de que su carrera reciba un nuevo gran empujón debido a la coincidencia del retorno de esta saga con la recta final de la de "A todo gas" o a la búsqueda de dinero y apoyos para esa supuesta película sobre el estratega cartaginés Aníbal Barca que lleva acariciando desde hace bastante tiempo y cuyo proyecto no se termina de concretar. Sea como fuere, tenemos en las salas a "Riddick", y sea como fuere, es uno de los peores bodrios que he visto este año y la peor entrega de su trilogía con mucha diferencia (y eso que "Las Crónicas de Riddick" ya era muy pero que muy mala).


En "Riddick" se nota que el presupuesto se ha reducido notablemente con respecto a la segunda entrega de la saga. Sin embargo, eso no es excusa para realizar un bodrio aburridísimo donde las chorradas se acumulan sin sentido ni sensibilidad y que, para colmo, es una copia descarada de "Pitch Black", la primera entrega de la trilogía. Porque una cosa es volver a los orígenes o tomar prestadas partes de ellos y otra muy diferente es hacer un remake encubierto de la mencionada "Pitch Black", que es lo que es "Riddick": aunque no es un reinicio y la historia del protagonista sigue adelante desde "Las Crónicas de Riddick", todo es un refrito de lo que vimos en el debut del mercenario espacial en el cine (leches, si es que hasta los alienígenas devoradores de turno vienen a atacar con la oscuridad... blanco y en botella). Si le añadimos un protagonista que ha perdido carisma (Vin Diesel se repite y no tiene nuevos alicientes que mostrar), una galería de secundarios patética (encabezada por un Jordi Mollá al que dan ganas de dar de ostias), unos diálogos diarréicos, una trama de pena donde todo pasa porque sí y donde no se planifica nada (está llena de lagunas de bulto) y unas escenas de acción abotargadas... Pues tenemos esta cosa, esta chorrada aburrida y, además, larga (larga para lo poco que tiene que contar).


Otra cosa me parece imperdonable de esta película: toda la trama de los Necróferos de "Las Crónicas de Riddick" es despachada de mala manera sin ninguna vergüenza. O sea, que tenemos al universo invadido por una de las razas más poderosas que lo habitan, que van devorando planeta tras planeta y sometiendo a poblaciones enteras a su paso, que tienen a todo kiski acojonado y que son la peor amenaza a la que la galaxia se ha enfrentado nunca... Y ahora, de repente, ¿nadie se acuerda de ellos? Una cosa es no tener presupuesto y otra hacer escabechinas de guión semejantes y cargarte de un plumazo todo el universo que has creado para tu personaje. El guión, como se puede ver, es fantástico: esto es planificación. Sólo rescato de "Riddick" sus primeros momentos, medianamente aprovechables: el protagonista domando a la naturaleza indómita del planeta en el que lo han abandonado tiene cierto interés. Por desgracia, después de esto llega la tontería, el sopor y la vulgar copia. Un horror "Riddick-culo".


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